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En un auto detenido a pie de carretera se podía ver la silueta de 3 personas, de ellas destacaban dos en la cual, la cara de él azabache y la rubia podrían hacer temblar a cualquiera, en este caso al pelirosa que estaba riendo nerviosamente para tratar de calmar a estos dos ya que posiblemente se desataría la tercera guerra mundial en el coche del pelinegro.

-Como carajos no sabes a donde ir?! Si fuiste tú quien nos arrastró a todo esto maldito horno de microondas descompuesto!- y la primera bomba explotó –Ya te dije que lo olvide! Pero podemos ir a cualquier otro lado- pensó que su sonrisa y tono de tranquilidad en la última parte ayudaría a calmar las cosas, sin embargo solo hizo detonar la segunda bomba –Como mierdas lo vas a olvidar si tú nos dijiste a donde ir desde hace una hora y ahora no solo estamos lejos de la ciudad, sino que también se acaba el tiempo para que Gray este con nosotros!!- la rubia repartía diversos golpes en el pelirosa ya que se encontraba atrás de él siendo más fácil no solo golpearlo, sino también aturdirlo con cada linda palabra que soltaba.

-Ya se!- el pelirosa se levantó rápidamente de su asiento logrando golpearse con la parte superior del auto para en seguida llevarse ambas manos a la cabeza tratando de controlar el dolor mientras los otros dos reían a carcajadas por la escena del rosado. –Que se te ocurrió fosforo? Espero sea algo bueno y no una de tus usuales idioteces- trato de sonar serio pero la risa aún no se alejaba de él dejando ver su comentario como una burla, algo que funciono mejor de lo que tenía planeado –Cállate puto iceberg deforme! Y es la mejor idea que podría existir!- iban a comenzar a pelear de no haber sido por la rubia que los interrumpió -Solo dinos la idea y ya veremos si te matamos o no- el desprecio era notorio y el hecho de que el pelirosa se haya hecho bolita en su asiento solo lo confirmaba –Yo pensaba en ir al parque de diversiones que se encuentra dentro del bosque...- este soltó en un susurro mientras chocaba las puntas de sus dedos de manera deprimente –Parece que al fin usaste la última neurona que te quedaba- el azabache soltó con burla recibiendo varias quejas del pelirosa, sin embargo ninguno noto como el humor de la rubia había cambiado drásticamente dejando ver un rostro lleno de seriedad tratando de ocultar algo mientras esta se perdía en sus pensamientos –Tu qué opinas Lucy? Acaso no te gustaría subirte a la montaña Rusa o a los rápidos?- Se notaba la emoción en Gray, sin embargo al ver a su hermana le extraño que ella no demostraba relación alguna –Oye Luce estas bien?- el pelirosa también había notado el cambio de la rubia la cual por más que la llamaban no respondía, de hecho su semblante comenzó a cambiar ya que Lucy se encontraba temblando y su rostro lentamente iba deformándose hasta que soltó un gran grito desgarrador llevándose ambas manos a cada uno de sus oídos mientras subía los pies a el asiento y se colocaba en posición fetal escondiendo su rostro entre las rodillas mientras lloraba y seguía gritando.

-Oye Lucy cálmate!- Gray rápidamente salió del auto para entrar a la parte de atrás de este y abrazar fuertemente a su hermana la cual se encontraba tan perdida que no reconocía a su hermano así que trataba de alejarlo de ella mediante diversos golpes que Gray trataba de aguantar –Hey Luce resiste!- esa vez fue Natsu que imito la acción del azabache tratando también de detener los golpes de la rubia tomando fuertemente sus piernas evitando que siguiera pateando al pelinegro -Soy yo Lucy! Soy tu hermano Gray y estoy contigo siempre!- ahora la tenía sometida de los brazos con una mano mientras con la otra tomaba su rostro obligándola a verlo –Puedes verme bonita? Estas a salvo con nosotros...- su tono de voz cambio de preocupante a un tono compasivo logrando que la rubia se relajara un poco para después caer en cuenta de con quien estaba lanzándose a los brazos de su hermano a llorar –Tranquila, ya todo está bien...- Gray acariciaba la cabeza de la rubia mientras esta seguía llorando en su pecho, por su parte el pelirosa se encontraba con la mirada perdida entre la tristeza y le ira ya que había conocido una nueva fase de Lucy, una fase que la hacía desmoronarse a tal grado. Fue ahí cuando se decidió el descubrir la razón de esto para poder ayudarla ya que algo que en lo que Natsu era bueno, era en conocer a las personas con solo verlas, y sabía que Lucy no hablaba del tema con nadie, que simplemente lo escondía bajo todas sus máscaras sociales.

Después de que la rubia logro calmarse, decidieron que sería mejor ir a una cafetería a pasar el rato, después de todo a Gray le quedaban 2 horas para ir a trabajar y después de lo ocurrido, el ir a un parque de diversiones quedaba totalmente descartado. En el transcurso nadie dijo nada, los chicos no quisieron bombardearla de preguntas así que prefirieron esperar el momento a que ella se sintiera lista para hablarlo así que solo se limitaron a solo escuchar el viento chocando con la velocidad del auto a través de la ventana.

-Oye Luce ya llegamos- el pelirosa trataba con un dulce tono de despertar a la rubia la cual se había quedado dormida al momento en que comenzaron a entrar a la ciudad –¡Papi cárgame!- de manera divertida fue lo único que respondió la adormilada mientras estiraba los brazos hacia el pelirosa el cual dudo por un momento, pero al sentir tanta ternura la tomo en brazos con sumo cuidado mientras cerraba la puerta con el pie con intención de ir hacia la cafetería, ya después Gray los alcanzaría, después de todo estaba pagando el parquimetraje.

-Señor ya le dijimos que no puede entrar así con esta chica- el gerente estaba cansado, llevaba casi 15 minutos discutiendo con el terco pelirosa el cual se negaba a despertar a la rubia –Solo déjenme entrar! Ya les dije a todos que en cuanto la siente ella despertara! Solo véanla, se ve tan linda durmiendo- esto último lo dijo casi en un susurro mientras veía a la rubia con una cálida sonrisa –Y entendeos que su novia le parezca linda, pero entiéndanos a nosotros señor, no podemos dejar que entre en esas condiciones, tanto por la seguridad de ella como la de los otros clientes y el establecimiento- el sujeto de traje estaba harto pero por políticas de la empresa trataba de controlarse, sin embargo con el pelirosa gritón todo era más difícil y estaba a punto de llamar a seguridad hasta que otro joven se unió a la conversación –Este idiota no es novio de nadie, y la dormilona es mi hermana- Gray demostraba su cansancio ya que no tenia dos minutos de haber llegado y solo pudo ver que tan grande la había cagado el pelirosa sin necesidad de entrar –Ahora la despertó- después de esto vacío una pequeña botella de agua que traía consigo sobre el pelirosa mojando también a la rubia que despertó rápidamente con intención de golpear todo lo que tuviera en frente, en este caso al pelirosa que la tenía en brazos –Porque carajos me despiertas?!- estaba molesta y no le importaba a quien había golpeado anteriormente –Cállate y pide perdón- Gray de manera seria le dio un golpe en la cabeza mientras la hacía hacer una pequeña reverencia para el gerente el cual cansado acepto y los dejo ingresar a la cafetería con la condición de que no generaran más problemas.

Mi vida color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora