Liz repasaba los mensajes que Max le había enviado luego de pasar la noche en el hotel y no podía creerlo. Una llamada perdida convertida en un mensaje de voz que decía muy poco, casi nada, un mensaje en el grupo y una líneas en el privado de whatsapp, todo era muy raro y urgente... eso si todo era urgente, esa palabra a ella le sonaba rara en Max ¿Se habría encontrado con la rubia esa?
La sola pregunta la atormentaba, de solo imaginárselo a él con la rubia de la foto su pecho se rasgaba y la inundaba la ansiedad, esa imagen la perseguía, la atormentaba pero intentaba guardar la calma diciéndose a sí misma "¡Ni se te ocurra llamarlo, menos ir a verlo, ni se te ocurra aflojar!", por otro lado, quería estar con Max a como diera lugar y no permitiría que ninguna inglesa se conectara con él porque ¡ella, era la única inglesa/argentina del mundo que iba a tocar a Maximiliano en lo que durara su estadía en Londres! Y punto.
Decidió enviarle a un mensaje a Vero, su salvadora en momentos así, y no porque se tratara de Max. Vero era su confidente en estos temas, su única amiga para esas cosas y siempre lograba aclarar sus pensamientos hablando con ella.
Lo primero que hizo fue releer unos mensajes que Vero le había enviado durante el día: Vero le había escrito pidiéndole que llamara a Max, asegurándole que él la estaba esperando.
― No lo voy a llamar, ni lo voy a ir a ver Verónica, ¡ya está! Imaginate, si me hace esto estando a 30 cuadras y en Londres, cuando esté en Buenos Aires directamente se casa con otra y yo me entero tres días después y quedo con el corazón destrozado. Besarlo es lo más imprudente que pude haber hecho, lo sé, pero me gusta y me pudo la situación... Vino hasta acá, qué se yo... No sé qué hacer con lo que me pasa, por eso te hablo.
Liz había dicho lo primero que se le había ocurrido, esperando a que Verónica reaccione y le cuente qué pasaba con Max que en todo el día le había enviado un triste mensaje y nada, absolutamente, nada más.
Vero luego de chatear parte de la tarde con Maximiliano O'Connor aconsejarlo y calmarlo, había estado de gran chat con Paul Lester luego del pedido del número del padre de Liz, la charla había continuado y se había ido por ramas. Ella se encontraba dispuesta a escuchar a su amiga y respondió rápido al audio escribiendo un mensaje:
"Liz no seas melodramática y dale una oportunidad. Esta debe ser la primera vez en mi vida que defiendo a Maxi, como una maldita bruja que sos le dijiste: "Pibe, tus besos son un cinco" 😈 ¡y lo plantaste en el parque!, tenía derecho a estar enojado, es una foto, nada más."
― Vero ya lo sé, eso fue una boludez, lo que hice en el parque y lo de la foto también... Ahora vamos a ponernos serias. No me importa la foto si el flaco no tiene nada conmigo, tampoco soy una idiota. Lo planté en parque para que no me llame más. Y ahora con lo de la foto no te voy a mentir, me dio bronca, pero en realidad después de un rato me puse a pensar, no es eso lo que me enloquece. El problema es la distancia, ¡esto no va y no va!... y por otro lado no puedo ni pensar en que esté con otra persona. No me puedo buscar un novio a 7000 km. Ya es difícil a nuestra edad si vivís a 30 cuadras, imaginate tener el océano Atlántico de por medio ¡No me quiero cavar mi propia fosa! Eso es lo que me hace salir corriendo cada vez que estoy con él. En el estudio, en el parque y en el hotel.― dijo Liz en un audio casi llorando.
― ¡A bueno!, entonces con más razón andá hablar con él, Maxi se piensa que tiene la culpa de algo y en verdad es un pescado, pero tampoco es para no volver a hablarle. A la fecha no son nada ¿estamos claro en eso, no? ― dijo Vero con ironía en otro audio.
Liz decidió responder por escrito mientras terminaba de oír el audio.
Si Vero, re claro, le voy a escribir en el grupo que no se preocupe que yo no le guardo rencor que no somos nada y listo todos amigos. 😔
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Herederos de la Distancia
RomanceLa resolución de ciertos asuntos legales hacen que la psicóloga Liz Collins, residente en Londres, se vea obligada a viajar de urgencia a Buenos Aires, su ciudad natal. Solo dos minutos han pasado dentro de la misma habitación con el abogado Maxi...