🌱 M i p e q u e ñ o 🌱 Sope • Hopega

G o t a s

Tras salir del cuarto de baño, Jung Hoseok recargó su espalda sobre la puerta del baño, y se deslizó por toda la superficie hasta llegar al suelo. Su rostro ardía y estaba seguro de que ya había enrojecido lo suficiente como para que el color de su rostro armonizara con el de su cabello.

Suspiró, sintiéndose algo frustrado y a la vez preocupado por haberse dejado llevar tan fácilmente por sus instintos. Pero, al recordar las expresiones amatorias y la ligeramente rasposa voz de Yoongi gimiendo y pidiendo por mas, el arrepentimiento no parecía querer tocar la puerta de su conciencia.

Su burbuja de miel tuvo que romperse entonces, pues, el resonar del timbre de su casa lo hizo ponerse de pie para bajar las escaleras. Aunque Hoseok no estaba muy seguro de quién era pues no era un hombre que acostumbrara recibir visitas.  

Una vez abajo abrió la puerta con la mente aún viajando por terrenos desconocidos. Se asomó incauto pero, al percatarse de que su "visita" era Jimin su rostro se deformó.

—¿Es así como abres tu puerta siempre? ¿Y por qué diablos estás tan mojado? —dijo el bajo hombre, no poniendo mejor cara que el pelirrojo.

Entonces, Hoseok se percató de su propia apariencia; Pies descalzos, pantalones y camisa absolutamente empapados y espuma por todos lados.

Jimin rió bajito, pues era un tanto extraño para él ver al siempre atildado jefe Jung en tan... Interesantes fachas. No obstante, hasta ese punto de su vida ya nada respecto a su amigo lo llegaba a sorprender.

—¿Cosas? —respondió Hoseok vagamente —¿Qué haces aquí?

Jimin soltó algo parecido a un bufido antes de responder.

—Un cliente grande de Japón se contacto con nosotros, al parecer hubo algunos problemas con un contrato que deberías revisar.

Entonces, en el escenario que se hallaba a espaldas de Hoseok, Jimin pudo ver a cierta criatura que conocía muy bien; Se trataba del pequeño rubio que solía ver a menudo en la librería del señor Kim. 

—¿Señor Jung? Escuche el timbre. ¿Vino alguien?

El chico se acercó al umbral de la puerta para mirar curioso desde el costado de su amigo. Al sentir su presencia tan cerca, Jung estuvo a punto de soltar un grito de pánico.

Por otro lado Jimin no lucía para nada mejor, pues se quedó un rato mirando a su amigo horrorizado, como si hubiese visto algo que jamás debió ver. Y la verdad es que hubiera preferido no hacerlo porque ¿Qué se supone que debía pensar al ver una escena tan confusa?

Yoongi en la casa de Hoseok, en bata, con el cabello goteando y el rostro sospechosamente sonrojado.Todo ello sumado a el inusual apego que parecía tener el chico con el pelirrojo.

—¡Jung Hoseok! ¡¿Puedes explicarme qué demonios hace Yoongi en tú casa?! —riñó Jimin, un tanto histérico.

—¡Espera espera Jimin! Esto definitivamente no es lo que tú crees, bueno... tal vez pero... espera ¿Qué?¡¿Conoces a Yoongi?!

—¿Eh? ¿El señor Jung conoce a Jimin hyung?  —exclamó Yoongi, evidentemente sorprendido.

—No. ¿Cómo es qué TÚ conoces al idiota de Hoseok?

—Un momento. ¡¿Y cómo es qué a Jimin si le dices Hyung?!

🌱🌱🌱

Tras unos minutos de inicial caos y confusión, los tres hombres se sentaron en el sofá y, con la cabeza más fría y té y café tibio sobre la mesa, Hoseok comenzó explicarle toda la situación a Jimin, omitiendo las partes de su relación con Yoongi.