F u t u r e . [Tordtom]

XIX

Dulces besos, algunos húmedos se inundaban en mi cuello.

Suaves caricias.

No estoy acostumbrado a esto.

—T-Tord ya p-para...- Dije apenas.

¿Por qué me si así?, ¿Por qué quiero más?, ¿Acaso me gusta Tord?, ¿Por qué no lo paro?.

Se separó de mi, y me abrazó, es un poco incómodo.

Mi vista poco a poco es borrosa.

—Siempre estaré contigo, pequeño.- Dijo mientras me abrazó y yo le correspondí.

Recordé, no sé de quien es la voz. ¿O puede ser de el?, Ay no.

El pasado es pasado, Thomas, se queda ahí.

El se separa lentamente de mi y planta un pequeño beso en mis labios.

Estoy muy confundido. Siento mi cara arder de la vergüenza.

Tord se le escapa una pequeña risa.

—Te vez muy tierno.- Dice.

Yo solo tapo mi cara.

No entiendo por qué Tord aveces es tan molesto y otros tan cariñoso, bipolar.

Dios, matame.

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—Thomas, estamos por llegar.- Dijo, me esta moviendo.

Me quede dormido.

—L-lo siento.- Dije.

Veo al mi alrededor, estamos en la parte costosa de la cuidad.

Al parecer no me secuestro, eso es bueno.

Seguía medio adormilado, ojala esta noche me la pasaría durmiendo.

Ahora me acorde sobre de Edd, mierda.

Con sólo recordarlo, me pongo nervioso y ansioso.

Sólo espero que este bien.

Cada vez estamos más cerca de la clinica, y ahora que me doy cuenta Tord esta conduciendo, sacó el automático, ay no.

Mi corazón esta acelerado y mi estomago revuelto.

Paso mis manos por mi cara.

Sin darme cuenta, Larss coloca el automático para estacionar el auto, ya estábamos en el estacionamiento.

Mi cabeza comienza a entrar en panico.

Se sintió el sonido del motor apagándose.

—Vamos.- Habló, intentando animarme, se saco el cinturón de seguridad.

Solo asentí, hice lo mismo, salimos del auto y nos dirigimos a la entrada.

Nunca pensé estar tan nervioso.

Tord pasa su mano por mi hombro, di un pequeño salto por el susto.

—Tranquilo.- Susurró.

Entramos a la clínica, varios guardias saludaron con respeto a Tord. No sé como anda normal por la vida, aunque tiene gente vigilando a los lugares que va.

Ya en la recepción, había una secretaria, muy pegada al conputador, por lo menos no era un zombie.

—Hola, Quisiera saber si hay un paciente llamado Edd Gould.- Tord habló, me sigue dando miedo cuando esta muy tranquilo.