Veintinueve.

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Ya era de mañana por lo cual abrí mis parpados lentamente adecuándome a la luz que entraba por la cortina, restregué mis ojos y traté de moverme para poder ponerme en otra posición, la presión de un brazo no hizo fácil esta tarea, cosa que me hizo recordar que no estaba sola. Una sonrisa se formó en mis labios mientras recordaba lo que hice anoche y aquellas palabras que me dijo.

Di un suspiro y volteé para encontrarme con la imagen más hermosa que ha podido existir. La boca de Zayn estaba semi-abierta así que se podía escuchar su respiración, sus pestañas hacían una bonita combinación con sus ojos cerrados mientras se apoyaba en un brazo doblado sosteniendo mi cintura con el otro, su cabello estaba desordenado haciéndolo ver realmente sexy, la frazada le llegaba a la cintura haciéndome ver su torso y algunos de los tatuajes. Vi que una sonrisa se le formaba en el rostro lentamente ¿Se habrá dado cuenta que lo estaba mirando? Su mano que sostenía mi cintura se hizo más fuerte sin causarme tanto daño, me acaricio la cintura por encima de la frazada.

"Entonces no era solo un sueño." hablo cortando el silencio. Sus ojos aún estaban cerrados, pero tenía una sonrisa en su rostro. Reí.

"¿A qué te refieres?" lentamente abrió sus ojos y me miro analizando todo mi rostro, su sonrisa aún no se iba.

"Que estar contigo no es solo un sueño." me contesto acariciando mi rostro, sonreí alagada. Me acerqué a él y le di un corto beso.

Di un bostezo antes de hablar. "Bueno tu si eres un sueño para mí." Me acerque a él, percatándome que aún seguía desnuda y tenía que cubrirme.

"Puedo hacer que sientas que si soy realidad." Se acercó a mi cuello haciendo que caiga sobre el colchón y el este encima mío. Solté una carcajada.

"¿Qué hora es? Tenemos que ir a estudiar." me preocupe, Zayn voto una sonora risa, lo que me hizo fruncir el ceño algo confundida. "¿Qué pasa?"

"¿Estas bien cariño?" me pregunto antes de responder aun con su tono burlón, asentí. "Nos suspendieron ¿No recuerdas?"

Me sentí completamente estúpida al no recordarlo, mis mejillas quemaban y no sabía en dónde meter mi cabeza para que no me vea sonrojada. Escuche su risa.

"No quiero irme, pero creo que es necesario." me hablo acariciando mi mejilla.

"No, quédate." Implore con un puchero mientras acariciaba sus brazos desnudos.

"Necesito ir a casa a ver como esta mamá." rodo los ojos. "Pero vendré en la tarde." Asentí entendiendo las razones.

"Está bien." Se separó de mi para luego pararse y mostrar todo su cuerpo desnudo sin ningún tipo de vergüenza. Cuando ya estuvo cambiado, se despidió de mi con un beso para finalmente abandonar la habitación.

Dormí un par de horas más porque en serio me sentía totalmente desgastada y luego desperté, pensaba llamar a Harry pero sabía que él estaba en la escuela así que no sería muy buena idea interrumpirlo. La verdad que si me sentía sola, tal vez salir y conocer amigas sería lo mejor aunque las experiencias que tuve con "amigas" no eran muy buenas, de todas formas se detectar cuando alguien es una perra o no. Deseche todos esos pensamientos para mirar a mi alrededor y notar que todo estaba desordenado.

Empecé a limpiar cualquier rincón de la casa para quitar todo el polvo, sentía como mi cuerpo era 90% sudor y 10% materia. Jamás había notado que la casa era tan grande, a excepción de cuando venían desconocidos a visitar y decían lo grande que era, yo sabía que lo era, pero no tanto como hoy. El sonido de la puerta me sobresalto.

"Hola." vi a Harry frunciendo el ceño. ¿Ya son las tres?

"Hola." lo deje pasar, el vio todo el lugar detenidamente.

Barbara Z.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora