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Corto la llamada después de que mi madre largara una lista de quejas, de lo irresponsable que soy, indecisa, que con 23 años debería tener ya una estabilidad mental, que era obvio que venirme a Estados Unidos no era buena opción. Desde que llegue de Rusia, mama no para de repetirme eso.
Y lo peor es que tiene toda la razón.
Desde que me mude a Estados Unidos, mi vida fue un altibajo. Con 20 años habia arrancado en la facultad de Humanidades y Artes, 2 años después vi que la filosofia no era lo mio, asi que decidi cambiarme para la Facultad de Letras, y estudiar Literatura.
Mi hermana era vocalista de una banda de alternativo, y ese fue unos de los motivos del porque me vine a Los Angeles, Rusia era muy cerrada para mi, para mi manera de pensar y vivir. Viviamos juntas en un apartamento, pero nos veiamos tan poco. Lauren los fines de semana salia a tocar, y yo pasaba toda la semana en el campus, viviendo en una habitación 2x2 con mi mejor amiga, Maggie o Margaret. Ella fue mi primera y unica amistad verdadera, nos conocimos gracias a que fue la primera compañera de habitacion que tuve, hace 3 años atras.
Y también ella fue la que me dio el empujoncito a cambiarme de carrera, ya que hizo lo mismo que yo.
— Kate! -una mano se posa en mi frente y yo salgo de mi trance.- Estas en otro mundo -comenta mi mejor amiga.-
— Perdón... he hablado con mama y no le ha gustado nada que me haya cambiado de carrera .- entorno los ojos.- Quejas, nada nuevo.
— Que lastima... .- tira de mi brazo.- Ven, aprovechemos que hay bancos vacios en el fondo.
— No, y si el profesor hace que nos ubiquemos por orden de lista? Soy la primera siempre -me quejo.-
— Entonces vayamos al medio, en primera fila ni loca me siento! -ella grita y yo le hago un ademan para que se calle, ya que veo por encima de su hombro a un hombre entrando al salon y por lo que puedo deducir es nuestro profesor. Santo cielo.-

Profesor. || Jeffrey D. MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora