𝑃𝑎𝑝𝑖 [Yoonmin] #1

🌸Capítulo 22.🌸

Taehyung y Hoseok iban en el asiento del copiloto mientras Seokjin y Jungkook iban en la parte trasera con Yoongi y SunHee. Cuando encontraron un lugar bajaron a cenar.

La cena trascurrió divertida, los chicos se habían llevado de maravilla y parecía que algunos más que otros.

—¿Entonces? Creo que es más seguro si los llevamos, es tarde, no puedo dejar que se vayan solos —habló Namjoon mientras miraba a Jin y a Jungkook.

—Gracias —Seokjin respondió sonriente para el moreno.

Subieron de nuevo en el auto, los mismos lugares que cuando bajaron a cenar. Namjoon y Jin intercambiaron números, también el penoso y sonrojado Jungkook cambió número de teléfono con Taehyung.

—Cuando Jimin regrese de Busan tenemos pensado hacer una pequeña reunión —Yoongi dijo, Seokjin asintió alegre.

—El martes es mi día de descanso en el restaurante, si puedo asistir y Kookie se quedará conmigo toda esta semana así que ahí estaremos —sonrió.

—Estamos en contacto —les dijo.

Los chicos se despidieron. Esperaron a que estos entraran en casa para partir a casa de Yoongi.

—¿Se durmió?

—Desde hace un largo rato —Yoongi miró a SunHee que dormía en su pecho.

—Es encantadora, hyung —dijo Taehyung sonriente.

—Lo es. No pensé que tendría una hija en estas condiciones, pero estoy feliz, me hubiera puesto triste si el supuesto verdadero padre de SunHee aparecía cuando yo ya la quería y a Jimin también.

—La quieres mucho —afirmó el moreno.

—Claro que sí. Es mi hija, de alguna forma la sentía como tal.

—Estamos muy felices por ti, hyung. Parece que tú y Jimin tienen algo y nos alegra mucho, ya es momento de que tú también disfrutes de tu vida y no solo te la pases en oficinas y corriendo en busca de empleo —Hoseok habló ahora.

—Estoy agradecido con Jimin por el empleo en la pastelería de su madre, pero necesito seguir buscando, me gusta lo que hago ahora, pero tengo una hija, yo también tengo que ayudar con el dinero, Jimin ya lo hizo por su propia cuenta en estos últimos cinco años.

—Eres un buen padre —Hoseok le sonrió.

—Gracias chicos.

—SunHee en verdad te quiere y lo podemos notar en la forma en la que te mira, en la forma en la que sus ojitos brillan cuando la hablas o la miras —Namjoon sonrió.

—Ella sabía de mí antes de que yo supiera de ella y no lo creerán, pero sus cumpleaños anteriores al soplar su velita su único deseo era conocerme y que yo la quisiera como tal... Eso es... ¡Guau! Ella pudo pedir un unicornio o un perrito, pero su único deseo era esto —dijo melancólico mientras sobaba la cabellera azabache de la dormida SunHee.

—Ellos dos han pasado por mucho, es justo que tú hagas algo ahora.

—Quiero intentarlo con Jimin, los últimos años no lo había podido borrar de mi memoria, suena raro, pero es real, su recuerdo estaba ahí, lo recuerdo como cuando despertamos en la bañera... Su cabello rosa lo hacía mirarse tan malditamente bien y ¡Mierda! Si que era jodidamente ardiente —sonrió un poco ante el recuerdo—. Cuando apareció en mi puerta con una versión más madura, ¡Diablos! Rápidamente lo reconocí. Había cambiado, su cabello ya no es rosa, ahora es rubio y sigue estando hermoso... Maduró mucho, su apariencia de padre me mata, me hace querer estar con él y con SunHee por el resto de mi vida... Crear una familia, tener más hijos. ¡Joder! Nunca hubiera pedido esto con otra persona... Y no se burlen de mi después de esto.

Los tres estaban cautivados con lo que Yoongi recién había confesado, ellos estaban felices, Yoongi también había pasado por mucho, le iba mal en los empleos y por causa de eso nunca tenía tiempo de intentar estar en una relación. Una vez lo intentó, que mal terminaron, su exnovio lo quería con él todos los días, no permitía que Yoongi se acercara a ningún otro hombre, ni a sus amigos porque él creía que Yoongi le era infiel. Sin duda, una relación toxica, Yoongi mejor decidió renunciar a las citas y concentrarse en ganar dinero para dejar de depender de sus padres y al fin vivir su vida de adulto.

Pero Jimin y SunHee aparecieron en su vida dándole un vuelco a sus palabras, queriendo todo lo que una vez juró no volver a tener con respecto a las relaciones y sus pensamientos de nunca tener hijos. Eso estaba bien, al fin era momento de que Yoongi volviera a tomar el control de su vida, pero ya no estaría solo, ahora lucharía por Jimin y su hija, trataría de mejorar en todos los sentidos posibles, ya sea por su imagen, su vestimenta, su empleo, su vocabulario. Cambiaría todo, debería madurar por SunHee, su pequeña... El solecito de cinco años que se encontraba durmiendo plácidamente en su pecho.

Yoongi la miró sonriente. Si que la quería, en poco tiempo su amor hacia la pequeña había crecido. Ella era hermosa e inteligente, sus labios y mejillas eran casi igual a las de Jimin, pero también tenía un parecido con él ¿Por qué no lo notó desde el principio? Tal vez era porque no quería creer que fuera así cuando todas las respuestas estuvieron frente a él, o inconscientemente lo sabía, pero tenía demasiado miedo para afrontar la realidad.

Yoongi la movió un poco para apreciarla mejor. Su cabello era negro, tan negro como el de él, Yoongi no llevaba ningún tinte en sus cabellos así que el parecido de los dos era muy obvio. Los ojos de SunHee eran tan pequeños como los de Yoongi y algunas expresiones eran similares, SunHee arrugaba la nariz cuando algo no le agradaba, justo como Yoongi hacía.

Era sorprendente que ella haya adoptado esa expresión pues nunca convivió con Yoongi físicamente. Sus manos eran igual de pequeñas y gorditas que las de Jimin, sin duda, era una niña preciosa con la belleza de sus padres, ella era una combinación entre Yoongi y Jimin. La combinación perfecta, la pequeña era hermosa en toda la extensión de la palabra.

El auto paró, Yoongi les agradeció. Hoseok bajó para ayudarlo abrir la puerta de su departamento y luego regresó al auto. Los tres chicos se despidieron. Yoongi dejó a SunHee en la cama y buscó su pijama entre su mochila, cuando la encontró, la desvistió y le colocó el pijama, pronto la acomodó y entró al baño para colocarse el de él y regresar con ella. La pequeña dormía, Yoongi sonrió mientras la abrazaba para luego apagar las luces y quedar dormido con la pequeña en brazos.

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