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— No estaba ni enterado que habias vuelto a trabajar aqui -escucho su voz ronca y mis ojos dejan el ordenador.- Lo siento si te asuste, vine a levantar un libro -señala el libro que lleva en la mano.- y un chico dijo algo de una rusa... -sonrio.- y yo conozco a solo una rusa bibliotecaria.
— Hola, pasa. Aproveche que estaba tranquilo para preparar la presentación de mi tesis. -el entra al aula, el aula que fue tan significante hace 5 años atrás.- No puedo creer que en 20 días ya este presentando.
— Necesitaba hablar contigo, no te he visto en clases -Jeffrey se sienta en una de las sillas que hay enfrente al escritorio. Este aula ya estaba abandonada, servía mas como cafetería para los funcionarios de la biblioteca que como aula de estudio.- Termine de leer tu escrito... y wow! Estoy sin palabras, recien vengo a entender el porque de tu tesis. Es increíble lo que cuentas, no tenia idea que fuiste a Africa... -yo asiento, habia hecho un viaje a Malawi, con el fin de ayudar y entender la educación allí. Pero la vida siempre te da sorpresas.- No pude no emocionarme al leer sobre Titi, es hermoso... Kate, es... -el se calla y me mira.- No puedo imaginar que la chica que yo conoci hoy esta haciendo algo asi, digo, has cambiado radicalmente. Has hablado de ese niño como si lo conocieras de toda la vida, y estuviste 3 meses allí. -y era verdad, cuando fui a Malawi compartia casa con una Madre con 3 hijos, 2 varones y una chica, Tissomo, o Titi, como la llamaba yo. Me había encariñado tanto con esa niña, un año antes me había operado y sabia que no podia tener hijos, pero si me veia como madre, como madre de esa hermosa niña. Su madre me imploró para que yo volviera y adoptara su hija, sabia el amor que le tenia y que la iba a cuidar, pero no podia, hasta el dia de hoy no puedo.
— Me he enamorado completamente de ella. -sonrío melancólicamente.- La manera en que su madre me pidió que sacara su hija de allí... era como su salvación, y no pude hacer nada. -susurro con un nudo en la garganta, Jeffrey rodea el escritorio y sin pensarlo dos veces lo abrazo y me desarmo en sus brazos, lloro por esa niña, lloro porque fui ilusa y me imagine ella, Jeffrey y yo, como una familia. Lo que nunca tendré.- Jamas podre sacarla de allí Jeffrey.
— Me parece que eres demasiado pesimista -comenta unos minutos después, lo libero del abrazo y limpio mis lagrimas.-
— Perdón. -lo miro.- Es ser realista, soy risa, vivo en Estado Unidos, no tengo familia aqui y menos estabilidad y ni siquiera soy casada. Eso es lo minimo que te exigen para adoptar.
— Tienes razón, pero tengo algo que te va interesar. Lamentablemente no tiene nada que ver con Tissome. Y si con tu tesis. -rebusca en su maletín y saca una planilla.- Hay una competencia de proyectos de la Biblioteca Nacional en Nueva York. Ellos ayudaran al mejor proyecto... y me acordé que tu querías hacer de tu tesis un proyecto real. Las inscripciones son hasta mañana por la mañana, aprovecha que son 5 alumnos que mandaron de aqui.
— Y cuando se expone?
— Viajamos la semana que viene.
— Viajamos? -pregunto confusa, el toma mi menton.-
— Tu, yo, tus 4 compañeros restantes y dos profesores mas. Margaret y Miranda.
— Uh. -solo de pensar en tener que convivir una semana con Jeffrey y Margaret el estómago se me revuelve.-
— No pienses en eso, no tiene nada que ver -me da un pico en los labios dejándome totalmente anonada, realmente no lo vi venir.- No pierdes nada con intentar, nos vemos señorita Alekseeva.
Segundos después mi celular suena, veo el numero de Jeffrey en la pantalla. Me flaquean las piernas cuando veo la foto.

Profesor. || Jeffrey D. MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora