Los Ojos Del Lobo [HunHan] #1

• T r e i n t a y u n o •

Los acuerdos se habían firmado con éxitos y después de permanecer tantos días preocupado por ello el alfa se sintió mas tranquilo y al mismo tiempo también imaginó que el resto de sus compañeros estarían de la misma manera ahora que ya su misión se había completado, sin embargo, Jongdae estaba por mucho muy lejos de lo que en verdad pasaba en el pequeño grupo. Ya era de noche y todos seguían caminando por el bosque, preocupados solamente por encontrar un lugar para acampar y luego poder arrancar nuevamente con el viaje hacia su aldea, o al menos una parte de ellos pensaba de esa manera.

Todos estaban cansados cuando hallaron el lugar perfecto para descansar, y como siempre no tardaron mucho tiempo en quedarse dormidos. Lo mejor en esas ocasiones era que podían transformarse en lobos y de esa manera dormir mas tranquilos, al mismo tiempo si había algún tipo de amenaza, ellos ya estarían complentamente preparados para defenderse.

Veinte lobos descansaban, pero entre ellos solo ocho fingian hacerlo. El primer alfa se levantó dando una señal al resto seguro de que todos dormitaban en ese momento. Caminó con cuidado buscando su objetivo al igual que el resto, muchos de ellos estaban nerviosos, pero las órdenes eran claras y cortas. Matar a los alfas y betas que el alfa Oh seleccionó. Sus garras y dientes se mostraron sin recelo alguno frente a sus presas, tan solo un ligero ruido de un gruñido bastó para la señal y atacar a los lobos que aun permanecían dormidos.

Sin embargo dos de ellos debían de matar a dos a la vez y eso hacía mas complicaba su tarea.

Lamentablemente para ellos, pequeñas gotas de agua comenzaron a caer y pronto una gran cantidad de ellas ya azotaba el cuerpo de todos. Los ojos de todos se abrieron y el primer lobo atacó, incrustando sus dientes en el cuello de este, desgarrandolo y matandolo al instante, logrando que su víctima emitiera un fuerte aullido de dolor antes de morir. En ese pequeño momento las alarmas en todos los presentes se encendieron en demasía, tanto para los atacantes como sus víctimas. La mitad fue rápido al percatarse de ello y logró matar a su objetivo antes de ser atacado. Pero aun quedaban cuatro de ellos contra los ocho y poco después tan solo tres.

- ¿Qué están haciendo se volvieron locos? - Jongdae fue quien gritó a los tres alfas que lo tenían rodeado y también se aseguró que el resto lo oyera.

Los lobos solo gruñeron en respuesta y comenzaron a atacar. Jongdae estuvo a punto de acabar con uno sino fuera porque el aullido lastimero de uno de sus amigos que aún seguía con vida hizo que volteara la cabeza en su dirección y perdiera la concentración. Vio a Johnny ser desgarrado por dos alfas al mismo tiempo. Todo su cuerpo tembló y sin pensarlo corrió hacia él. La lluvia hacia mas ruidosa su caminata, sus gruñidos y los truenos se acoplaban perfectamente entre si haciendo que se viera amenazador.

Sus ojos ambar brillaron en medio de esa batalla gracias a la luz de los truenos. Jongdae tomó el cuerpo inerte de su amigo aún cuando ya nada quedaba por hacer. El alfa había muerto igual que el resto.

- ¡Chen! ¡Cuidado! - el grito de Kai hizo que Jongdae se moviera rápido hacia otro lado. Porque ahora cinco lobos iban tras él.

- Kai - el alfa miró alarmado a su amigo, porque al avisarle se había distraído y no se percató del lobo detrás suyo. Las garras marcaron con sangre la espalda del lobo negro y su cuerpo tembló. Los cortes no fueron tan profundos debido a que logró moverse, pero no tardaría mucho en caer. Jongdae corrió junto a él para defenderlo y ayudarlo a que se parara. Ocho lobos contra dos presentaba una gran desventaja, sobretodo cuando uno de ellos estaba muy mal herido.

Tanto como Jongdae y Kai corrieron por en medio del bosque, buscando perder a sus atacantes. Esos lobos también habían recibido un poco de daño, pero eran bastantes. Ambos alfas sabían que tarde o temprano serían alcanzados y mas cuando sus cuerpos parecían pesar con cada tramo. Jongdae de detuvo al sentir a Kai caer a lado suyo, lo levantó rápido en su lomo y siguió corriendo. Pero pronto se dieron cuenta que era el final del camino y ambos debían detenerse.