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Kristen

Paso una semana desde la última vez que vi a David salir de ese baile sin mirar atrás. Una semana en donde reflexioné mucho su actitud. ¿Él tenía miedo de perderme? O ¿Realmente le molestaba el daño que James hizo y el hecho de que yo lo perdonará? En fin, una semana en donde él no me buscó, y yo, pero por supuesto que tampoco.

Pero no aguanté, lo extrañaba. Ya me había acostumbrado a su presencia en los bailes, a su mirada, buscando el momento perfecto para acercarse a mí. Así pues, bajo una excusa me retiré del orfanato en donde esa mañana ayudaba. Estaba sola, a mi madre no le agradaba la caridad y Sarah siempre estaba ocupada, así que me fue fácil irme. Tomé un carruaje de alquiler y me dirigí a la parte oeste de la ciudad con solo una dirección en mente. Pronto me di cuenta de que la consulta de David estaba más cercana a mi casa de lo que pensaba. Y eso me alegró.

Su nueva casa era más amplia que la anterior de Gloucester, de fachada blanca y enrejado negro, con el número veintiocho en la puerta al lado de la placa que indicaba la especialidad de David.

Al entrar fui recibida por Chelsea, la enfermera que trabajaba con David cuando lo conocí. Me alegré de verla, y ella me reconoció de inmediato, aunque era bastante discreta, no menciono el hecho por el cual estuve bajo su cuidado.

-El doctor Copley está con una paciente, pero en seguida se desocupa...-me decía ella mientras me guiaba a la que parecía una sala de espera. -...Él se alegrará mucho de verla, últimamente no para de hablar de usted ¿Gusta tomar algo mientras espera mi lady?

Yo negué. Vaya ¿Así que él hablaba mucho de mí? Aunque tenía mucha curiosidad de preguntarle a Chelsea a qué se refería con eso, lo dejé ir. Preferí hondar en otros temas.

-Dime Chelsea, el doctor Copley ¿Ha tenido mucho éxito aquí en Londres? -pregunté.

Ella sonrió de inmediato.

- ¡Oh sí señorita! Hemos tenido muchas pacientes, muchas de la nobleza, en especial una...-dijo, pero de pronto se interrumpió y me miró nerviosa.

- ¿En especial quién? -pregunté presionando un poco. Sabía que Chelsea era mala mintiendo.

Me estaba preocupando, ¿Sería que David estaba viendo a otra mujer?

- ¡Oh señorita Kristen! Hay una tal Lady Buffer, no sé si tengan algo, pero ella viene mucho a la consulta, bajo dolencias sin sentido, y es muy coqueta, aunque el doctor Copley siempre es un caballero y la rechaza, yo lo he visto, y sé que el doctor Copley se ha enamorado de usted, en serio la ama, ojalá viera la felicidad en su rostro cada que recibe una carta suya, o cuando regresa de un baile en donde usted también asistió, pero...-oh la pobre chica estaba roja de nerviosismo.-...pero es un hombre después de todo, y ella es muy insistente.

Ahora yo me estaba cabreando...mucho. ¡Una de sus pacientes quería acostarse con él! Y ¡Oh claro que conocía bien a Lady Buffer! Esa zorra, estaba casada con un veterano y siempre buscaba a cualquier hombre que quisiera follarla. No estoy segura de que expresión tenía mi rostro en ese momento, pero Chelsea me miró con miedo y de inmediato se arrodilló ante mí.

- ¡Lo lamento señorita! No debí haber hablado, el Doctor Copley la ama, de eso estoy segura ¡Oh por favor no le diga nada! Me despedirá si lo hace...-me rogó. Y yo suspiré.
- ¿Estás diciendo que él me es infiel? - le pregunté. Ahora más que nunca debía hablar seriamente con él.

-No señorita, el doctor siempre me tiene presente con él cuando ella viene a consulta...-me dijo apresuradamente. -...pero ella siempre quiere que la deje sola con el doctor. Señorita Kristen, usted me agrada. Por eso se lo digo, si lo ama, cuídelo.

La Amiga (Saga Montgomery #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora