Mi vida color de rosa

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-Pero serás idiota? Quítate de encima!- Gritaba Lucy ya que el desconocido no solo la arrollo, sino que se quedó quieto sobre ella como si hubiese muerto –Yo conozco esa voz...- dijo el sujeto más para él, sin embargo su comentario fue escuchado por la rubia la cual al identificar su voz sudo frio mientras internamente rogaba porque no se acordara de ella o que no volteara a verla, sin embargo al parecer el no ser devota no le ayudo esta vez ya que en seguida el chico giro su rostro hacia ella para abrir grandemente sus ojos jade al ver a la rubia que apenas ayer había conocido en su casa –Luigi?!-

No le preocupaba que toda la ciudad la viera con su atuendo o que la reconocieran en los antros o bares ya que después de todo eran solo un grupo social en específico en el cual su hermano nunca se acercaba, sin embargo, ahora no sabía que hacer ya que se encontraba con el mejor amigo de su hermano en una fila de helados sumamente incomoda ya que no solo no había dicho nada, sino que el pelirosa la había convencido el disculparse con un helado –Oye Luigi es la tercera vez que te pregunto, ¿De que sabor quieres tu helado?- comento con cansancio el pelirosa mientras zarandeaba ligeramente a la rubia sacándola de sus pensamientos –Ah sí... de vainilla está bien y soy Lucy no Luigi, Natsu- este simplemente la ignoro para pedir los helados y pagar al recibirlos.

Se encontraban caminando sin un rumbo fijo, Lucy se había hartado y además se dio cuenta de la hora, si seguía así perdería a sus clientes del bar y no podía darse ese lujo así que decidió finalizar con ese encuentro –Bueno, muchas gracias Natsu, nos vemos luego- trato de sonar lo más tranquila posible, pero tuvo un mal presentimiento por la sonrisa que el pelirosa le dio –Sabes Lucy? La verdad es que me perdí... llevaba años que no venía a la ciudad y no recuerdo muy bien las cosas- sabia a donde quería llegar, su nerviosismo lo delataba pero no, ella no podía darse el lujo de darle un recorrido por la ciudad, apenas iba a contestarle pero al parecer Natsu aún no terminaba –Y no sé, pensaba ir con Gray o algo, estaba siguiendo a el idiota de Jellal cuando me metí en una calle para acortar camino, pero nadie fue tan amable de poner algún letrero de que esa calle estaba en construcción y mi moto fue a caer ahí... ahora se encuentra en el taller ya que quedo hecha mierda- el suspiro y su cambio de humor fue notorio para la rubia, sin embargo esta lo ignoro ya que se percató de que el pelirosa estaba totalmente sucio y no se había dado cuenta hasta ahora, además de que el imaginar la escena de este en el fondo de un hoyo fue tan graciosa que no pudo evitar el reír –Oye no te burles de mí! Fue un accidente nada más- este hizo un puchero que duro hasta que Lucy calmo su risa –Lo siento Natsu, pero debió de haber sido muy gracioso el verte caer ahí- esto solo incremento el puchero, el cual deshizo en un suspiro para después sonreírle a su acompañante –Si vuelve a pasar hare que alguien lo grabe, así podre ver fácilmente tu sonrisa- esto claramente lo dijo sin pensar ya que después de soltarlo se tapó la boca con una mano y desvió la mirada de la rubia la cual se incomodó un poco ya que había vuelto a la situación en la que estaban al percatarse no solo de que ya estaban fuera del comercial, sino también de que cada vez era más tarde, desde su perspectiva claro, ya que realmente no llevaban ni una hora juntos –Si sigues ese camino llegaras a una especie de glorieta, ahí hay una iglesia, toma el camino de una sola dirección que esta lateral a esta y llegaras a la avenida, tendrás que ir en dirección contraria a los autos y llegaras a un pequeño jardín que parece un parque o una plaza, después de cruzarlo giras a la derecha para andar por tres cuadras, es la casa de dos pisos con cochera, es de color blanco y cuenta con un par de macetas por fuera, no puedes confundirte- estaba dispuesta a tomar su rumbo separado de él cuando este la tomo del brazo haciéndola voltear –Muchas gracias Luce- le regalo una sonrisa tan amplia que podría jurar que el sol estaba usándola de espejo ya que podría cegar a cualquiera, esta solo asintió regalándole una pequeña sonrisa mientras se zafaba de su agarre –Espero verte luego Natsu- y comenzó a caminar pensando que ya lo había dejado atrás sin embargo se sorprendió al darse cuenta de un peso sobre sus hombros –No deberías salir tan descubierta Luigi, luego me la regresas no te preocupes- después de esto el pelirosa salió corriendo con intención de tomar las direcciones que la había dado la rubia. –Muy lindo de tu parte, sin embargo a donde voy no necesito ropa- murmuro para sí misma para después quitarse la chaqueta del pelirosa y llevarla en su brazo, ya la encargaría en la barra del bar, aún tenía una hora para conseguir algo.