Mi vida color de rosa

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Erza comenzó a quitarse cada una de sus prendas mientras Gray la veía recargado en la puerta, la verdad es que a pesar de estar en su mayoría ebrio, el azabache disfrutaba el gran espectáculo que tenía en frente, ella por su parte una vez estuvo completamente desnuda volteo a ver al Fullbuster apenada –¿Voy a ser la única desnuda aquí? – eso despertó al azabache de su fascinación y rápidamente retiro su bóxer ya que era la única prenda que cargaba encima logrando así que su miembro ya notable comenzara a excitarse mas –Ven aquí– fue lo último que dijo este para tomar de la espalda baja a Erza y acercarla a sus labios, de verdad adoraba besarla a pesar de que solamente lo había hecho dos veces contando esta, pero ya se encargaría de perder la cuenta, la pelirroja por su parte disfrutaba en sobre manera el beso y las caricias que su compañero hacía en su espalda, pequeños círculos con las llenas que defendían directo a su trasero, esas eran las señales que ella necesitaba así que rodeando el cuello de su chico con los brazos, la peliroja comenzó a intensificar el beso lo que había empezado como una muestra de afecto tierna en algo que gritaba la necesidad de estar cada vez más cerca uno del otro.

Gray tomo las piernas de Erza cuando esta se elevó para después rodeare la cadera a su contrario con las piernas volviendo así la cercanía de sus cuerpos cada vez más profunda, era obvio lo que necesitaban y Gray pensaba acelerar las cosas así que llevo a la Dragneel a su cama posicionándola lentamente en esta sin perder el ritmo de la necesidad en sus besos. Erza fue la primera al romper el beso cuando sintió como Gray comenzaba a acariciar su seno derecho, la verdad es que era una sensación buenísima, pero quería más así que tomo el rostro del Fullbuster y lo obligo a acercar su boca al pezón de esta, acción que el gustoso acepto al punto de comenzar a rodear dicho pezón con la lengua creando pequeños círculos para después dar una que otra mordida provocando así grandes suspiros en su compañera.

No paso poco para que Erza necesitara otro tipo de caricias, sin embargo sabía que Gray también merecía una que otra así que con su mano izquierda comenzó a masturbar el miembro de su contrario logrando sentir así el como el tamaño de este incrementaba, eso solo aumento el deseo en ambos al punto de que Gray dejo de lado las tetas de su peliroja y recorriendo su plano abdomen que no dejaba de subir y bajar debido a los múltiples suspiros de ella, el azabache comenzó a dejar varios besos y lamidas por este hasta el punto de llegar a una zona donde denotaban pequeños brotes de bello pelirojo, el simple hecho de estar ahí, percibiendo el olor de excitación de ella provoco que Gray sin previo aviso comenzara a lamer y chupar la húmeda vagina de Erza provocándole así a esta soltar gemidos altos, no necesitaba callarse, no quería, para su suerte, Gray realmente sabia usar esa lengua que se cargaba.

Una vez haber logrado que la peliroja se corriera en su boca, Gray estaba en el límite, necesitaba hacerla suya y no iba a esperar más a por ello, tampoco era como que Erza tuviera intención alguna de detenerlo así que el Fullbuster se posiciono sobre ella, froto su pene junto a la entrada de su peliroja y volvió su mirada a esos bellos ojos café que lo volvían loco, necesitaba una autorización, autorización que Erza le dio mediante un largo beso, así que de una estocada Gray comenzó a entrar en la peliroja logrando así sacar varios gemidos de ella la cual había vuelto a recostarse en la cama para mayor disfrute, el azabache se inclinó para seguir besándola mientras aumentaba la intensidad de sus embestidas, al igual que tomaba ambas manos de su chica entrelazándolas con las suyas, definitivamente ese era su momento y nada ni nadie se los interrumpiría.

El azabache despertó con un horrible dolor de cabeza, sin embargo al levantarse y ver que no se encontraba ni en su usual cama o en el cuarto de su mejor amigo, donde se había acordado que dormiría el fin de semana, varios flashbacks le llegaron de golpe, definitivamente la había cagado. Apenas iba a levantarse cuando una voz lo detuvo –No creo que quieras hacerlo después de la cruda que debes tener– no era precisamente a la persona que quería ver en ese momento, simplemente no podía verla al rostro después de la noche que habían tenido –Antes que nada, no quiero hablar de lo de anoche– ya eran dos –Eso fue un error Gray y en esta habitación debe quedarse, tengo novio y tu novia es mi prima... tampoco quiero fastidiarles el fin de semana a mi padre o a Natsu así que debes jurarme que nunca se hablara de esto– la verdad es que no sabía que lo tenía más sorprendido, si la directa manera de mandarlo a la mierda o el tono tan apagado de Erza, es como si le rogara hacer algo que ella no quería, él tampoco quería dejar esto tajado como si nunca hubiese ocurrido, sin embargo una parte de él lo detuvo así que solo asintió con la cabeza –Bien, en el cajón de la derecha hay algunos medicamentos para el dolor de la cabeza y no te preocupes, tomo anticonceptivos así que esto nunca paso– seguido a ello Erza se descruzo los brazos para separarse de la puerta y salir de la habitación dejando al azabache solo con sus pensamientos. Quería detenerla, decirle que él no se arrepentía de haberse acostado con ella, que por primera vez le haría caso a su corazón si ella se lo permitía, pero no, no podía ser egoísta. De verdad que era estúpido para él pensar en intentar algo con la peliroja y es que de verdad, él vivía en un entorno de mentiras, tanto que en esa farsa era el novio de la prima y mejor amigo del hermano, definitivamente no podía, además, posiblemente Erza solo lo veía como lo segundo, y lo de anoche no fue más que un calentón donde él fue la primera verga que se la puso en frente, fuese cual fuese el lado, ninguno era positivo así que haría lo que hiciera feliz a Erza, si ella decidía olvidar esa noche, él también lo haría, sin embargo ya no le sería tan fácil ocultar ciertos sentimientos, sobre todo si ella no ayudaba dándole pequeños detalles como el que encontró, un pequeño desayuno constituido por jugo de naranja natural, un vaso de agua, plátano picado junto a un pequeño ,vaso con yogurt, todo para aminorar la cruda, junto a las pastillas que ella le había dicho, no lo merecía, ni el trato tan atento ni una muestra de afecto por parte de nadie, mucho menos de ella.