11.
Era Julio del 2012, habían pasado muchas cosas en su vida y Sebastián siempre estuvo presente en cada etapa que atravesaba.
Ya no quería vivir así, quiso regresar a su casa y ver a sus padres pero nunca pudo. Cada vez intentaba no llamar tanto a su familia, no quería seguir mintiendo y terminó la relación alejándose de todo ese mundo para no lastimar a nadie con sus mentiras.Se estaba preparando para salir a la calle pero la frena Sebastián tomándola del brazo — ¿Es necesario que salgas justo hoy? — le pregunta.
Saca las manos de él y acomoda su ropa — Quiero irme un poco de este lugar — le asegura.
Levanta sus manos — Eres libre pero en una hora quiero verte acá — le exige.
Se acerca a su rostro — Vete a la mierda — le dice enojada.
Últimamente estaba siendo controlada más que antes y ya no soportaba esas situaciones. Necesitaba tranquilidad y salía sola a recorrer locales de ropa, comer algo y después regresaba al bar para prepararse.
Usaba un poco de su tiempo libre para ella, quería olvidar su presente y disfrutar de la vida a su manera sin que nadie le diga cómo hacerlo.
Era una relación extraña la que tenía con Sebastián y jamás pudo saber cómo controlar sus celos. Nunca supo como hacerlo y menos salirse de ese caos.Recordó a ese extraño que una vez le hizo sentir cosas nuevas pero que ahora dejó de ir a las funciones de ella, desapareció y no regresó. Tuvo muchas noches en que buscó con su mirada a ese sujeto que solía sentarse frente al escenario con su bebida en la mano y un cigarrillo consumiéndose solo, literalmente. Desesperadamente quería encontrarlo para volver a sentir esa sensación de placer, no tenía ganas de seguir fingiendo algo que no podía sentir con los demás. Lo necesitaba, su olor, ese calor de sus cuerpos chocándose y las manos frías de él. Necesitaba de él sin conocerlo bien, eso la enojaba más.
Se detuvo antes de empezar y no podía empezar a bailar, se sentía mal y respiro hondo — ¿Qué carajo haces? — le preguntó alguien por atrás.
Se asusto y volteo a verlo era Sebastián con el ceño serio — Déjame tranquila — le pide y camina hacia adelante.
No lo escucha y sigue su camino. Sonríe frente a esos hombres que la miraban desfilar delante de sus ojos, y hace una seña con su mano para que pongan su música. Cuando el dj pone a sonar el tema, su cuerpo automáticamente se mueve al compás de la canción y sonríe para demostrar que todo estaba bien.
La luz apagada no dejaba ver casi nada pero si vió a él — ¿Brandon? — pregunta asustada.
Niega varias veces con su cabeza, se toca el pecho y sigue caminando hacia donde ella ve a Brandon. Se queda parada frente a la mesa que prácticamente se encontraba vacía, se tomó la cabeza y miró hacía el suelo. La música no dejaba de sonar, las personas silbaban esperando que retome el baile y sin dudar se llevó un vaso de whisky a su boca, lo bebió completamente rápido y se giró para quedar frente a sus espectadores.
Siguió bailando sin darle importancia a lo sucedido. En su segunda presentación sintió una mirada de la mesa vacía que solía estar Brandon, tembló de miedo de sólo pensarlo y no despegó la mirada de ese sitio.Noche tras noche no logró sentirse cómoda cada vez que pisaba ese escenario, se quedaba sin aire y parecía sufrir de pánico. Se quedó sentada antes de salir y Sebastián se sentó a su lado — ¿Qué sucede? ¿Todavía no estás bien? — le pregunto acariciando su mano.
Ella temblaba de miedo pero no sabía porque le tocaba vivir eso, jamás quiso que todo sea así — Él está ahí afuera esperándome para matarme con su mirada y no lo soporto — dice tapándose la cara.
Sebastián no entendía que le quería decir, se arrodilla frente a ella y le saca las manos de su rostro — ¿Quién? — le pregunta mirándola.
— Brandon — dice y se levanta para caminar acercándose al escenario. — Siempre está ahí presente para asustarme, ya no lo soporto. Me estoy volviendo loca — le dice llorando.
Sebastián toma el rostro de ella con sus manos — Necesito que te centres, escúchame. Brandon ya no está y no hay que temer — le dice cortante.
Se aferró al pecho de Sebastián, dejó algunas lágrimas y se alejó mirándolo — Estoy completamente loca — le dice asustada.
Acaricia su mejilla y sonríe — Es sólo un mal momento, ve allá afuera y diviértete — le dice calmándola.
Asiste con la cabeza, limpia sus lágrimas y sale cuando la música comienza de nuevo. No sé detiene, su corazón latía fuerte y lleva su mirada a la mesa, está vez había alguien sentado y no dudo en caminar hasta ahí. Se detuvo con la mirada fija en ese sujeto que resultó ser el desconocido de antes, aquel sujeto que había desaparecido por meses estaba frente a sus ojos y sonrió.
— Matt — dice sonriendo.
Le hace seña con su vaso de vino en la mano y sonríe.
Después de tanto tiempo había regresado y tan solo con su presencia sintió que todo lo malo fue desapareciendo para darle un sentido a su vida. Tan simple como eso. Tan él que no pudo contenerse y fue directo a su lado para sentirlo de cerca.Lo rodeo mientras sus manos acariciaban su hombro hasta su espalda, perseguía el bordado de esa camisa negra que llevaba puesta y se detuvo cuando estaba en su pecho. Bajo su rostro hasta el oído de él — Estoy dispuesta a prenderme fuego contigo — le susurra.
No le da chances a que se escape, y le toca cintura — Soy todo tuyo — le dice abriendo los brazos.
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Sólo ámame. (2 Temporada #ASM)
RomanceÁmame sin medidas: Primera Temporada. Sólo ámame: Segunda Temporada. Un corazón roto, Mil dudas, Malas decisiones, Amores de turno... Su vida se frenó aquel día que todo inicio, tal vez, eso creía que todo comenzaba pero no era así. El infierno hab...