- ¡Chicos, es el mar! ¡Ya estamos llegando a nuestro destino de vacaciones! - el más menor de mi grupo de amigos, gritó emocionado señalando através de la ventana del coche el océano.- Ya has visto más veces el mar, JeongIn. Pareces un niño pequeño. - todos rieron por el comentario de JiSung mientras el mencionado por él formaba un puchero en su rostro molesto.
- ¡No lo soy, hyung! ¿Acaso no puedo estar feliz de volver a verlo? - cuestionó sacándole la lengua.
El acontecimiento era divertido de observar, por eso me mantenía atento a la vez que bebía de mi botella de Coca-cola.
- Sí, sí. - hizo la misma acción que JeongIn para este, así comenzaron una competencia de sacarse la lengua.
¿Aquí ya se acababa la discusión? Qué aburridos eran. Yo le seguiría un poco más el rollo hasta que se enfadara y me lanzara insultos. Lo más importante era que en una hora o menos, ya estaríamos en Busan disfrutando de la brisa marina refrescante.
Como la escuela terminó dando paso a los días libres de verano, mi grupo de amigos decidió un viaje de una semana entera a la ciudad natal del más menor de todos. JeongIn estaba muy feliz de reencontrarse con sus padres ya que nos hospederíamos en su casa.
Mi intención era estar con mis amigos y divertirme lo máximo posible con ellos durante los siete días sin obligaciones de papá y mamá.
Mi mirada se dirigió a la persona que se encontraba a mi lado dormida. Una sonrisa instantánea apareció en mis labios. Con ganas de hundir mis dedos en su mejilla regordeta, llevé el índice a esta y lo hice muriéndome de ternura interiormente. A los treinta segundos apróximadamente, Minnie se removió apoyando su cabeza en mi hombro para seguir en el mundo de los sueños. Mi lindo bebé tan adorable, me lo comería con patatas fritas.
- Pss, HyunJin, mira aquí. - reconocí la voz de ChangBin hyung susurrada y giré la cabeza atrás intentando no despertar a mi novio.
La escena que mis ojos veían, era una única y muy tierna; Felix también dormido, tenía la cabeza recostada en el hombro de su hyung favorito. Lo mejor es que el australiano está enamorado de él y viceversa. No se lo quiere decir aunque ya se haya dado cuenta el mayor.
- Nunca imaginé que esto ocurriría... Parece un sueño... - habló bajo sonriendo, se notaba a miles de quilómetros lo mucho que le gustaba.
Lo tenía que fotografiar.
Saqué el teléfono del bolsillo, activé la cámara, bajé el volúmen e hice la foto. Luego se lo mandaría a Binnie hyung para que la tuviera de recuerdo.
Retomé mi postura inicial, volviendo a admirar las facciones suaves y delicadas de la cara apacible de Minnie durmiendo. Un bostezo involuntario se me escapó.
El resto del camino que queda hasta la costa de Busan... Creo que echarse una pequeña siesta, no estaría mal.
Me acomodé recargando la cabeza en un sitio cómodo, crucé los brazos y cerré los párpados algo pesados. En cuestión de un minuto, ya me dormí.
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- Pero hay que despertarles, hemos llegado y tienen que hacerlo.
- Hyung no sea así, se ven tan lindos dormidos, ¿no te da pena levantarles? Hacen una pareja realmente encantadora como las de los cuentos de hadas.
- Lo sé, pero no me andes con excusas para evitar que les despierte. - escuché varias voces lejanas hablar entre ellas, parecían ser las de Chan y MinHo hyung.
¿Habremos parado en casa de JeongIn ya? Esa pregunta me la respondí por mi mismo porque no oía el estruendoso sonido del motor del auto, en vez de eso era el lento oleaje del mar.
Intenté hacer el amago de abrir los ojos lográndolo. Me asusté al visualizar de inmediato siete pares de orbes grandes en Minnie y yo. Somnoliento y sorprendido pasé una mano por toda mi cara.
- ¡HyunJin despertó! Sólo falta SeungMin~. - habló tan alto que despertó al menor apoyado todavía en mi hombro; él pegó un brinco.
- Ah... Qué ruidosos son... - soltó bostezando y rascándose la nuca.
- A la noche dormireis más, ahora hay que sacar las maletas del maletero y dejarlas dentro de la vivienda. - todos asentimos a lo dicho por los dos más mayores al unísono.
Con pereza puse al aire el trasero, fui al equipaje y tomé mi gran enorme maleta de sólo... Una semana, jé. Parecía que me iba al ejército con tanta ropa. La agarré del asa que se sube para moverla mejor y así me adentré al chalet. Cuando entré, visualice al menor del grupo en un abrazo de oso con sus padres; tan tierno.
Sentí una mano dar una palmada en mi espalda, me giré veloz encontrándome a WooJin hyung sonriéndome mientras sus ojos estaban en Innie. A él también le causó ternura. Conectamos miradas entre los dos.
- ¿Dónde deberíamos dejar exactamente todo esto? - se escuchó a Felix trayendo su pertenencia consigo refiriéndose a las nueve maletas.
Ahí JeongIn se distanció de sus progenitores y nos guió hasta un pasillo bastante ancho y espacioso. Había por lo menos cinco habitaciones.
- Este es mi cuarto. - señaló una puerta a un costado suyo. - Los demás tienen dos camas; dos de ellos con baño incluido... Dormir con más os sentais agusto. - explicó terminando con una sonrisa abierta en la que podíamos notar su aparato metálico pegado a los dientes. - ¡Por la noche nos reuniremos en el mío, quiero una pelea de almohadas! - gritó ilusionado, nosotros reímos alto y claro.
Esta noche sería una de las mejores que tendríamos los nueve juntos.
Hello~ Aquí os dejo el penúltimo capítulo del fic :3
Realmente estoy feliz de que apoyeis esta historia ㅜㅜ 💝
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Dulce Aroma. →HyunMin←
No FicciónHwang HyunJin, el chico más lindo de su clase, es opacado por el nuevo alumno. Kim SeungMin, siempre lleva consigo un aroma único impregnado en su piel.