N/A: Tenía planeado escribir este capítulo entre semana, pero ayer estaba en mi cama pensando - así súper deep -y se me ocurrieron muchas ideas así que pues... aquí está xd.Feliz ¿lunes?
"It's like I'm the universe
and you'll be N-A-S-A."
-Ariana grande/ NASA
El agua, que le agradecía a Dios, no estaba completamente helada, me recibió al momento en que entré al agua. Mi cabello al igual que mi ropa se había llenado de agua y ahora yo estaba completamente emparamada.
Salí y respiré.
-¡Agh! ¡Me pagarán esta! – dije mientras tiraba agua a ningún lugar en específico con mis manos.
Muchas risas se escuchaban al unísono con el agua. Con mis manos, quité el exceso de agua de mis ojos para poder abrirlos.
-Que pesar, estaba vestida y todo – escuché a Mac, quien estaba allí adentro también.
-Gracias, por lo menos uno tiene consideración sobre mí – dije, mirando a Mac. Él me sonrió tiernamente y le devolví la sonrisa – mientras ustedes, – dije, tratando de agarrarme de algo porque la piscina era un poco honda – me tiraron ¡cual costal de papás!
Un poco de agua entro por mi boca. Perfecto, parecía que me había tirado a la parte más honda de la piscina. ¿¡Acaso podían ser más descarados!? Traté de seguir hablando pero no podía porque el agua en mi boca a duras penas me dejaba respirar. Tratando de salvarme a mi misma, empecé a mover mis manos a todos lados como un perrito en el agua.
Sí, seguramente parecía un perro ahogándome.
-Ven te ayudo, no queremos lidiar con un cadáver a media noche – escuché la voz de Nate.
Sus manos agarraron mi cintura y me levantaron en el agua. Por necesidad, solo por eso, mis pies instintivamente se montaron en sus caderas para que pudiera cargarme con facilidad. Pasé de perro a ser un niño de 5 años, ya era un avance.
-Vaya, que considerado de tu parte – dije, sarcástica hacia su comentario anterior.
Miré a su cara, la cual estaba esculpida por los dioses, y me tomó unos segundos en darme cuenta lo cerca que estábamos. Sus manos en mis cintura, las mías envueltas en su cuello, al igual que mis piernas en su cadera. Su rostro estaba cerca al mío, tanto que hasta podía ver algunas goteras de su cabello caer al agua. Su cabello que naturalmente era castaños, ahora se veía negro y oscuro por la humedad y por la escasa luz.
-Además te aprovechas de la situación – añadió con tono arrogante. Rodeé los ojos y alejé su cara de la mía.
-Solo llévame a la orilla – dije, demandante, aunque probablemente debí haber sonado como una niña pequeña pidiendo dulces. Bueno, mis comparaciones eran muy mediocres pero así me tienen que aceptar.
Miré a Nate quien no había movido ni un músculo.
Levanté las cejas, exigiéndole, pero él solo sonrió con malicia.
-No.
Empecé a mover las piernas para a si guiarnos a la orilla de la piscina. Oh, sí, si él no nos iba a llevar, yo lo haría. Mis pies, tan amotros como yo, dieron un movimiento en brusco pegándole a su... bueno, a su parte intima. Nate dio un grito y soltó mi cintura para si acudir al rescate en su zona baja.
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¿Coincidencia?
Novela JuvenilLa mayoría de las personas creerían que una mudanza sería el escape a todos sus problemas, ¿no? Pero, para mí, no. Tuve que dejar a mis amigos, mi familia, mi vida -mejor dicho todo - para mudarme a San Diego. Por lo menos pensé que tendría un buen...