Barbara Z.M

Cinco.

Zayn se subió primero, se puso el casco y empezó a calentar la moto. El motor me hizo temblar, al parecer el esperaba a que me suba porque volteo a verme. Le quedaba perfecto el aire de motociclista, era demasiado caliente.

Me extendió un casco. —No pienso subir a esa cosa.—dije apartando el casco de mi vista.

—Tienes que cuidar a mis hermanas, lo prometiste.—Dijo levantando una ceja

Suspire fuerte. —Puedo tomar el autobús.—dije sonriente, el solo me vio negando.

—No, sube. No te pasara nada malo.— Dijo. Me puse a pensar en todas las cosas que me podría pasar si subo a esa cosa. En definitiva, era un no tremendo.

El chico bufo al no tener alguna respuesta, seguro mi cara aterrada le decía todo y salió de la moto. Se acercó a mí, mientras me miraba. —No te pasara nada, sube ahora.—dijo controlando su enojo, rodee los ojos al parecer no entendía que era un no.

—Me voy caminando. ¿En dónde queda tu casa?— le pregunte mientras me alejaba un poco.

—Mierda.— grito frustrado haciéndome sobresaltar. Tengo que admitirlo se veía lindo molesto, aunque también tenía un poco de miedo. —Solo tienes que abrazarme fuerte y no te pasara nada.

Iba defenderme por la palabra obscena que utilizo, pero antes de eso escuche una voz que me interrumpía —¿Todo bien Barbara?— me dijo preocupado. Como no si el grito que dio Malik se habrá escuchado hasta 8 cuadras de aquí.

—Si estoy bien, gracias.— dije y lo abracé como saludo. James acepto mi abrazo gustoso. Pude notar la cara de Zayn la cual se encontraba con el ceño fruncido. Sonreí.

—¿Te llevo a casa?— me pregunto separándome. Negué.

—No te preocupes, iré a la casa de Zayn a cuidar a sus hermanas.— le sonreí. El miro dudoso la situación.

—Bueno, está bien.—miro a Zayn detenidamente, mientras este también lo hacía. Esto parecía una guerra de miradas. —Nos vemos luego.—se acercó a mí a darme un tierno beso en la mejilla.

—Si que les gusta ser demostrativos a ustedes dos— lo escuche decir en un tono pesado. Lo vi mal cuando James se fue ¿Qué le ocurría?

—¿Te molesta en algo?—le grité, recibí un bufido de su parte. Se volteo no sin antes ver el reloj en forma de pulsera en su mano y subió a su moto nuevamente. Lo seguí, y el me miro.

—Sabes, olvídalo. No quiero seguir perdiendo mi tiempo.— dijo suspirando. —Buscare a otra persona que las cuide y disculpa que hoy no podamos reunirnos para comenzar el trabajo.—Termino de decir mientras se acomodaba para irse. Hice una mueca, pues las niñas no tenían la culpa.

Escuche el motor de la moto nuevamente.

—Zayn.— lo llame y el se detuvo. Esperó hasta que continuara. —Iré contigo.

El me sonrió y su cara notablemente se había iluminado. —Sube.— me situé con mucho miedo. Me agarre de Zayn y aproveche en sentir su aroma ¿Este chico puede dejar de ser perfecto?

No demoramos tanto en llegar. La verdad estaba cerca a mi parecer, la casa era marrón con dos pisos  y había una señora que regaba unas hermosas orquídeas.

—Hola madre.— Me sorprendí al ver que esa linda señora era su madre.

—Hola hijo, ¿y esta dulzura?— se refirió a mí, le sonreí un poco tímida. Es increíble que esta señora sea su madre.

Hubo un silencio de parte de Zayn. —Es solo una compañera.— dijo como si nada, y me jalo hasta su casa. Ni me dio tiempo de saludar a su madre.

Degenerado.

Sin duda adentro era mucho más grande que afuera. Mi mirada iba de un rincón a otro, de verdad estaba sorprendida y mucho, todo es hermoso.

—Si quieres puedes tomarle una foto.— dijo burlón, le saque la lengua. Me guió por unas escaleras, subimos y nos paramos en medio de tres puertas. Una con flores, otra con corazones y otra con un cartel grande que decía 'NO MOLESTAR' y un grafiti. Sin duda esa puerta era de Zayn.

—¡Walyha y Safa! ¿Pueden bajar?— gritó, esos deben ser los nombres de sus hermanas. Salieron dos pequeñas niñas, con unos vestidos floreados uno celeste y otro rosado, sonrientes. Les devolví una cálida sonrisa a cada una.

Las niñas me miraron y con su manito me saludaron. ¿Estas son las hermanas de Zayn? . Estaba sorprendida, me sorprende todo de el. —Hola.— dije saludando tiernamente. —Me llamo Barbara pero pueden decirme Barbie.

Las niñas me miraron confundidas, y luego posaron su mirada en Zayn que estaba cruzado de brazos. —Si, es que tengo que hacer algo afuera con mamá. Barbara les cuidara mientras estamos afuera.— dijo sonriendo.

—¿Tardaran mucho?—pregunto la del vestido rozado.

Vi a Zayn poniéndose a la altura de ellas mientras les respondía. A este Zayn no lo conocía. La otra niña del vestido celeste se acercó a mí, le sonreí.

—Me llamo Safa.— dijo sonriente. Y luego me miro desde mis tacones hasta mi cara. —Eres como mi Barbie.—Me hizo sonrojar con sus palabras.

—¿Eres la novia de Zayn?— la otra niña pregunto tomándome de sorpresa. Pensé lo bonito que será estar con un hombre tan caliente como el.

—No, solo soy su compañera.—le sonreí, y luego vi a Zayn que estaba muy concentrado viendo la escena. Este se paró revoleando los ojos.

Hola antiguo Zayn, te había extrañado.

—Acompáñame.—me dijo, lo mire. No recordaba haber hecho algo malo. Bufo y me llevo hasta su cuarto.

Azul, decorado con grafitis, una cama enorme también azul, y una ventana con una hermosa vista al jardín. Había arte en esta zona de la casa. Espere hasta que él hable.