P a r t i d a

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El fin de semana llegó y con éste el tiempo de la partida de Yoongi. Una maleta con pocas cosas era lo único que se llevaría a su nueva vida.

Con su suéter esmeralda oscuro puesto, se quedó de pie en el umbral de la puerta mirando hacía sus pies, preguntándose si quizás aquella decisión que tomó era la correcta, él de verdad que desearía ser más egoísta pero había algo en él que le impedía serlo, tal vez aún seguía bajo las influencias de su madre y no lo sabía o tal vez...sólo tenía miedo de ser rechazado por su ahora persona favorita.

Miró la hora en su celular, se le estaba haciendo tarde para ir a los dormitorios y acomodar sus pertenencias, pero aún no había tenido la oportunidad de ver al señor Jung y quería al menos despedirse de él apropiadamente.

Esa misma tarde le había enviado un mensaje al mayor avisándole que se iría en la noche, no recibió respuesta alguna, pero al menos sabía que lo leyó.

Suspiró.

Aquella actitud difícil e indiferente que estaba teniendo su mayor sólo lo ponía en una posición más que complicada, pensaba constantemente en qué podría estar pensando el pelirrojo y no sabe porqué, pero siempre llegaba a la conclusión de que Hoseok no llegó a sentir nada más que lástima por él. Sabe que está mal hacerlo pero aún así no puede evitarlo.

Finalmente sus blancas y delegadas manos toman el pomo de la puerta listo para salir del apartamento, pero entonces se encuentra con la persona en la que había estado pensando todo este tiempo.

Ambos frente a frente, en el umbral de una puerta, bastante similar al día en que se "conocieron" sólo que está vez era algo diferente; principalmente porque ahora Yoongi traía ropa.

El pelirrojo jadeaba mientras el sudor corría por su frente, sus ropas estaban todas desarregladas y su ceño, fruncido.

—¡Yoongi! ¡chiquillo imbécil!

Fue lo primero que dijo al verlo.

—Señor Jung...

—¡Y de nuevo con eso de "señor Jung"! ¡¿por qué diablos me avisaste tan tarde?! —Regañó.

—Yo... lo siento... es sólo que pensé que... umh... usted tal vez no querría verme —El chico bajó la mirada entristecido al recordar sus mas recientes pensamientos.

—¡Argh! ¡eres tan molesto! estuviste viviendo conmigo durante más de medio año. Yo incluso te dije que eras mi familia ¿cómo puedes ser tan idiota? ¡por supuesto que tenía ganas de verte!

El mayor revolcó su cabello en frustración, él ya no sabía cómo demonios hacerle entender a Yoongi que él era una de las cosas más preciadas que tenía en su vida.

Yoongi frunció sus labios en un intento por no llorar como un niñito ¿cómo era que el señor Jung podía hacerlo feliz con tanta facilidad?

—¿D-de verdad? —lo miró con los ojos cristalizados.

—Hey mira nada más lo que pasa cuando te dejo solo unos días. —sonrío para después acariciar el cabello de su chiquillo.

—... Entonces ¿¡para qué me deja solo?! ¡Pensé que me odiaba! —reprochó.

Yoongi infla sus mejillas enojado, y Hoseok piensa irremediablemente en lo lindo que es. Pese a su actitud madura, Yoongi aún seguía siendo un niño.

—No lo entenderías. Digamos que estuve muy ocupado estos días.

Y no es que Hoseok haya querido dejar a su pequeño solo todos esos días, de hecho era todo lo contrario, pero si se hubiera quedado junto a él lo más probable es que se arrepentiría de su decisión de dejarlo ir. O tal vez hubiera maquinado algún plan extraño de secuestro. Nunca se sabía.

—...Oh... es... está bien... Lamento el malentendido. Yo estoy y le estaré siempre infinitamente agradecido por todo señor Jung...

Dijo el más joven para después realizar una inclinación de unos perfectos noventa grados frente a Hoseok y para el mencionado aquella vista no era para nada agradable, pues pareciera como si él hubiese hecho algún tipo de obra de caridad con Yoongi. Odiaba esa sensación pero inevitablemente esa era la visión que el rubio tenía del asunto.

—Yoongi... —murmuró.

El nombrado levantó su cabeza y con mucha dificultad esbozó una sonrisa sólo para Hoseok.

—Espero y tenga una muy feliz vida. Adiós señor Jung.

Yoongi tomó sus cosas y comenzó a caminar rápido lejos del señor Jung al que tanto amaba.

Ver a su pequeño alejarse cada vez más de él de verdad que produjo una sensación desagradable y dolorosa en su pecho ¿realmente iba a dejar que las cosas se quedaran así? ¿realmente no volvería a ver la preciosa sonrisa de Yoongi? o su rostro recién levantado? o sus mejillas rosas repletas de comida?

La verdad es que él ya no quería pensar en qué era lo correcto, él sólo quería tener a Yoongi a su lado, decirle que lo ama. No. Que está absolutamente loco por él. Que quiere que vivan juntos por muchísimo más tiempo y que por favor no desaparezca nunca de su vida.

Así, entre los largos dedos de Hoseok se encontraba ya apresada la delgada muñeca de Yoongi, de nuevo, el maldito reflejo de no querer dejar ir a su mocoso, se apoderaba de él.

—Lo siento, Yoongi. Tendrás que disculparme esta vez.

Con delicadeza Hoseok acercó a Yoongi hacía él para poder apresarlo fuertemente entre sus brazos, como si éste temiera que desapareciese.

—Señor Jung...

El chico abrió sus ojos de par en par y su cuerpo no pudo evitar temblar ante la repentina cercanía del cuerpo del contrario.

—Lo siento de verdad —volvió a disculparse el pelirrojo confundiendo aun más al chico.

—¿Por... por qué se disculpa?

—Porque aquella vez en que te dije que podías hacer lo que quisieras...te mentí.

Las manos del pelirrojo se posicionaron en los hombros del aun aturdido joven, se acercó lo suficiente como para que sus labios se rozaran con suavidad y finalmente tomó por completo los delgados labios de Yoongi entre los suyos.

Jung Hoseok había besado a tantas personas a lo largo de su vida, pero en ninguna de esas veces se había sentido tan condenadamente bien como en ese momento. Los suaves labios de Yoongi eran demasiado dulces.

—Mmh

Un pequeño jadeo se escapó de entre los labios del pálido cuando sintió que el aire estaba a punto de abandonar sus pulmones. Ante esta inocente acción Hoseok rió levemente.

—Eres tan lindo —susurró— Creo que corregiré mis palabras... Yoongi. Tu puedes hacer cualquier cosa que quieras... excepto dejarme.

Los oscuros ojos de Hoseok cegaron completamente al pobre chiquillo de cabellos rubios que ahora se encontraba sonrojado hasta los huesos. Para sus oídos, aquellas palabras habían sonado demasiado bien.

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Re kk el cap

Sentí que tenia que subirlo asjgahdkjas

La parte del beso me salio inmunda. lo siento muchoooo :"""V

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