Capitulo 26

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Siento unos ojos azules mirándome con una gran intensidad desde el otro lado del aula de clases. No tenía que voltearme para saber quién era la dueña de esos ojos. Estaba tan acostumbrada a que esos hermosos ojos color mar se quedaran sobre mi. No se porque siempre me mira pero la verdad no me importa tanto porque me encanta que me preste atención. Le he dejado más que claro que no quiero ser su amiga con todas las veces que la he ignorado indirectamente, y ha dejado de insistir mucho pero ahora siento su mirada en cada clase que estamos juntas. Si no fuera porque su heterosexualidad frota por los aires pensaría que está tratando de acercarse a mi por otros motivos que no tienen nada de que ver con la amistad. Aveces me ilusiono un poco pensando que esa teoría pueda ser posible pero luego veo su actitud en el colegio y me decepciono cada vez.

Muchas veces hemos chocado miradas como por arte de magia pero la mayoría las causo yo, y nos quemamos mirando fijamente como si fuera una batalla de mirada y la que lo quite primero pierde. La verdad es que la mayoría de veces he perdido yo y todo por mi estúpido corazón, ya que siempre se me acelera de más cuando estoy cerca de ella o en la guerra de miradas. Y esta no será una excepción. Me volteo y encuentro la mirada de ella mirándome fijamente, y conectamos nuestras miradas, verde contra azul, azul contra verde. Cuando hacemos esto todo desaparece alrededor mío, solo existe la persona de esos hermosos ojos azules y yo. Nuestra batalla de miradas seguía, ella no la quitaba y yo no tenía pensado en quitarlo todavía, no si mi corazón esta bombardeando bien. Luego vi como una pequeña sonrisa comenzaba a notarse en la comisura de sus labios, esos hermosos labios que anhelo por probar algún día. Su sonrisa se agrandaba cada vez más y mi corazón comenzaba a bombardear tan rápido que sentía que se me iba a salir. Y tuve que quitar la mirada rápidamente antes de que terminara por sonreír completamente aunque se que a esta altura, su sonrisa está destellando en el otro lado del aula. Lo peor y lo mejor que te puede pasar es que la persona que te gusta te sonría, mueres pero revives al mismo tiempo, eso es lo que me pasa.

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Tengo muchos secretos pero hay uno en especial que nadie lo sabe, ni Lincoln, ni Costia. Había besado a Clarke en la fiesta de graduación. Bueno... algunos dirán que me aproveche de ella y de su situación pero no me lo tome así cuando me correspondió a cada caricia, y fue ella la que me besó primero. Ella había ido con un chico del colegio a la fiesta y yo había ido con Lincoln, aunque quería ir con una chica que había conocido en el Bus pero sería muy obvio si iba con ella ya que en ese tiempo nadie sabía de mis preferencias sexuales. El punto es que la fiesta estaba muy caliente, todos bebían como locos como si fueran a morir mañana, y entre esos locos estaba Clarke. Ella estaba hermosa ese noche, tenía un vestido negro que dejaba toda su espalda al aire libre y un pequeño escote que dejaba ver un poco. La busqué con la mirada y vi que estaba pidiendo otra bebida en la barra, la examiné de pies a cabeza, y al parecer se dio cuenta y se volteó mirándome. Comenzamos nuestra batalla de miradas como siempre y como siempre perdí yo. Me encaminé al baño ya que necesitaba despejarme un poco de su penetrante mirada. Cuando estaba en el baño, la prueba se abrió y esperaba a cualquier persona menos a la persona que me tiene así. Yo no dije nada y ella tampoco dijo nada, solo se acercaba a mi peligrosamente mientras yo retrocedía lentamente hasta que mi espalda chocó con la fría pared del baño. Ella seguía acercándose a mi como si tuviera un objetivo, y yo solo me paralice ahí apreciándola. Cuando estaba lo suficientemente cerca de mi y que podía sentir su respiración chocar con el mío, habló.

-Estás hermosa hoy Lexa.- dijo con una sonrisa de las grandes. ¿Que se suponía que debía de decir? Yo era la chica tímida en aquel tiempo, probablemente me hubiera desmayado pero suerte que no lo hice.

-Ummm... Tu... Tu también estás... Te ves bien.- dije tartamudeando lo cual fue ridículo y haciéndome sonrojar.

-Te ves aún más hermosa cuando te sonrojas.- dijo y pude sentir el olor a alcohol que salía por su boca. Estaba borracha, Clarke estaba borracha y por eso me decía todas esas cosas.

Volviste A Mi - (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora