—¿Qué te parece mi cuarto?— dije sonriendo y borrando algunos pensamientos pecaminosos que tenía. Me fui a mi ropero a buscar un lindo vestido para ahora.—Está muy rosa.—dijo con una mueca de asco. Reí.
—Tampoco lo iba a pintar de negro.—dije botando a la cama bastantes vestidos guardados que tenía. No los vestidos que llevo al colegio, otros más de fiesta. ¿Me entienden?
—¿Porque tantos vestidos?— dijo agarrando uno. Tenía una mirada llena de curiosidad en sus ojos, era negro. —Este me gusta.—
—No está mal.—dije acercándome. En serio no lo estaba. Me gustaba el vestido, pero no tenía mucho color, hasta que se me ocurrió combinarlo con un cinturón dorado.—Creo que con un accesorio más no estaria perfecto.
—No, está bien así.— dijo con un ceño fruncido. Levante una ceja.
—Si deseas póntelo.—agarré el cinturón y lo puse en la cama. El hizo una mueca.
—Bueno combínalo como quieras.—quito sus manos de mi vestido, y se sentó erguido viendo a la ventana que estaba frente a mi cuarto.
—De acuerdo. ¿Qué tacones puedo ponerme?— dije volteándome nuevamente y buscando en mi closet algunos de los muchos tacones que tenía. Tenía tantos que era difícil de buscar.
Sentí la presencia de Zayn detrás mío. —¿Tantos tacones?— su voz me sorprendió. Lo miré y reí.
—Lo sé, ahora ayúdame a decidir.— me adentré en este y empecé a ver los tacones. Zayn me siguió.
—Unos negros.— dijo viendo unos. Eran perfectos, pero para esta ocasión no los quería. —¿O esos?— dijo pasando sus ojos rápidamente por todo el lugar.
—Zayn cálmate que no ayudas.—me reí. Y encontré unos que si me convencía. Zayn los miro y asintió. Con la afirmación de Zayn, salimos del lugar, cerré la puerta y me dispuse a ver todo el desorden de vestidos que había.
No sabía si cambiarme en la presencia de Zayn o decirle que me espere afuera. Lo mejor es que se quede, porque las perras borrachas que estarán pasando por aquí no faltan y la idea de que inviten a Zayn a algún lugar no me gustaba.
—Bueno, entonces ¿me volteo?—lo vi con ternura. Aunque él era todo lo contrario a eso. El me vio con el ceño fruncido.
—No, iré al baño a cambiarme. Espérame aquí.— dije agarrando mi vestido, tacones y el cinturón dorado para ir al baño. Vi que asintió con la cabeza, así que cerré la puerta.
Me quite la ropa solo para quedarme con ropa interior. Me vi en mi espejo, y sonreí triunfante. Me gustaba mi cuerpo, así de simple. Agarré el vestido y me lo puse, subí el cierre con algo de dificultad, luego los tacones, para ponerme por último el cinturón. Me vi de nuevo en el espejo y me veía realmente bien. Lo que escogió Zayn, bueno menos el cinturón, me gustaba. Me peine un poco el cabello dejando unas pequeñas ondas saltar de él, un poco de delineador y brillo labial. Agarre la manija de la puerta y la abrí.
Estaba todo en silencio, y mis vestidos ya nos lo veía regados en el piso. Tampoco veía a Zayn, me adentré un poco más y lo vi ordenando mis vestidos.
—¿Qué haces?— estaba sorprendida.
—Solo ordeno.—dijo muy interesado en lo que hacía. Volteo y me recorrió con los ojos todo el cuerpo note lo nervioso que se había puesto. Sonreí triunfante. —Te ves bien.
—Gracias, ya podemos bajar.— le sonreí y lo tome por el brazo, esta vez el acepto.
Bajamos las escaleras, y todo paso igual. Me dejo pasar primero. Entramos a la sala que estaba lleno de personas bailando, otras besándose y otras socializando. En fin, jale a Zayn y nos sentamos en unos asientos. Zayn se sentó y empezó a ver todo el lugar.
—¿Toda esta es tu casa?— pregunto sorprendido. Asentí. —Es muy grande ¿Vives sola?"/
—Si, bueno no. En realidad, con mi hermano, pero él se fue a trabajar a otro lugar, así que he quedado sola por el momento.— dije sonriente. La verdad que mi hermano se haya ido no me ponía nada mal, tenia mi propia independencia. Aunque no podía negar que a veces si lo extrañaba y desearía que este aquí. Éramos tan pegados cuando niños.
—Entiendo.
El momento se volvió tan incómodo tanto para mí como para él. Ósea yo podía sacar tema de conversación muy rápido, pero no sé porque en este momento no puedo.
—¿Y tus padres?—su pregunta me sorprendió.
—No sé, creo que mi mamá de viaje y de mi papá ni la más mínima idea.—dije normal. No me pongo mal en contar esas cosas, pero tampoco me gustaba tocar el tema. —¿Y los tuyos?
—Mi papá en otro país y mi mamá pues...— sentí tristeza en su voz. Tal vez no debí preguntarle eso, se supone que estamos en una fiesta para bailar y estar felices, pero que me cuente de su vida me parecía interesante. —Esta delicada.
Recordé la vez en que su madre se fue con Zayn a un lugar y yo me quedé con Saffa y Walyha. Lo raro es que Zayn no volvió con su mamá, estaba solo. Ya entiendo.
—Entiendo.— le sonreí, para calmar un poco la situación. Note que se corrió un poco más cerca de mí. Lo mire sorprendida, no esperaba eso. —Zayn...
—Por favor no me hagas quedar como imbécil, ¿me puedes devolver el beso?— trate de asimilar bien sus palabras, pero tanto mi cerebro como mi corazón estaban paralizados. Llegué a salir de mi trance, y me di cuenta que Zayn no es muy delicado al decir algo. Así que lo que diga, lo tengo que recibir muy bien.
Me acerque a él tratando de tomar la iniciativa, pero fue al contrario. Zayn me beso con una fuerza que me sorprendió. No me asuste, pero fue algo sorpresivo. Le seguí el beso, pero era difícil ya que con la fuerza de Zayn no se podía ni mover los labios. Ni respirar.
—¿Bárbara?— una voz se interpuso entre nosotros. Voltee a mirarlo y era James.
¿Es que todos siempre nos tienen que separar?
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Barbara Z.M
FanfictionElla es pecado y milagro al mismo tiempo. Porque donde comienza su piel se inician el cielo y el infierno, porque allí donde se dice Barbara, los hombres escuchan tentación. Los secretos de ella misma serán revelados en estos capítulos. Pase usted. ...