Mi vida color de rosa

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-Son un puto desastre- Gray burlón veía a los problemáticos que tenía enfrente ya que ambos tenían la misma expresión, mejillas infladas, el ceño fruncido y mirada desviada al lado contrario del otro mientras murmuraban diversas ofensas a todo mundo.

-Puedo tomar su orden?- un chico pelinegro con extraños ojos de iris roja se encontraba esperando el pedido de los 3 amablemente, sin embargo su actitud cambio al darse cuenta de la rubia la cual al escucharlo hablar volteo rápidamente conectando miradas con el mesero mientras se intercambiaban un mensaje que solo ellos entendían –A mí un frappe solamente por favor- el azabache cerro la carta para después ofrecérsela al mesero que volvió a poner su atención a la orden –Yo quiero dos malteadas de chocolate, una docena de donas, tres rebanadas de pay de gelatina y unos churros de azúcar!- el pelirosa termino con una amplia sonrisa que demostraba un chorro de saliva debido al imaginar todo lo que comería –Y para la señorita?- la última palabra la dijo con un tono burlón que no fue percibido para los chicos, sin embargo la rubia entendió claramente la indirecta–Para mí un capuchino de vainilla y una rebanada de pastel de fresa gracias- dijo con arrogancia mientras le giñaba el ojo al pelinegro que le respondió con una sonrisa lasciva –Excelente, soy Rogue y en un momento traigo su orden- después de esto se retiró con rumbo a la cocina.

-Bien Lucy...- ese tono ese maldito tono de seriedad no significaba nada bueno para la rubia ya que sabía que se venía algún regaño por parte de su hermano –Quiero que me expliques donde estuviste ayer en todo el día y porque no me contestabas?- siempre era lo mismo, el preguntaba y Lucy respondía cualquier tontería restándole importancia, sin embargo fue el pelirosa el que hablo en esta ocasión –Estuvo dándome un recorrido por la ciudad, ya sabes ha cambiado mucho en todo este tiempo- esto sorprendió a los hermanos, pero Gray no se lo creía, después de todo sabia un poco de las mañas que tenía su hermana –Ah sí? Y porque llego ebria y con tu camisa como vestido? Además se supone que saliendo de la escuela iba a llegar a casa y ahí no había señal de ella ni de su mochila- pensaba que así acorralaría al pelirosa pero este no se dejaría vencer tan fácilmente –Ah eso! Es que cuando estábamos en la moto perdí el control y caímos en un gran charco de lodo y ella se ensucio más porque yo traía la chaqueta, entonces cuando llevamos mi moto al taller pedimos el baño prestado para que ella se pusiera mi camisa y dejamos su mochila en el taller para no estarla cargando a todos lados- las risas del pelirosa estaban convenciendo al azabache sin embargo aún faltaba algo por aclarar –Y su ebriedad?- algo dudoso continuo con el cuestionamiento, simplemente quería saber dónde había estado su hermana –Ah pues nos fuimos a beber idiota, pero Luce no aguanta nada y termino muerta! Ni siquiera pude tomar una cerveza- era la mentira perfecta ya que no dejaba clavos sueltos, Gray para confirmar volteo a ver a Lucy la cual asintió siendo parte del plan del pelirosa que demostraba una amplia sonrisa, sin embargo también era falsa, Natsu odiaba mentir y sobre todo al nudista de su mejor amigo –Bien siendo ese el caso muchas gracias hermano- y como si se hubiesen puesto de acuerdo al momento que se dio por terminada la conversación, llego el mesero con las ordenes, sin embargo cuando dejo el pedido de la rubia un pequeño papel se encontraba debajo de la taza la cual paso solo desapercibida para el azabache –Con su permiso me retiro, si se les ofrece algo más pueden llamarme- seguido de esto se fue dejando al trio disfrutar su comida pero Lucy rápidamente leyó el papel tratando de que Gray no se diera cuenta, sin embargo no se percató de que el pelirosa estaba tan atento a sus acciones que alcanzo a leer un "En media hora por la puerta trasera".

