• C i n c o •

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- Hey, hola ¿Qué haces? - le dijo el omega.

El alfa miró con asombro a Luhan, no lo había visto venir, había estado demasiado perdido en sus propios pensamientos para notarlo. Sehun podía quedarse por siempre en aquella posición admirando cada facción de lindo lobo. Su pequeño ángel otra vez estaba ahí, junto a él, era por lo menos la cuarta vez que sucedía. Sehun no comprendía muy bien el interés del omega por hablarle, estar siempre junto a él cada vez que podía: es decir cada vez que el mayor no tenía práctica de arco.

Los dos se encontraban solos, hacía frío pero eso a ninguno le preocupaba en lo abosluto, no por el momento. Luhan siempre comía el postre que Sehun traía y puede que sea una de las razones por las cuales el omega le hablaba, si era por eso a él no le importaba en lo mas mínimo.

Luhan amaba los postres que Sehun  hacia y el alfa amaba hacerlos para que Luhan los comiera. Siempre se encontraba asi mismo haciendo el postre de cada día pensando en Luhan, en que sabores podría gustarle y cuales no.

- Nada - respondió segundos después, encogiendo sus hombros solo por instinto.

Luhan analizó  un poco la respuesta del alfa antes de sentarse junto a el y volver a hablarle.

- Eres de pocas palabras ¿no?

- Quizás.

- ¿No tienes frío? solo aquí afuera sin hacer nada. Aún no es primavera.

- Me gusta estar aquí, es bastante tranquilo - Sehun observó por el rabillo de su ojo al omega; arropado entre su propia bufanda y abrazando sus piernas. Estaba cubierto con ropas de lana de pies a cabeza.

- Si...

- No deberías estar aquí - el alfa lo interrumpió, sus palabras salieron monótonas, mientras que su mirada seguía fija en la copa del árbol frente a él, que ahora solo eran ramas marrones y quebradas con un poco de nieve en ellas.

Luhan lo miró, quería  descubrir mas de Sehun, de quien era en realidad y no lo que los demás decían de él. Luhan deseaba saber que cosas cruzaban por la cabeza de ese lobo.
Se quedó en silencio observando y analizando el rostro neutro del alfa quien ni parecía inmutarse con sus preguntas o su fija mirada sobre él. Solo se quedaba ahí, como un gran bloque de hielo.

Pero Luhan sabía que no era así, lo sentía, en el fondo sabía que el alfa tenía muchas mas cosas que decir que cualquier otra persona, pero simplemente no lo decía, ni hacia nada en absoluto.

La primera vez que lo conoció había hablado mas de lo que se imaginó, lo sintió por momentos titubear entre esa máscara de desinterés que cargaba en su rostro pero lo hizo. Sin embargo, sus demás encuentros, nada causales por cierto, fueron por mucho muy distintos al primero. Sehun se mantenía reacio a las conversaciones que el trataba de formar, sus respuestas eran apenas un asentimiento de cabeza o pequeñas palabras sueltas. Sehun parecía haber levantado una gran pared entre ellos, cosa que a Luhan no le gusto en lo mas mínimo. Porque ya no podía indagar mas si el alfa no colaboraba con él.

Podía rendirse e irse, pero no quería hacerlo, la sola idea de no volver a estar siquiera en compañía de ese alfa tan distante y misterioso lo estremecia de formas que no lograba comprender con claridad, no todavía.
Y mas aun cuando su lobo al parecer pensaba lo mismo que el, lo sentía tranquilo y callado cuando estaba en presencia del alfa.

Un problema mas en su lista: no estaba entendiendo las acciones de su propio lobo.

- Tienes razón - dijo firme y se levantó en una fracción de segundos. Rodeó al alfa y se quedó frente a él mientras se cruzaba de brazos - Ya casi es la hora para volver a clase.

Los Ojos Del Lobo [HunHan] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora