Siete.

3.7K 123 1
                                    

Baje las escaleras y tanto Walyha y su hermana seguían en el sofá con la misma posición. Sonreí, eran bien lindas. Me acerque y tape a Walyha, que rápidamente se acurruco.

—Barbie ¿Te parece guapo mi hermano?— me pregunto Saffa, la mire y tenía los mismos ojos que el. No me quiero meter en problemas, ni que los chismes corran por la universidad así que dije algo suave que no era tanto una mentira.

—Es lindo.—dije siendo sincera. El chico si era guapo pero su comportamiento era algo que me hacía dudar —¿Porque tanto interés?— dije sonriente mientras me acomodaba a su costado.

—Porque Zayn no ha tenido novia desde que termino con Yulia.— Dos preguntas aquí detuvieron mi charla con la niña.

¿Quién es Yulia? y ¿En serio Zayn no ha tenido más novias? El chico es guapo, se viste bien, tiene una moto ¿Que chica no se sentiría atraída?

—Que triste por él.— Dije. La niña sonrió a medias, para cambiar el tema tan incómodo dije —¿Y tú has tenido novio?— jugando la niña asintió ruborizada.

Haciendo el número uno con el dedito me dijo. —Se llama Daniel.

—Seguro es guapo.—pregunte siguiéndole el juego. La niña asintió con la cabeza, antes de responderme la puerta se abrió dejando pasar a Zayn, el cual no tenía una cara que demostrara felicidad. Noto que lo estábamos mirando y me separe de Saffa.

—¿Y mamá?— se adelantó en decir, Zayn hizo un recorrido de Saffa hasta a mí.

—Luego hablo contigo.— dijo con su mirada en mí. —¿Me acompañas Barbara?— subió por las escaleras y tuve que seguirlo. Ya me estoy aprendiendo la casa de Zayn de memoria.

Su voz estaba mas apagada de lo normal e incluso podría pensar que acababa de terminar de llorar.

—¿Sucedió algo? No recibí ninguna llamada tuya.—dijo entrando a su cuarto. ¿Lo tenía que llamar? —Sabía que no me estabas escuchando cuando te hable.— dijo sentándose en la cama, puso sus manos en su cabeza tratando de quitarse algún tipo de estrés.

Me quede parada, el silencio era incómodo y ya me quería ir.

—Lo siento tanto, pero ya me tengo que ir.—dije retrocediendo a la puerta, pero algo me detuvo.

—Gracias.—dijo mirándome. Sonreí, Zayn me devolvió está a medias. Jamás lo había visto tan apagado. Aparto su mirada de mí y se fue al baño, sabía que era hora de que me vaya.

Salí de la enorme casa de Zayn con sentimientos encontrados pero no le quise dar más vueltas al asunto, tome un taxi y llegue a la mía.

A la mañana siguiente me levanté, me fui a duchar y empecé a buscar mi ropa. Un vestido más alto de las rodillas blanco, con una correa delgada, y unos tacones negros que hacían conjunto eran mi outfit de hoy. Terminé de vestirme y empecé con el maquillaje.

Seguro se preguntarán ¿Porque se maquilla para ir al colegio? no me echaba tanto simplemente brillo, un poco de delineador negro en mis ojos. Mi fragancia de Victoria's Secret y ya.

Baje a desayunar y ya que no tenía mucha hambre hoy solo saque un bote de mantequilla de maní, un pan y comencé a comer. Tome un poco de jugo, me cepille los dientes y me fui del lugar.

Camine por el colegio recibiendo halagos y algunas miradas asesinas de algunas chicas, cosa que no me importaba en realidad. Desvié mi mirada y ahí estaba Zayn con un polo azul, pantalón negro y zapatos negros.
Dirigió su mirada hacia mí, me había quedado parada viéndole en medio del pasillo como una estúpida. La aparte lentamente y seguí mi camino.

—No te olvides que hoy iras a mi casa.— sentí que hablaron a mis espaldas. Volteé y lo vi, cada día se ponía más perfecto y hermoso. Sentí su mirada en mi cuerpo.

Ojalá supiera que es lo que piensa de mí.

—Si, lo sé.—dije cortante. No me olvidaba de su comentario sarcástico de ayer.

Me miro con el ceño fruncido haciéndose el desentendido. —¿Te sucede algo?— pregunto.

—No, no es obligatorio sonreír.— conteste recordando que él no lo hacia todos los días. Su ceño fruncido fue reemplazado por una hermosa sonrisa.

—Te ves mejor con una sonrisa.— Hablo retirándose dejándome nuevamente con no solo un calor en mis mejillas. Estaba realmente confundida con sus cambios de humor.

La curiosidad que me dejo Saffa ayer se hizo presente por lo cual, lo llame, el volteo y me vio esperando que le diga algo. —¿Te puedes acercar?— dije porque tampoco quería gritarlo y que todo el mundo escuché.

Se acercó rodando los ojos. —Barbara tengo clase. ¿Qué pasa?— dijo, trague el nudo que tenía retenido en mi garganta, y solté la pregunta.

—Ayer me enteré de algo y tengo una duda.— Vi como rodaba los ojos.

—¿Es algo que deba interesarme?— Contesto desinteresado.

—¿Quien es Yulia?— cerré de golpe mi boca cuando la mencione. No podría describir exactamente cual fue la emoción de Zayn en estos momentos, fue como una mezcla de confusión, enojo y terror.

Para ser sincera me daba algo de pánico al no saber cuál sería su próximo movimiento. No debí decir nada.

 No debí decir nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Barbara Z.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora