Dos celebraban el triunfo del pais, una parte del plan salió con éxito.
Brindaban con copas con alcohol fino color carmesí, mientras una perfecta vista a la noche, la cual levemente caía nieve los acompañaba.
El golpe de estado salió perfecto; ahora él era actual presidente, mientras el otro se pudrirá en la cárcel por corrupto.
Aunque fue un poco bruto, pero bueno.
—Te felicito, Tord.- Eduardo por una parte le sorprendía el Tord de ahora.
—Gracias.- Luego tomó un poco del vino.
—Y dime, ¿como esta tu amorcito?.- Preguntó carismático.
—Uno, no es mi amorcito y dos no me ha contestado los llamados, pero no me importa mucho.- Dijo simplente.
—¿Para que lo llamas?.- Preguntó, realmente no tendría sentido que lo llamara.
Aunque nadie lo crea, después de años Tord y Eduardo se hicieron buenos amigos.
—Para que sepa que yo me preocupo de él.- Respondio serio, mirándolo.
—Oh si, mate a tu amigo pero, ¿estas bien?.- Eduardo imitando a Tord, se comenzó a reírse fuertemente.
—Él cavó su propia tumba, no me jodas.- Respondio algo colérico.— Quien lo manda a matarse.
—Vale, vale, pero ahora que eres presidente, ¿no van a decirlo?.- Eduardo tenía razón sobre lo que hablaba.
—¿Aún recuerdas eso?, les pagé un millones a las otras armadas por su culpa.- Dio una pausa y pensó un poco.— Pero no creo que digan algo.-
—Está bien, aunque pobre Edd.- Recordó las palabras que le dijo hace meses. Luego bebió de su copa.—¿Que vas a hacer con Tom?.-
—No lo sé.- Aunque se le había ocurrido algo, pero los secretos no se cuentan.
La noche era testigo de esto.
.
.
.
El día anterior no pudo parar de llorar.Realmente le dolía, se la pasaba el tiempo diciéndose que era su culpa.
Y ahora estaba en su trabajo, como un día más.
Estaba decaído, se notaba.
Tuvo que ir para ayudar a Tord, tenia que arreglar su oficina.
Pero Tom no podía olvidar lo que paso unos días antes, no podía.
Miedo, era lo que sentía al estar al lado suyo.
Estaba por explotar.
—Thomas traeme esa caja.- Dijo sin mirarlo, estaba ocupado leyendo.
Él se la trajo, dentro de la caja solo habían papeles.
Había un silencio abrumador e incómodo.
—Con su permiso, saldré un poco.- No aguantaba más estar ahí, aunque solo en una media hora se podía ir.
Pocos metros de la puerta y esta se cerró.
Suspiró y volteó.
Y el de cuernos caminó hacia él.
Y lo besó.
No era el típico beso que daba el noruego, no, esta vez era delicado y tierno con el.
Pero éste no le correspondio.
Lo que más le molestaba a Tord era no tener poder en Tom.
De delicado a lo bruto, siempre era así.
Una de las manos del mayor se posó en las caderas del británico.
A él le encantaba tocarlo. Pero éste sus caricias le daban asco.
Ahora su mano estaba en su trasero. Tord se separó de él, pronto vio algo que le encantó; Tom, intentando respirar, con sus mejillas de color carmesí, mientras lágrimas caían de esta y temblaba. Esto le daba placer.
Miedo, terror y panico se podía presenciar.
Quería huir, pero era realista, no podía.
Él lo único que quería que alguien lo consuele, que lo abrazara. Pero claramente no recibiría eso.
Sus piernas temblaron y cayeron, Tord se agachó y lo abrazó.
ESTÁS LEYENDO
F u t u r e . [Tordtom]
Fanfiction¿Que pasaría si Tom y Tord se reencuentran en el futuro? Tom, buscando respuestas del extraño paradero de su olvidado mejor amigo, Edd. Hay un montón de casos de desapariciones, qué por alguna razón nadie se encarga de ellos. Tord con poder en sus m...