"E s a p e r s o n a"

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Se miró al espejo por última vez, pensó por un leve momento que tal vez era mala idea.

Negó con la cabeza. Llevaba ya un mes sin beber o salir a divertirse, se lo merecía. Además, ya le había preparado la cena a Yoongi y no es como si a este le fuera a pasar algo malo en todo caso, la seguridad del edificio era buena y ya casi cumplía dieciocho años. Si. Podía cuidarse solo. Nada le pasaría.

—Señor Jung, lleva casi veinte minutos haciendo muecas raras frente al espejo ¿se encuentra bien? —Una vocecita ni muy aguda ni muy gruesa lo interrumpió.

—Si. Estoy bien. Voy a llegar muy tarde así que por favor no me esperes despierto ¿si?

—De acuerdo. No tiene que preocuparse por mi. Trate de no beber en exceso y cuídese mucho por favor.

—¿Y desde cuando tú eres el que me cuida?

El chico hizo un gesto enojado.

—Que sea un adulto no significa que no cometa errores—Habló bajito con el objetivo de que su mayor no lo escuchara, pero igual lo hizo.

—¡Oh dios mío! —exclamó—La escuela te esta haciendo un mal, si hace unas semanas eras todo tímido y adorable.

—Sólo estoy preocupado por usted —el pálido bajo su mirada hacia sus pies —¿qué tal si le pasa algo malo?—Susurró.

Jung sonrió, tener a alguien en casa preocupándose por si el regresa era tan sobrecogedor.

—Estaré bien, no beberé demasiado y te haré caso —Revolcó los cabellos del más chico —lo prometo —Reafirmó antes de salir de su habitación para dirigirse a la puerta de su casa.

  —Entonces adiós, Señor Jung —se despidió una vez en la puerta.

—Adiós Yoongi —le sonrió—¡Ah! Y no te preocupes. No traeré a más chiquillos como tú —Se burló antes de salir con rapidez de la casa.

El rubio se quedó mirando a la puerta unos cuantos minutos con los ojos entre cerrados en puro enojo ¡el señor Jung era un idiota! Lo quería mucho, pero eso no le quitaba lo idiota. Miró después entristecido a la puerta. El no quería pasar la noche sólo en casa sin ese hombre idiota.

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Era la madrugada y Hoseok salía apenas del bar que antes frecuentaba, si era sincero consigo mismo, estaba algo deprimido y decepcionado. Intentó acostarse con una mujer, pero por más que "quería" no pudo hacerlo, la razón aún era un misterio; o quizá no lo era tanto, ya que, aquella tendencia a perder su interés por las mujeres y hombres con los que solía tener sexo, había aparecido desde que cierta persona se queda en su casa.

¿Y si... él mocoso lo estaba maldiciendo en secreto? ¡Imposible! Yoongi era un ángelito ¡un maldito ángel que lo estaba atormentando por sus pecados! ¡eso era! ¡un castigo divino! Uno demasiado divino para ser verdad... sólo le hacía falta recordar esa vez en que lo vió desnudo y la baba caía por la comisura de sus labios.

—Señor, ya estamos llegando —de nuevo una voz externa lo saca de sus profundos pensamientos, si, muy profundos.

—¡No me digas señor! ¡me recuerdas a ese chiquillo del demonio! —gritó y el conductor de u**r pensó que en realidad no era buena idea llevar a personas en estado de embriaguez.

—P-pero j-joven ya estamos en frente del edificio de su casa.

El pelirrojo miró irritado al barbado señor de nombre "Paco".

—¿Cuánto le debo? —preguntó ganándose una mirada confundida del hombre.

—Me pagó al subirse.

—Ah ya veo. Eres un hombre honesto "Paco" —le extendió un billete que seguro ni sabía de cuanto era —toma más dinero y nunca pero nunca dejes que un ángel viva en tu casa, es un infierno.

El buen conductor Paco pensó que el tipo estaba loco, pero aun así recibió el dinero porque una propina nunca le va mal a nadie.

Tambaleándose llegó al vestíbulo del edificio y desde allí uno de los hombres de seguridad lo ayudó a llegar hasta su "humilde" "apartamento" abrió la puerta de su casa y lo primero que vió al entrar fue un pequeño cuerpecito rodeado de libros descansando apacible sobre la alfombra de la sala.

El más chico al escuchar sus pasos abrió un ojo con pesadumbre.

—Se...ñor...Jung. Bienvenido —le sonrió torpemente en lo que se sentaba.

—¿Qué hacías durmiendo en la alfombra?

—¿Eh? Yo...no podía dormir...entonces intenté esperarlo...—bostezó

Molesto. Yoongi era molesto.

—Tú, eres un estúpido —le sonrió y se sentó en frente del chiquillo adormilado.

—No. Usted es el estúpido —respondió enojado.

Hoseok sonrió de nuevo y posó su cabeza en el espacio entre el hombro y el cuello de Yoongi.

—No me digas cosas que ya sé —murmuró provocandole cosquillas al otro.

—Señor Jung, huele a alcohol.

—Eso también lo sé.

Los dos arrastraban las palabras por distintas razones pero al final disfrutaban escuchar la voz del otro.

—Y también a perfume de mujer.

—Tienes buen olfato. Estuve con una.

—Y-ya veo.

Y Yoongi no sabía porqué pero su corazón dolía, demasiado, a causa de las palabras del señor Jung.

—Si. ¿Sabes? hoy descubrí que ella no significa nada para mi. Nunca me había enamorado... pero creo que ahora he caído por alguien, y aunque hemos estado poco tiempo juntos, hace que ya no quiera estar con nadie más. Esa persona es muy molesta. Acaba de apropiarse por completo de mi y ni siquiera lo sabe.

Finalmente Hoseok cayó dormido sobre el hombro de Yoongi.

Las palabras del pelirrojo habían sido las de alguien con un profundo enamoramiento, al escucharlo Yoongi sintió un poco de envidia hacia "esa persona" que tanto parecía amar. Pues el deseaba ser así de importante para él. 

Aunque ya no tendría esa oportunidad, pues muy pronto sería el tiempo de marcharse. 

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🌱 M i  p e q u e ñ o 🌱 Sope • HopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora