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-Como termine así!?- Comentaba una rubia la cual se encontraba atada a una silla con los ojos vendados y sin zapatos, por otra parte, se podía observar como un amordazado azabache estaba encadenado a un pilar de la casa evitando así que fuera golpear a los Dragneel los cuales no solo eran culpables de todo lo que estaba pasando, sino que también tenían planeado aplicar la técnica de convencimiento más letal que conocía, algo que Lucy posiblemente no soportaría.

-Bien Lucy querida, es hora de que respondas todas nuestras preguntas...- mencionaba con una aterradora voz haciendo temblar a la rubia la cual seguía preguntándose porque había acompañado a su hermano a esa casa de locos, sin embargo salió de sus pensamientos al escuchar como el pelirrojo continuaba hablando –Dinos... que es lo que sabes cocinar?- esto la saco totalmente del ambiente tenso en el que estaba y solo se burló, algo de lo que se arrepintió después ya que comenzó a sentir como algo peludo rozaba con sus pies, ahora entendía todas las advertencias que su hermano le había gritado antes cuando los Dragneel lo estaban encadenando, su tortura era realmente despiadada, sobre todo para Lucy, la cual sufría de cosquillas en cualquier parte del cuerpo.

-Yo que tu contestaba Lushy, a nuestra arma azul no le gusta estar en un solo sitio- comentaba el pelirosa con algo de perversidad mientras trataba de introducir miedo y convencer a la rubia la cual se encontraba soltando carcajadas en las cuales trataba de articular diversos platillos. Cuando pareció haber terminado de carcajear las diferentes comidas, Gildarts le hizo una señal a Natsu para que retirara al gato anteriormente denominado "Arma azul", y también para que hiciera la siguiente pregunta una vez que la rubia se calmara –Dinos Luce... T-tienes novio? – esto lo hizo con una cara que trataba de mostrar seriedad, sin embargo esto era imposible ya que un gran sonrojo, una carcajada de parte de Gildarts y las diversas ofensas de Gray el cual había logrado quitarse el trozo de tela, hicieron que el ambiente volviera a ser una burla –Y eso que tiene que ver?!- ahora Lucy estaba sonrojada ya que eso había superado el nivel de estupidez, sin embargo todo cambio cuando Gray molesto por la actitud de su hermana malinterpreto todo y grito –Acaso tienes novio Lucy?! No pudiste comentarle a tu hermano sobre el animal ese?!!- la rubia apenas iba a protestar, sin embargo el grito de un pelirosa se le adelanto –Ustedes son hermanos?!!!!-

Estaba todo hecho un caos, Gildarts estaba que reventaba de risa, Lucy trataba de liberarse para golpearlos a todos, Natsu se encontraba en shock siendo zarandeado por Gray el cual había logrado liberarse al darse cuenta que el pelirosa había dejado las llaves del candado puestas. Todo parecía no poder tener un fin hasta que el grito de un monstruo los hizo detenerse, para ser más exactos el de una pelirroja la cual hace 3 horas había salido y ahora se encontraba derrochando furia que hasta a los mismos titanes haría temblar derrocándolos de su título –Que mierda están haciendo?!- todos se encontraban temblando rezando por sus almas excepto el pelirosa el cual ocultando su mirada con el flequillo de su cabello se acercó lentamente a la pelirroja la cual trato de ahuyentarlo con su presencia, sin embargo quedo en shock al sentir como su hermano acariciaba lentamente su mejilla limpiando suavemente una lagrima de la que ni ella se había dado cuenta –Fue culpa de ese idiota cierto...?- apenas se escuchó el susurro de este a lo que Erza solo pudo nombrar el nombre de su hermano mientras bajaba la mirada y sonreía amargamente –No importa Natsu, déjalo de cualquier forma...- no pudo terminar ya que el sentir como su hermano se alejaba de ella demostrando su ira la alarmo, sabía que él era capaz de perseguir a Jellal para molerlo a golpes –Natsu detente! No tiene caso, además ya se fue!- sin embargo este la ignoro mientras tomaba las llaves de su motocicleta y se destinaba a salir de la casa, cosa que no pudo hacer ya que un azabache se encontraba obstruyendo la puerta –Y después de golpearlo que crees que harás Natsu? Crees que tu podrás cambiar algo?- el tono de Gray era frio y el que se encontrara de brazos cruzados imponiendo seguridad mientras ocultaba su mirada no ayudaba en nada en la situación provocando que el enojo de el ojiverde creciera aún más –Quítate Gray, esto no tiene que ver contigo- iba a apartar al pelinegro cuando una mano grande y firme se colocó en su hombro derecho deteniéndolo –Ni contigo Natsu, esto es algo que ella tiene que resolver por su cuenta, así que déjate de dramas y vuelve con nosotros- la dureza de sus palabras eran como si miles cuchillas te cortaran a la vez, sin embargo esto solo era un farol ya que por dentro, Gildarts se moría de la impotencia por no ir a castrar al hijo de puta que hacia llorar a su pequeña guerrera. Natsu solo soltó un grito de desesperación y haciendo a un lado a Gildarts debido a un empujón lanzo las llaves hacia el suelo y se encerró en su cuarto dando un portón que retumbo en toda la casa.

-Lamento mucho eso... sobre todo contigo Lucy, y pensar que nos la estábamos pasando tan bien...- menciono mostrando una pequeña sonrisa a la rubia la cual se había quedado en silencio mientras seguía estática en la silla –Creo que es hora de irnos viejo, mis papas deben de estar preocupados...- Gray sabía que esa era una gran mentira, pero la familia Dragneel necesitaba su momento a solas y el tampoco podía seguir ahí o terminaría peor que Natsu –Gracias Gray, los acompaño a la puerta- esta fue Erza que manteniendo un semblante que demostraba culpa se encontraba soltando a Lucy de la silla, la cual al estar libre se acercó a su hermano para ambos al fin partir, no sin antes despedirse –Fue un placer conocerlos, espero poder volver a verlos algún día- menciono Lucy tratando de aligerar un poco el ambiente, algo que todos agradecieron internamente y regalándole una amplia sonrisa Gildarts le respondió –Claro hija, esta es tu casa así que ven cuando quieras que por cierto, tenemos una respuesta pendiente así que no lo olvides- esto solo los hizo reír para al fin salir acompañados de la pelirroja la cual se quedó en la puerta de la casa hasta que el auto se perdió de su vista.

Mi vida color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora