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Javier.

Sean: es... Está bien... Nací para ser tuyo Javier.

Javier: si!

Sonreímos, el tenía lágrimas en los ojos y una gran y hermosa sonrisa.

Javier: prometo... Nunca mentirte, no me lo perdonaría.

Sean cerró la puerta, con seguro... Se que es algo tarde.

Sean: Javier... Creo... Qué es momento de que... Tú y yo... Ya sabes... ¿Cuchi Cuchi?

Rei, me gustó la forma en que lo dijo, jale su melena suavemente hacia mi, haciendo que nos recostaramos en la cama, el encima de mi.

Sean: ¿Estás seguro de esto?

Javier: solo si tú quieres reescribir nuestra historia.

Él sonrió y comenzó a besarme, me encantaban sus besos, todo de el me encantaba.

Comenzó a besar y lamer mi cuello, dió suaves besos sobre mi pecho, yo me sentía en el cielo, no teníamos camisa, por todo el calor que hacía, después beso mis hombros mientras acariciaba mi abdomen, se recargo bien en la cama y comenzó a frotar nuestras entrepiernas.

Javier: se ve que el gatito sabe jugar.

Sean: le tendrá que enseñar al cachorro, no quiere que termine en solo una mamada.

Reí, entendí exactamente porque lo dijo, bajo su pantalón dejando ver un lindo suspensorio de color negro con azul, el bajo el mío dejando ver mi boxer, yo no quitaba mi vista de el, su mirada de placer, de querer hacerlo, su perfecto cuerpo, veía como su mirada recorría cada rincón de mi cuerpo que le permitía está posición en la que estábamos.

Sean: eres especial para mí Javier... Déjame demostrártelo.

Se quitó su suspensorio, no había entendido muy bien el porque, el me quito mi boxer y volvió a besarme, me encantaba esto, la sensación de mi lengua pasando por cada rincón de mi boca, juntamos nuestras lenguas y yo lo hice con la suya, en nuestra relación no había ningún dominante, solo éramos el y yo, sin roles sexuales, sin sentirnos más que el otro... Solo el y yo, dándonos amor.

Sean: ¿Me ayudarías?

Javier: eh?

Sean: lame aquí por favor.

Me mostró su mano, tenía tres dedos extendidos y dos doblados, comencé a lamerlos, pero el los metió a mi boca, pase mi lengua entre ellos, después de un tiempo los saco.

Sean: así se debe de hacer.

Metió uno de ellos en mi ano... Al principio dolió un poco, pero cuando estaba adentro se sentía bien.

Sean: ¿Ya no te dolió, cierto?

Javier: no, ya no.

Sean: ahora... Sí presionó aquí...

Movió su dedo doblandolo, yo sentía que tocaba detrás de mi pene, sentía una sensación... Hormigueo en el estómago, me gustaba, el le dió lamidas a mi pene y después se lo metió en la boca,sentí que metió otro dedo, los movió como tijeras y volvió a hacer lo mismo que la otra vez... Yo me sentía en el cielo, me daba demasiado placer.

Después metió un tercer dedo, realmente ya no me importaba, solo me gustaba, comenzó a meter y sacar sus tres dedos a la vez, yo estaba demasiado duro, después se sentó sobre mi abdomen y ví su hermoso trasero, no dije nada sobre su tatuaje, no tenía ganas de hacer o decir algo más.

Sean: ¿Me ayudas un poco?

El se recostó totalmente, tenía todo su esplendor pegado a mi barbilla, yo me lami los dedos e hice lo mismo que el hizo conmigo, escuchaba sus gemidos, me encantaba, me exitaba más, después me dió curiosidad el sabor de su pene, así que me lo metí de una en la boca, estuvimos así un rato, yo... Sinceramente metí mi lengua en todos los lugares que pude, creo que le gustó.

Sean: ¿Quien primero activo? ¿Tú o yo?

Javier: tú, enséñame maestro.

Sean: con gusto~

El se levantó, me dió una cachetada con su hermosa herramienta, sabía que lo hizo a propósito, después el se puso entre mis piernas e hizo que abrazar su cintura con ellas.

Sean: si quieres que valla más hondo... Jalar con tus piernas y me ayudarás a que llegue a lo más adentro de ti que se pueda.

Yo sonreí, el metió su miembro lentamente, así que lo jale hacia mi, haciendo que meta toda de una, a mí me generó un placer inigualable, el sonrió y comenzó un poco lento, no tardó en ir rápido por qué se lo pedí.

Después cambiamos de posición, ahora yo tenía que saltar encima de él, nos besamos en lo que lo hacía, el tomo mi cintura e hizo que la moviera de atrás hacia adelante, sentía que tocaba la zona que me encantaba y a la vez me masturbaba con su abdomen, no tardamos mucho en venirnos juntos... Por primera vez.

Sean: mi turno, te quiero adentro de mi~

Y así pasamos toda la noche, probando de todo, el me enseñaba bastante, hasta que caímos agotados sobre la cama, llenos de nuestro semen.

Sean: para ser... Tú primera vez... Fueron muchas rondas.

Estábamos jadeando, yo estaba con mi cabeza en su brazo, creo que es hora de preguntar...

Javier: ¿Qué significa el tatuaje?

Sean: es una promesa que me hice a mi mismo... No mentiría a nadie y solo lo vería alguien muy especial para mí... Hasta ahora solo Mía y tú lo han visto.

Sonreí y lo bese, hasta que caímos dormidos.

Al día siguiente.

Sean: lobito.

Javier: leonsote...

Nos besamos y nos quedamos viéndonos fijamente.

Sean: ¿Me prometes no dejar de amarme?

Javier: lo prometo, solo tú me haces ver la luz en medio de tanta oscuridad.

Sean: gracias... Por elegirme.

Javier: pues lo haría un millón de veces más si es necesario... Porque tú te ganaste mi corazón.

Estuvimos así toda la mañana, diciéndonos cosas lindas, y no era necesario hacer nada más.

Javier: te amo Sean.

Sean: y yo a ti Javi.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Sean: te mamaste con esa foto.

Pues eso pasó no?!

Sean: ¡Pelea de gatos!

Dejame amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora