Barbara Z.M

Nueve.

Mis manos jugaron un rato con su cabello, hasta que...

—Barbara necesito que me ayudes.— Escuche la voz de Harry a mis espaldas con los ojos abiertos. Zayn y yo nos separamos, pude tomar un poco de aire que Zayn me robo. Este salió del lugar enojado o no sé, pero me daba miedo.

—Harry ¿qué quieres ahora?— dije enojada. Me interrumpió en el momento más hermoso.

—Tú y Zayn ¿Qué? ¿Como?—dijo confundido. Reí, simplemente no me puedo enojar con Harry.

—Luego te cuento. Ahora Dime ¿Qué quieres?— me encontraba cruzada de brazos.

—Necesito tu casa esta noche.— dijo suplicante. Procese la información y esta demente si cree que le daré mi casa.

—¿Para qué? Usa la tuya.— Dije negando.

—Perdí una apuesta. Y ahora me metí en este lio. Mi casa es una horrible mierda, en cambio la tuya es hermosa y grande. Lista para hacer una fiesta.— estaba anonadada. Uno, recién me lo dice cuando me voy a la casa de Zayn. Dos, no sé a qué hora llegare, pero yo quiero estar en esa fiesta.

—Está bien.— le di mi llave. —Pero yo también iré y quien sabe tal vez lleve compañía.— dije recordando a Zayn. Harry tomo mi llave y se fue corriendo hasta su auto. Volteé y vi la mirada de Zayn clavada en mí, le sonreí.

Me acerque y me subí a su moto. A el no le importo la conversación anterior sobre mi pequeño vestido porque solo arranco. ¡Uh! pudrete.

Llegamos y Zayn bajo primero dejándome atrás, lo alcance y lo tome del brazo, el hizo un intento de apartarme, pero no me moví. Gruño y yo reí. Era completamente divertido todo esto.

—Sueltame. Que pensaran cosas.— dijo antes de entrar a su enorme casa. Recordé a Saffa y lo solté en contra de mi voluntad.

Gritos de niñas y pisadas se escuchaban por toda la casa cuando entramos. Un chico lindo, tenía que aceptarlo, salió de la cocina con una Coca-Cola en lata. Lo vi mejor, ojos celestes, pelo marrón, una sonrisa muy hermosa y un gran trasero.

—Hola.— dijo acercándose y dándole un apretón de manos. Dirigió su mirada hacia mí y me sonrió. —Linda tu novia.

Y desde que piso la casa de Zayn comienzo a ser la 'novia'. Es como tener dos vidas. Le sonreí y mire hacia Zayn que no tenía la mejor cara que digamos.

—No es mi novia.— dijo y se sentó en el sofá. —Es una amiga, tengo que hacer un trabajo con ella. Louis te puedes retirar.— dijo sin poner una mirada en nosotros.

Me despedí de Louis con un beso en la mejilla y luego me senté al costado de Zayn con mi bolso en las piernas. El dirigió una rápida mirada a mis piernas y luego volteo. Sonreí.

—¿Cómo comenzaremos el trabajo? Amigo.—dije recordando que él me dijo amiga. Zayn me miro, estaba haciendo una lucha con su cara para no reír.

—No sé, pero se me ha ocurrido una idea...— dijo viéndome fijamente. Lo recorrí con mi mirada, sus ojos, su nariz, sus labios. —Pero esta vez escúchame.— me dijo. Reí por lo que paso anteriormente.

Necesitaba besarlo.

Con solo una vez ya me volví adicta a sus labios, eso no era algo bueno ya que el chico me odia. Al parecer él pensaba lo mismo que yo, pasaba de mis ojos a mis labios.

—Bueno escúchame.—dijo algo nervioso ya que no estaba segura. Asentí, no iba a hablar, si hablo empezare a tartamudear. —Mi mamá no está...— hizo una pequeña pausa votando un suspiro. —Y mis hermanas tienen hambre. Los dos cocinaremos, y veamos cuál de los dos les gusta más. El ganador no hará la tarea ¿Qué te parece?—tenía una sonrisa pícara. Si sabía cocinar y muy bien. Acepte.

—Veamos quien pierde Zayn.— dije sonriendo.

—Barbara.—escuche a Saffa gritar mi nombre para luego tirarse a mis brazos a lo que le siguió Walyha que también me dio uno, gustosa acepte.

—Hola.—dije acariciando el cabello de las dos. Las niñas me miraron, me sentía bien en esta casa. Tenia el ambiente hogareño lleno de amor.

—¿Y para su hermano no hay?—dijo con una mueca. Zayn quería a sus hermanas y mucho, se notaba. Las niñas se separaron de mi para ir a los brazos de su hermano.

—Si Zayn. Louis nos dijo que habías venido con tu novia.— dijo con una manito en su boca, Saffa. Zayn me miro y luego paso sus ojos a sus hermanas.

—No es cierto, dijo amiga.—la corrigio Walyha e hice una mueca al escrucharla. —Luego lo corregimos.

—Que no es mi novia.—dijo Zayn con su mirada en mí, aparte mi mirada para ver la hermosa mesa de cristal. ¡Ja! Como si la mesa importara ahora.

—Pero tu dijiste que era hermosa.— escuche decir a Saffa, quite mi mirada de la mesa para ver a Zayn con mi ceño fruncido. Le sonreí, que lindo que pensara eso.

Hizo un ruido con su garganta. —Barbara acompáñame a la cocina.—se paró del sillón con un pequeño rubor en sus mejillas. Me pare dejando mi cartera en la sala y despidiéndome de las pequeñas. Zayn me dejo caminar primero, que lindo que quiera disfrutar de la vista.

Voltee, y si definitivamente estaba que miraba. El aparto su mirada y poso sus ojos en los míos. ¿Y si lo beso de nuevo?

—Yo en esta mesa y tú en la otra.—dijo volteándose para buscar algo en un repostero. Me moría de ganas de besarlo. Y ¿Porque quedarme con las ganas?

—¿De verdad te parezco hermosa?—dije yéndome a la otra mesa. Zayn volteo para dedicarme una mirada en todo el cuerpo.

—No le creas a Saffa, puede inventar muchas cosas.— dijo volteando nuevamente. Me acerqué con una sonrisa y le di un abrazo. —¿Qué haces?— dijo tratando de salir de mi agarre.

Lo solté riendo. —Gracias.—dije, el volteo y quedamos tan juntos que podía sentir su respiración. Miro mis labios y yo los suyos.

Me acerque tomando la iniciativa, lo bese probando de nuevo esos labios con los que me había enviciado. Me tomo de la cintura acariciándola, haciendo que yo sienta temblores por todo el cuerpo. Me separe un poco para tomar aire, pero él no me dejo ir. Mis manos subieron a su cuello y luego a su cabello con el que jugué un rato. Por el lado de Zayn, aun tenía sus manos en mi cintura que los deslizo peligrosamente a mi trasero y ahí se quedó. No podía creer todo lo que podía soportar sin aire. Se escucharon pequeñas risas y nos separamos salvajemente.

Que vergüenza.