Después de una larga charla de cosas sin sentido, había llegado el momento en el que el pelinegro comenzó a sacar su billetera con intención de retirarse -Chicos perdón que los deje pero tengo que ir a trabajar, sirve que aprovechan a ir por la moto y la mochila- el azabache se levantó de la mesa dejando su jarra vacía junto a un par de billetes como parte de su paga y propina –Lucy me marcas cuando estés en casa y a ti ya no quiero verte en ella horno con patas- después de esto se retiró dejando a la rubia y al pelirosa solos en la mesa –Yo también me voy Natsu y gracias por cubrirme aunque no era necesario- estaba a punto de imitar la última acción de su hermano después de haber dejado su cantidad de dinero cuando el pelirosa la sujeto de la muñeca –Vamos Lushy tu y yo podemos dar una vuelta sirve que me acompañas por la moto- este le regalo una amplia sonrisa que hizo dudar a la rubia, pero no, ya había perdido demasiada clientela en toda la mañana, no podía darse el lujo de seguir así –Sera otro día, nos vemos Natsu- y después de esto se fue ignorando los gritos del pelirosa.

-Vamos Rogue no puedes hacerme esto- la rubia estaba molesta, llevaba casi 20 minutos hablando con el pelinegro y este no solo se negaba a pagarle la cantidad exacta de lo que le debía, sino que también la estaba chantajeando –Lo siento preciosa, pero mi silencio te costara mucho más que el cincuenta por ciento de todo esto – abanico el montón de billetes en la cara de la rubia incrementando su enojo –Quiero al menos tres sesiones gratis en cuanto salga de trabajar, así podrás relajarme con tu sabroso cuerpo- seguido de esto se acercó a la rubia lo suficiente para dejarla pegada a la pared mientras apretaba fuertemente su trasero –Sabes que necesito el dinero y eso es pedir demasiado- estaba llegando al límite de su paciencia y Rogue lo sabía así que se le ocurrió otra propuesta –Entonces que te parece una larga justo ahora y aquí?- y dio en el clavo ya que aunque estaba harta, sabía que ya no podía conseguir más así que acepto de mala gana –Pero que sea rápido por favor no puedo darme el lujo a que me vean metiéndome contigo- al ver la aprobación de la rubia, el pelinegro comenzó a desabotonar la playera de la rubia mientras comenzaba a besarla recorriendo toda la boca de Lucy la cual se encontraba masturbándolo por encima de su pantalón provocando que Rogue se encendiera al punto de levantarla haciendo que esta rodeara sus piernas en la cadera del chico rozando fuertemente sus intimidades –Aléjate de ella imbécil!- otra vez, esa voz otra vez estaba metiéndose en sus tratos a la par de diversos golpes dirigidos al pelinegro –Que te pasa imbécil? No te han enseñado a no meterte en los asuntos de los demás?!- Rogue estaba cabreado, no solo le habían bajado la calentura, sino que ahora "su juguete" se encontraba detrás del pelirosa que irradiaba ira –Natsu aléjate, esto no te incumbe- la rubia estaba harta, no podía ser posible que volviera a aparecer este chico estropeando su fuente de ingresos –Cállate Lucy! No puedo creer que hayas venido con este idiota y aceptaras sus asquerosas propuestas! Y tu- ahora dirigiendo su enojo al pelinegro –Solo dale su dinero y lárgate si no quieres que te castre en este momento- el pelinegro solo río divertido por la escena que tenía enfrente –Mira niñito, deberías decirle a tu noviecita que si va a andar vendiendo su cuerpo debe de controlar a su perro guardián- ignorando al par que tenía enfrente comenzó a dirigirse a la puerta con intención de volver a su trabajo –Por cierto Lucy, esto te va a costar más caro así que te veo en mi casa esta noche para desquitarlo y prepárate que estará Sting- seguido de esto lanzo el montón de billetes al aire mientras ingresaba al local con carcajadas dejando no solo al pelirosa, sino también a la rubia furiosos.

-Pero que mierda te pasa imbécil?!- seguido de esto le soltó una fuerte cachetada al pelirosa mientras comenzaba a recoger el dinero del suelo –No tienes derecho a meterme en mis cosas idiota, lo que haga con mi vagina no te interesa así que aléjate de mí y deja de espiar todo lo que haga- después de recoger el ultimo billete camino con el poco orgullo que le quedaba perdiéndose de la vista del pelirosa

-Lucy...- este estaba dispuesto a seguirla pero solo se contuvo golpeando la pared con su puño dejando pequeños rastros de sangre en esta.