XV

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En un momento sentía que me iba a desmayar, pero se separo de mi.

Respiré como pude, jadeante, mi boca entreabierta, mi corazón latiendo con fuerza y rapidez, estoy desconcertado. Siento mi cara arder y mi cuerpo estremecerse.

—¡¿Que mierda te pasa?!.- Grite con furia.

—A mi no me subas el tono.- Dijo amenazante. Tomo mi mentón, de nuevo está muy cerca mio.

—¿P- por que lo hiciste?...- Estoy mareado, no puedo pensar correctamente, dios, no puedo hacer nada.

—¿No lo recuerdas?.- Preguntó.

—Te dije... que no lo recuerdo, ni se a lo que te re- refieres.-

Estoy cabizbajo, nervioso, ¿En algún momento esto sucedería?.

No lo puedo mirar a los ojos.

No puedo.

—Testigo, ¿Acaso ya no recuerdas los buenos los buenos tiempos o es que te mientes a ti mismo para no recordarlo?.-

—¡Que no recuerdo!.- elevé el tono de voz, los sentimientos mezclándose no me ayudan en nada.

—¿Es inútil cierto?.- Ya eran demasiadas preguntas.

—¿Eh...?

—Haré todo lo posible para que recuerdes.- Su risa burlona se mantiene.—Si quieres puedes irte a tu casa, hay un auto que te puede llevar, solo llámame 30 minutos antes de la reunión de esta tarde.-

—Está bien...-

—Mañana te veo.-

Dios, vaya día, sigo desconcertado.

—Tord me beso.- repetía muchas veces e internamente.

Tome mis cosas torpemente y con vergüenza y salí.

—A- adiós.- Cerré la puerta, por lo menos debía ser respetuoso ¿O no?.

Todo lo que hacía era torpe, pero por lo menos ya estoy fuera.

Y como habría dicho Tord, había un auto el cual es el mismo que me lleva, me acerqué.

—Sube, ¿Que tal tu primer día?.- Habló.

Subí, me coloque el cinturón de seguridad.

—Horrible.- Pase mi mano por mi cara, con solo recordar lo que había pasado con el líder y me avergonzaba de inmediato, vaya primer día.

—El líder, es cosa sería pero con solo tenerle paciencia no es tan malo.- Dijo mientras ya conducía.

—Si paciencia... si este día no fue muy bueno, no quiero imaginar los demás.-

Este conductor siempre será mi favorito, pero bueno, además de los sucesos de Larss, también me da miedo lo que hay en el subterráneo. Pero no creo que debería seguir pensando en eso y no ir más ahí.

Y que tal si.... ¿Es verdad que tienen personas encerradas?, solo espero estar en lo incorrecto, ¿Pero si es la misma gente que esta desaparecida?.

Edd...-

Aunque si fuera verdad lo que pienso, ¿Que podría hacer yo?. No podría hacer nada en contra de la "Armada Roja", solo soy una hormiga que fácilmente pueden pisar.

Por fin después de una media hora llegue mi departamento

Le di las gracias al conductor y entre a mi amado y querido departamento.

Lo primero que hice es dejar en algún lado mi mochila y luego ir a mi habitación, tirarme en mi cama y desquitar todo mi odio contra una almohada.

Bueno... después de eso mi tarde fue normal, hasta que tuve que llamar a Tord.

Ya saben, yo ni ganas de llamarlo, pero estaba obligado. Tome mi celular y marqué su número.

—Esperaba tu llamado, Thomas.- Habló el primero, ahora que escucho algo más lento y recalcando mi nombre.

—Bueno... lo tenía que hacer.- Respondí algo honesto.

—Así me da gusto, mañana nos vemos.-

—Adiós.- Colgué.

Pasé mi mano por mi cara llena de vergüenza, creo que un baño me hará bien.

Ayúdeme, diosito que todo lo ve.-

F u t u r e . [Tordtom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora