• D i e c i n u e v e •

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Tres días habían transcurrido, donde Sehun y Luhan no se vieron en lo absoluto, tan solo en sus cortos sueños y recuerdos. Para Luhan transitar solo por su celo fue bastante tortuoso, sin embargo se vio firme rechazando la propuesta de su madre, no dejaría que nadie lo tocara mas que Sehun, por tanto las propuestas de su madre fueron tan solo una pérdida de tiempo. Cuando el cuarto día llegó, tanto Luhan como Sehun anhelaron su encuentro, ambos deseaban poder reencontrarse nuevamente. Habían tantas cosas que ambos deseaban decir y a la vez tan solo anhelaban poder abrazarse y besarse otra vez.

Luhan esperó cada vez mas impaciente la llegada del alfa, había salido un poco antes de su casa solo para hallar a Sehun antes de la hora de ingreso a clases. Poco a poco mas y mas personas llegaron, pero no Sehun, él aún no venía y el lobo de Luhan comenzó a sentirse un poco desilusionado y triste. Ya la mayoría estaba ingresando dentro de la institución mas el omega se quedó esperando en la entrada a Sehun. Sus labios se encontraban formando un puchero y su vista titubeante seguía mirando con esperanza el camino por el cual Sehun debía aparecer.

Tragar se le estaba haciendo difícil al omega y al mismo tiempo su cuerpo se sintió mas pesado, sus puños presionaron fuerte las mangas de su camisa, necesitaba calmarse y seguir esperando.

Como si del destino se tratase sus pensamientos se hicieron realidad, parpadeo varias veces para cerciorarse que no alucinaba, y cuando al fin se aseguró de ello no perdió tiempo para comenzar a correr, como podía hacia los brazos del alfa. Por suerte no cayó a pesar de tropezar en mas de una ocasión, vio a Sehun detenerse en cuanto lo diviso, Luhan tuvo miedo por un instante logrando que su sonrisa comenzara a deformarse. Sin embargo Sehun sonrió, sonrió y siguió haciéndolo hasta que los brazos de Luhan rodearon su torso en un fuerte apretón que parecía solo crecer y jamás disminuir.

- Sehun... - siseó Luhan sobre su pecho, el alfa lo abrazó, aspirando un poco el aroma del mas bajo. Su perfecta esencia lo hizo calmarse.

Tan solo habían transcurrido tres días, sin embargo para ambos fueron casi una eternidad sin poder tener contacto o simplemente escuchar la voz del otro. Sus cuerpos y lobos claramente se extrañaron, sintiéndose completos solo cuando el otro estaba presente, tan tranquilos que difícilmente algo podía perturbar aquel sentimiento.

- Luhan... te extrañé tanto - Sehun separó tan solo unos centímetros el cuerpo del omega, para poder ver su rostro, aquél que ahora parecía al borde de las lágrimas de tan brillosas que estaban. Por un demonio que él también sentía ganas de querer llorar en los brazos de Luhan, había esperado por ver a su lindo omega con el miedo de que éste podría rechazarlo después de como se comportó a la hora de cambiar a lobos. Pero claramente Luhan no parecía molesto por ello, aunque eso el alfa no podía asegurarlo por completo.

- También te extrañé - Luhan tragó saliva y suspiró, respirando un poco mas tranquilo mientras sonreía para su alfa. Había extrañado el estar de esa manera junto a Sehun y que lo abrazara y acunara con sus fuertes brazos. Se sentía tan cálido y placentero que estaba seguro que jamás podía cansarse de ello.

Ambos estaban tan sumergidos en su pequeña burbuja que ninguno podía ver los rostros de asco y muchos mas sentimientos oscuros que albergaron en mas de uno mientras veían como los amantes se abrazaban y hablaban sonrientes entre ellos. Varios se habían dirigido hacia las ventanas conforme el rumor llegó a sus oídos. Mas de uno ya lo sabía, sin embargo ahora todos podían ver que lo de Luhan y Sehun era algo bastante serio, que seguramente no pasaría mucho tiempo para que el omega fuera marcado por el alfa.

Algunos alfas que habían sido rechazados por el omega sintieron en su interior burbujear de a poco su ira, es que para ellos aquéllo había aplastado por completo su orgullo. A mas de uno no le gustó y otros simplemente no creían que su amor fuera real, que Luhan solamente estaba siendo engañado por aquél lobo de ojos rojos, tan rojos como la sangre. Esa filosa mirada de Sehun muchos aún podían recordar, el cual vieron en el momento justo cuando años atrás éste se transformó en un lobo. Criticaron entre ellos a la pareja, ególatras de su propio punto de vista y de lo que en verdad para ellos estaba bien.

Los Ojos Del Lobo [HunHan] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora