• V e i n t i t r é s •

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Lo vio caminar decidido hacia el beta que se encontraba tirado en el suelo, pidiendo clemencia para que dejaran de molestarle, sin embargo los otros tres a su alrededor solo reían en respuesta. Ella quería dicirles lo que se merecían, lo iba hacer, sin embargo aquél alfa se le había adelantado. De lejos había sido un poco difícil reconocerlo, sin embargo, ahora que se hallaba tan cerca, lo vio. Se trataba de aquél alfa del que todos hablaban.

Aquélla fue la primera vez que lo vio. El día que lo conoció.

- ¿Ya se cansaron? - lo oyó decir tajantemente y su cuerpo se estremeció al oir su profunda voz.

Sehun, si, era él, estaba completamente segura, pues nadie mas poseía ojos rojos en la manada. Tal como siempre imaginó, eran iguales que dos rubíes. Brillantes y preciosos. Casi mortal y prohibido.

Los otros lobos miraron al alfa, reacios pero con miedo, sintiéndose  claramente inferior ante su presencia, era inevitable no hacerlo y mas aún cuando aquellos ojos permanecían fijos y fríos.

Ella hizo una mueca, odiaba las peleas entre lobos y estaba casi segura que pronto se iniciaría una. Sin embargo se equivocó, solo escuchó gruñir a esos tres betas e irse sin decir nada. Su mirada volvió a centrarse en el hombre quien ahora parecía preocupado de alguna manera por la persona tirada y llorando. Él tenía miedo, ella lo percibió desde el primer momento, pero ahora parecía haber incrementado de sobre manera al quedarse solo con Sehun.

Vio como Sehun trató de articular una palabra terminando al final solo tragando saliva. El beta lo miró al fin y ella pensó que le agradecería, mas no fue así. El beta apenas lo vio retrocedió como pudo lejos del alfa. Yeri Sintió dolor con solo ver la manera en la cual Sehun fue rechazado. El beta era un tonto, ahora en vez de ayudarlo solo quería tirarle lo primero al alcance de sus manos. Pero antes que saliera de su escondite, vio a Sehun darse vuelta y seguir su camino como si nada hubiese pasado, manteniendo la neutralidad intacta en su rostro, como en el primer momento que lo vio.

Entonces lo supo, las cosas que ella siempre escuchó y creyó verdaderas estaban un poco equivocados. Porque algo si era seguro, y es que Sehun, el Sehun que todos decían no era él.

Yeri podía aburrirse con facilidad, y ese día era uno de esos, quería descansar de tanta gente a su alrededor, falsos tratando de obtener su amistad solo por conveniencia. Por eso estar sentada en un salón vacío mientras veía el jardín que poseía la escuela, le ayudaba a tranquilizarse. Al momento en que se posó cerca la ventana vio como un alfa acorralaba a una omega contra la pared cerca a la puerta de la entrada trasera. Podía verlos claramente desde ese ángulo. La omega parecía bastante asustada y era claro que aquel alfa no cedería a las súplicas que imploraba. Ella quería llamar a alguien, pero se detuvo al instante en que logró divisar a otra persona ya muy cerca de la pareja.

- Disculpa - dijo él y las quejas de ambas personas cesaron.

El otro alfa se detuvo y giró su cabeza para ver quien era el que se interpuso en su actuar, podía ver la sorpresa en su rostro y no pudo evitar sonreír con malicia, ahora el parecía un cachorro indefenso. Que ironía, pensó Yeri.

- ¿Qué quieres? - lo oyó decir, tal parecia que al alfa le quedaba un poco de orgullo.

- Es hora de regresar a clase ¿no crees? - siseó sin un atisbo de interés.

- Si... lo se, yo ya me iba - Se fue sin decir nada mas, dejando solos a la omega y a Sehun.

- Estás bi... -

Los Ojos Del Lobo [HunHan] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora