¿Coincidencia?

Capitulo 16 - "Cena"

"They say all good boy go to heaven, but bad boy bring heaven to you"

¡No podía ser! Una cena ¿En serio? Que estupidez.

Yo ya tenía mis planes: Iría con Daniel a comer, me emocionaría, hablaríamos y me llevaría a casa. Pero no, nada me sale bien.

Ya que lo pensaba, si le había dicho a mi madre que tenía una cita ¿Cómo se le ocurre decir que vamos a comer ese mismo día? Además, a un restaurante; podría haber sido muy fácilmente en mi casa o en la de los Anderson.

¿Cuándo planearon eso? ¿Cómo me enteraba ahora?

Me despedí de Thomas entre dientes, y como furia, camine hacia mi casa.

Abrí la puerta de mi casa como un tornado - ¡Mamaaaaa! ¡Mamaaaa!

Mi madre bajó rapidísimo por las escaleras con su pijama puesta.

-¿Te pasó algo, hija? ¿Estas bien?

Negué con la cabeza con rabia y me crucé de brazos.

-¿Una cena? ¿En serio?

Mi madre sube sus cejas perfectamente depiladas y me mira con sorpresa.

-¿Te enteraste?

-No, ma, no me entere, solo lo dije porque leo mentes.

Mi madre puso cara de póker – No hay necesidad del sarcasmo, Rebecka – Ella empieza a caminar hacia la cocina mientras bosteza.

La empiezo a seguir con pasos demasiado fuertes para intensificar mi ira. Cuando estoy enojada soy una persona completamente diferente, y algo que me enoja más es que cambien mis planes.

Esa iba a ser la primera cita con Daniel y con lo que había pasado hoy, sería perfectamente para calmar los humos... y olvidarme de Nate.

Mierda, Becka, deja de pensar en él ¡No ahora!

Ahora que lo pensaba, el nombre Nathaniel y Daniel son nombres muy parecidos. Perfecto, cuando piense en Daniel también pensaría en Nate.

Moví mii cabeza para dejar de pensar en eso y me enfoqué en mi madre.

-Ya tengo planes – Y sí, aun los tenia y no iba a cancelar.

-Oh, qué ya veo... - Asentí mirando a mi madre sacar una botella de agua de la nevera – Ahora tendrás que cancelar.

Abrí mis ojos como platos y la boca indignada.

-¿Qué? No, ma, yo no voy a cancelar.

Mi madre me miró, abrió su botella de agua y bebe lentamente. Ella siempre hace eso, siempre piensa que tiene todo el tiempo del mundo. Desde que yo era pequeña ella tenía la costumbre de acabar con las conversaciones con un "Yo mando, y así se queda el asunto".

Mi madre, Joyce, entrecerró los ojos - ¿Qué te pasa, Becka?

Pasé junto a ella ignorándola, abrí la nevera y agarré una botella de agua para mí.

-No me pasa nada madre, yo ya tenía planes.

Ella se volteó para mirarme – Y yo te dije que cancelaras.

-Pero, - Mi madre me fulminó con la mirada – Pero...

-Becka...

Metí rápidamente el agua a la nevera devuelta después de tomar un sorbo.