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Estaba dibujando en mi habitación, no sabía hacerlo muy bien así que... Solo copiaba imágenes de internet y trataba de recrearlas en mi cuaderno, algunas salían bastante bien... Mientras otras... ¿Eso era la pierna cierto?

Madre: ¡Javier! ¡Baja a saludar a tu tío!

Javier: ¡Voy!

Cerré mi libreta y la acomode donde estaban todas las demás, luego baje a la planta baja y allí estaba mi madre con mi tío.

Tío: wow! ¡Hola campeón! ¡Has crecido mucho!

Javier: no tanto jeje.

Tío: ¿Cuántos años tienes?

Javier: siete.

Tío: ¡Wow! Yo te conocí desde que tenías dos.

Javier: jeje... No es para tanto...

Después de esa pequeña charla fuimos al comedor para comer, mi tío hablo con mi mamá mientras yo fui a mi habitación a seguir dibujando.

Al día siguiente.

Estaba en la escuela, en el patio ya que estaban pintando los salones, así que podíamos jugar el resto del día, o podíamos pedir que llamen a nuestra casa para que vengan con nosotros, pero es mejor aprovechar esta oportunidad e ir con mis amigos.

Javier: Hugo!

Hugo: hola Javier! -sonriendo.

Javier: ¿Donde está Bruno?

Hugo: hoy no pudo venir porque un niño lo golpeó.

Javier: ow... Que mal.

Hugo: si jeje, ¿Quieres jugar fútbol?

Javier: ¡Claro! ¿Invitamos a ese niño que está jugando solo?

Hugo: ow... No jeje, ayer Bruno y yo jugamos con el y él le dejó un ojo hinchado y morado diciendo que había hecho trampa.

Javier: bueno... Dame cinco minutos.

Hugo: bien, pero ten cuidado que puede pegarte a ti también.

Javier: tranquilo jeje.

Fui con el niño que estaba en una banca sentado con dos muñecos, un perro policía y un cocodrilo que se veía que era malo.

Javier: hola! ¿Puedo sentarme contigo?

Niño: ... Si...

Javier: jeje, gracias -sentandome- y... ¿Como te llamas?

Daniel: ... D-daniel...

Javier: jeje, yo soy Javier pero puedes decirme Javi -sonriendo- y... ¿Que juegas?

Daniel: policías y ladrones...

Javier: ¿Como se juega eso?

Daniel: pues... Eliges entre ser ladrón o policía... Y... El policía tiene que castigar al ladrón... Porque hace trampa robando las cosas sin pagar... Y también lástima a la gente... Robándole sus cosas... Y... Ahora tienes que irte...

Javier: está... Bien?

Ví que estaba triste y parecía que quería llorar, entonces tome al cocodrilo y el volteó a verme.

Javier: entonces seré el ladrón más malvado que hallas conocido -sonriendo.

Años después.

Estaba esperando a que la alarma sonará, desperté cinco minutos antes, cuando al fin sonó la apague instantáneamente y fui al baño a ducharme, me puse mi ropa para ir al colegio y salí después de desayunar con mis padres, cuando salí me puse en frente de la puerta de la casa de a lado, entonces salió Daniel.

Daniel: ¿Cuando será el día en el que tú me dejes esperando?

Javier: bueno... Poco a poco, hoy tardaste un minuto en salir, tal vez en tercero de secundaria ya puede que me tengas que esperar.

Daniel: ¿Un año? Bueno, vámonos.

Como siempre le ayude a llevar su guitarra, ya que por su taller tiene que llevar otra bolsa, lo bueno es que en el mío sólo tengo que llevar mi cuaderno y elegí de instrumento una flauta.

Javier: ¿Como van los callos en tus dedos?

Daniel: siguen igual... Se relajan muy poco los fines de semana.

Javier: te pasa por elegir la guitarra.

Daniel: ¡Tu elegiste la última flauta!

Javier: a mi no me heches la culpa de que hallas sido lento, además también había un teclado.

Daniel: eso era más pesado por el tripié.

Javier: ¡Entonces no te quejes!

Comenzamos a reír mientras seguíamos el camino a la escuela. Cuando entramos nos sentamos en una de las bancas del patio.

Daniel: y... Allí viene Ingrid.

Ingrid: ya llegaron los novios -riendo.

Javier: hey, tu tienes a Abigail como tú mejor amiga y van hasta al baño juntas.

Ingrid: si, es mi esposa y la amo -riendo- entonces ustedes son esposos.

Nos miramos entre sí e hicimos una mueca de desagrado.

Ingrid: bueno... ¿Han visto a Karen?

Daniel: ¿Para que?

Ingrid: me prestó su cuaderno ayer, se lo quiero devolver.

Javier: creo que la ví en la cafetería.

Ingrid: vale, gracias, ¡Nos vemos esposos!

Reímos un poco seguimos platicando mientras nos quejamos de algunos maestros, entonces sonó la campana y entramos a nuestro salón, suerte que estamos en el mismo.

Continuará...

¿Les gusta la historia?

¿Quieren que la siga?

¿Me regalan una estrellita?

:3

Dejame amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora