¿Ese es el nuevo?

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La escuela por adentro siempre era tan ruidosa, agh. Odiaba con toda mi alma las voces altas, los sonidos que reventaban los oídos generalmente.

Miraba todo a mi alrededor, intentando visualizar a la persona que hacía mis días más alegres de lo que eran. Pero sólo lograba ver a chicas en grupo hablando de tonterías sin sentido, a los amigos inseparables, y... A la típica parejita feliz de la vida dándose amor por doquier. ¿Acaso no tenían otro lugar? Ugh.

¿Donde estarás, JiSung?

Me pregunté poniéndome nervioso y rascándome la nuca en señal de estar molestándome más de lo debido. Es raro, él suele llegar puntual a las clases y no hace pellas en horario lectivo.

Suspiré cerrando los ojos y me dirigí acelerando los pasos hasta mi taquilla asignada desde a principios de curso. Una vez delante de esta, la abrí; varias cartas salieron volando hacia el suelo.

- Aish, ¿de nuevo? -susurré gruñendo al final mientras me agachaba para tomar las cartas de amor que las chicas echaban por las rendijas de la taquilla.

Una me llamó la atención, por lo que en vez de tirarla, decidí guardarla entre las hojas de un cuaderno cualquiera, pero la curiosidad me mataba y la saqué del sobre color verde, después la desdoble, leí el contenido.

¡Hola amigo del alma!
Te estarás preguntando: ¿Qué hace este escribiéndome una carta como mis admiradoras? Fácil, mañana no puedo ir porque... Tengo que ir al hospital por unos chequeos(? Vale no, contigo no puedo mentir.

¿Te acuerdas de MinHo, el chico de dos grados superiores al nuestro? Pues quedé con él, ¡iremos al zoológico!

Espero que no me mates el próximo día que nos veamos.

Con amor, el mejor amigo del mundo entero <3 ♡

En la esquina superior, venía la fecha de cuando la escribió; era la de ayer. Di la vuelta a la hoja, estaba en blanco.

Entonces, ¿quiere qué le cubra diciendo al profesor lo del hospital? La idea no me agradaba, pero era mi mejor amigo y le ayudaba en todo... Qué le ibamos a hacer.

La sirena anunciando el inicio de las clases, inundó cada parte del edificio, también así mis tímpanos murieron.

Con cansancio y pereza máxima, moví los pies para ir a la primera clase del día; Literatura, una de mis favoritas.

El salón no se encontraba muy lejos, por lo que llegué bien de tiempo y me dio suficiente para sentarme tranquilamente, pero el ambiente me pareció extraño. Ninguna chica se me acercó, y eso era raro por el hecho de que siempre alguna lo hacia soltando suspiros de amor incondicionales. ¿Había algo qué no sabía? Casi siempre, por no decir siempre, era el último en enterarme de los cotilleos.

Intenté agudizar los oídos por varias chicas que murmuraban entre sí; su conversación me sería útil y de eso estaba seguro.

- Dicen que el chico nuevo estará en nuestra clase, qué ganas tengo de verle en persona, varias amigas me dijeron lo lindo que es. - ¿Chico nuevo? ¿En mitad de un curso? ¡Yo soy el más guapo de clase! ¿Ahora vendrá uno para quitarme el puesto? Más le vale a ese cobarde no hacerlo.

Un gruñido involuntario, escapó de mis labios mientras hacia puño mi mano sobre la mesa. En ese instante, se escuchó la puerta abrirse, y seguido de eso, la voz prepotente del profesor Kim. Alcé la mirada intentando relajarme.

Frunci el ceño al fijarme que la puerta estaba todavía sin cerrar completamente. Ah sí, es verdad, se presentará el nuevo compañero. A ver si se atreve a reemplazarme el mocoso.

- Entra y preséntate, ya están calmados estas fieras. - siempre nos decía así y no los tomábamos para bien.

Un chico más o menos de mi altura, pálido, de pelo color rojo burdeos, se hizo visible en el marco de la puerta, este caminó hasta el centro del salón para ahí pararse y observarnos con detenimiento con una gran sonrisa plasmada en sus labios. Vale... Admito que es lindo, sólo eso.

- ¡Hola a todos! Soy Kim SeungMin, espero llevarme bien con todos vosotros~ - dijo con voz tierna y bastante animada para mi gusto.

- Bien, SeungMin, puedes sentarte en alguno de los dos sitios que hay libres, es tu decisión. - el mencionado asintió aún con esa maldita sonrisa tan tierna que tenía y miró... En frente mío.

Me había olvidado de eso, un asiento sin persona estaba delante mío. ¿Tendría la mala suerte de tenerle de vecino?
















Hola~ si veo que esto tiene apoyo, subiré el siguiente capítulo :')

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