Kristen
La temporada pasó entre diversos bailes, mucha gente, muchas pláticas estúpidas y refinadas, veladas musicales e ideas a teatro o a la ópera. Incluso hubo quien me enseñó a jugar póker.
A todos lados iba acompañada de mi madre, sin falta. Y ella para mi desgracia, no se cansaba de querer emparejarme con el que yo ya sabía era su elección para ser mi futuro esposo. Lord Armstrong.
Nos forzó a bailar juntos mucho, en muchos bailes, en varios de los cuales David asistía, y después de bailar con Bruno, David reclamaba mi mano para bailar con él. Y aunque nunca lo dijo, creo que Bruno se dio cuenta de lo que había entre David y yo, pues solo se alejaba con una sonrisa pícara en su apuesto rostro.
Como ya había dicho, él era un buen hombre, y realmente llegó a convertirse en un buen amigo, pero por más que mi madre quisiera, no funcionábamos como pareja romántica.
En varios bailes también me encontré con los Montgomery, con James escoltando a su aniñada hermana Constante y su querida madrastra, pero no me atreví a volver a hablar con él. Más sin embargo sí me di cuenta de la extraña dinámica que llevaban esos dos, James y Lady Abercorn. Ambos llegaban juntos con Constance, pero luego un muchacho se iba a bailar con la hermana de James, mientras él se alejaba de Lady Abercorn y como siempre comenzaba a filtrar con cualquier chica linda, en tanto, ella, se refugiaba hablando con unas damas mayores. Y aunque era lo socialmente correcto, muchas veces me di cuenta de cómo él la seguía con la mirada, siempre pendiente de ella. Y Lady Abercorn, no era totalmente buena escondiendo la mirada celosa que le dirigía a James cada que él bailaba con otra mujer, o la dolida cuando él desaparecía en los jardines con una chica. Y cuando llegaban a estar juntos en alguna plática las riñas eran pan de cada día. Entre dos ya había algo más que simple pasión y deseo, pero su manera tan insistente de gritarle al mundo que se odiaban, me decía que ambos estaban intentando negárselos a sí mismos. Y en realidad a mí me causaba gracia.
- ¿Debería preocuparme que veas tanto a ese hombre? - me preguntó David durante un baile en el que me descubrió mirando a James, ambos estábamos en la pista junto con otras parejas. Yo había temido mucho ese momento, David siempre se enfurecía bastante al hablar de James, y tal vez armara un escándalo, por su bien y el mío esperaba que no, porque simplemente no podía mentirle.
-No debes estar celoso de él, es un... antiguo conocido. -dije simplemente. Aun así, noté como se tensaron sus músculos.
- ¿Antiguo conocido? ¿Del tipo como Lord Armstrong o como Montgomery? -me preguntó, su voz intentaba sonar tranquila, pero me daba cuenta que su enojo estaba a flor de piel. Últimamente David se estaba comportando más territorial conmigo. Quería saber con cuáles caballeros tuve una relación romántica o de cualquier otro tipo, a pesar de que él sabía bien que los únicos hombres con los que estuve fueron él, Hugo Laforet y James Montgomery. Suspiré.
Tal vez no era buena idea decirle la verdad.
-No quiero una escena. -dije simplemente. Y David hizo más fuerte el agarre que tenía de mi cintura. Incluso me hizo gemir de dolor levemente.
-Kristen Anne ¿Quién es él? No quiero repetirlo. - susurró mirándome fijamente a los ojos. Maldita sea, se estaba cabreando mucho.
-Me lastimas...-dije entre dientes. ¿Enserio David tenías que preguntarme eso mientras estamos rodeados de gente? Él de inmediato aflojó un poco su agarré, lo suficiente como para que las varillas del corsé dejarán de enterrarse en mi piel. - David no tienes por qué estar celoso... él ya no es nada para mí y tú lo eres todo.
Me hizo girar a como correspondía la pieza y de nuevo en un segundo volví a estar entre sus brazos con su agarré posesivo en mi cintura. Volví a suspirar. Mi madre sin duda nos estaría viendo.
-Kristen...-susurró. ¡Oh ya al carajo le diría!
-Es James Montgomery ¿Quieres que te lo presente? - sus ojos me miraron severamente, pero no me permití bajar la vista. ¡Ah no! Él tenía que aprender que yo no era una de esas chicas sumisas y estúpidas, ya no más.
David suspiró y aflojó más su agarré de mí, incluso se alejó un poco. Y así continuamos el resto de la pieza, en completo silencio y con él evitando mi mirada. Sabía bien que él estaba viendo a James, y que esté a su vez ni siquiera había notado mi presencia en el baile.
Ambos nos reverenciamos como correspondía y él se alejó, no lo volví a ver en toda la noche.
Bien lo sé, ambos actuamos como críos estúpidos. Pero David debía superarlo. Yo no iba a volver a acostarme con James jamás y si no me creía era su problema.
A los pocos días de ese baile, salió en el periódico el anuncio del compromiso de Constance Montgomery y Lord Emilian Scarborough, al parecer hermano de Lady Abercorn. Vaya si todo lo salía bien a James, todo quedaría en familia.
Ese mismo día, por la mañana fui con Ethan y Sarah a comprar un regalo para Nicholas.
Ellos me dejaron escogerlo. Su primer pony. Nicholas tenía ya un año y medio, ya era tiempo de muchos cambios para él, comenzaba a hablar, ya decía mamá, papá, a mi madre la llamaba "Aby" como diminutivo de abuela, y a mí me decía "Krisy". Ya comenzaba a comer solo, a caminar. Disfrutaba de pintar con los dedos y de jugar en el jardín durante horas ¿Por qué no fomentarles el amor a los animales?
Era un niño hermoso en verdad y muy tierno. Cada día era un regalo el poder ver cómo crecía, como exploraba el mundo en su pantaloncito los cortos. Era la luz de la casa, y el consentido de todos nosotros. Incluso logró aligerar un poco el carácter de mi madre, la cual no dudaba en subirlo a sus piernas para leerle cuentos infantiles por las tardes, cosa que jamás hizo con ninguno de nosotros sus hijos.
Y yo lo amaba. Cómo solo una madre puede, pero también como ninguna madre debería ser forzada a amarlo. En las sombras, en secreto, con dolor porque ante él yo fuera a la que llama Krisy y no mamá. Y a veces me veía tentada a gritar toda la verdad, a decírselo a James, aunque fuera solo para que él reclamará sus derechos y sus obligaciones, estaba dispuesta a pasar una vida atada a él solo si eso significaba tener a mi hijo conmigo. Pero luego miraba a Sarah, tan buena madre, tan cariñosa que era con Nicholas, y como él reía en sus brazos y como la abrazaba. Y todos mis deseos egoístas se derrumbaban. No podía arrebatarle la estabilidad y felicidad que tenía, no a él.
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N/A: lo lamento si sienten que es algo corto el capítulo hahaha pero me quería dar chance de publicarlo hoy :DComents?
Besos :*
Atte. EmmersonJB
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La Amiga (Saga Montgomery #2)
Historical FictionDe "La Madrastra" conocimos a cierta curiosa chica. Bien, conozcamos su historia. La hermosa señorita, Kristen Anne Dawson, es la hija mayor del marqués de Lloyd, un hombre de estrictos valores morales, que siempre se preocupó por que su familia fu...