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Después de la cena, los chicos habían decidido ver una película. Sun-hee, como una buena prima, propuso ver una peli de terror. ¿Acaso me olvidé mencionar que a Luna no le gustan las pelis de terror?

Bueno, no le gustan. Y si no puede dormir después de haber leído la sinopsis, imagínense la película.

Ella estaba lavando los platos cuando los demás eligieron está, Jackson les había preguntado si a la muchacha le parecía una buena idea a lo que Sun-hee respondió "No te preocupes ella ama este tipo de películas".

Solo digamos que durante toda la película, Luna tenía su cara escondida en el pecho de Jackson porque estaba a punto de morir de miedo.

Después de que terminó la peli...

-¿Vamos amor?- dijo Mark a su novia, tomándola de la mano para ir a su habitación a dormir.

-No, Sol te quedas conmigo.
-Lo siento, Lu. ¿Por qué no vas con Jackson?- le respondió guiñándole un ojo para luego salir corriendo del living con su novio detrás, dejando sola a la pobre chica en el living. Todos se habían ido a sus habitaciones, excepto por Jackson que había ido a tomar agua a la cocina.

Así que ahí estaba Luna, sentada en el sillón con sus piernas abrazadas a su pecho y con la única luz siendo la que provenía de la cocina.

Cuando el rubio volvió de la cocina, pudo ver a su novia sentada en el sofá mirando frenéticamente a todos lados.

El sabía que no iba a ser una buena idea ver esa película.

-Jagi- la llamó. Luna dió un pequeño respingo en su lugar ya que la voz de Jackson la había asustado.
Pero a penas el shock inicial había pasado, fue corriendo hacia el abrazándole enrollando sus piernas en la cintura del chico y sus brazos alrededor de su cuello.

Si hace dos meses le hubieses pedido a Luna que haga eso, te diría que pesa demasiado y que tendría miedo de quebrarte la espalda. Pero desde que está con Jackson, se siente más segura de sí misma y eso es difícil si tenés a un chico como Jackson Wang de novio. Pero eso era justamente, un chico como el la había elegido a ella.

-¿Puedo dormir en tu habitación? Sol me abandono.

Jackson le sonrió tiernamente, ya sabes esa sonrisa donde no muestra sus dientes pero sabes que es genuina por cómo te mira.
-Claro, bebé.

Así que, aún con Luna colgando de el como un koala, subió las escaleras en dirección a su pieza y al llegar la recostó en la cama, se quitó su ropa para ponerse unos shorts de pijama y luego se acostó junto a ella abrazando a la latina por la espalda.

Luna pudo dormir esa noche gracias a el calor y seguridad que Jackson le brindaba. Con el allí, ella ya no tenía miedo...

𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐬𝐨 𝐜𝐮𝐭𝐞 • JACKSON WANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora