Jeannine ha vivido con cuatro normas en su vida. Todo vuelve, todo pasa por algo, el que se va no hace falta y lo que se hace se paga.
Una chica pelirroja desea con ansias tener una vida de aventuras y emoción, llenar aquel hueco en su interior, p...
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Y es tu sonrisa tan llena de luz, la que atraviesa todos los cristales de hielo dispersos en la atmosfera.
Y cuando miro hacia el cielo, puedo saber si eres feliz.
―Sofía Mendoza
Las semanas han pasado, la felicidad es evidente en cada rincón de la finca, pero sé que nada es para siempre, llegara el día en que todos se marchen, después de todo, son personas importantes.
Pero hay algo que me inquieta, que causa un nudo asfixiante en mi interior. Es aquel sueño, donde Ninne me advierte de alguien, pero no se de quien.
―No dejes que las apariencias te engañen, el pueden ser feroz como cualquier dragón, pero no está aquí para luchar nuestras batallas, nos susurra desde el corazón. Recordemos que debemos hacerlo nosotros mismos. Cada uno de nosotros tiene el poder del mundo que crea.
He tratado de averiguar aquella analogía; lo único que puedo entender que alguien a quien soy cercano es peligroso, presiento que esto no es nada bueno. Por más que pienso en las posibles personas siempre son las mismas. Nathan y su descaro, Napoleón con su encanto y aquel extraño Andrew que aún no conozco, quien de ellos será el dragón.
Me duele la cabeza de buscar un supuesto dragó. Será mejor que salga, al parecer los chicos están entrenando y mi curiosidad a aumenta cuando logro escuchar ek roce de las espadas.
Al salir al patio trasero, me encuentro a Eduardo Y Nathan practicando esgrima, o por lo menos eso es lo que pienso, los movimientos son muy bruscos para la esgrima.
―Caballeros, os interrumpo si me explican que es lo hacen. Veo que no es esgrima ―comento.
Siento como unos brazos rodean mi cintura.
―Que perspicaz eres preciosa ―susurra en mi odio Napoleón―.Se llama Bartistsu.
―Así que era eso, supongo que no es muy utilizado en la nobleza, carecen de movimientos sutiles, aun así tienen similitudes, ya que es empleadoen artes marciales y ―enfatizo ;al parecer mi comentario los ha dejado sorprendidos, ya que Nathan y Eduardo pararon con su entrenamiento―.Sucede algo.
―Me has dejado anonadado Jeaninne, no pensé que tú sabrías sobre lucha a cuerpo ―habla sorprendido Napoleón.
―Mi lady, disculpe mi falta de entendimiento a que se refiere con lucha libre y jujitsu ―comenta Nathan un tanto sarcástico.
Diablos Jeaninne, recuerda que en este siglo el Bartistsu aún no ha sido perfeccionado.
―Mi Zar, me complace afirmarle que los términos que he empleado, son luchas callejeras y el jujitsu es un arte de defensa japonés donde las armas no son empleadas ―respondo.