9. Errores.
Diciembre, 2010...
La respuesta de Sebastián fue un sí que ella pensó que todo tendría solución pero todo fue peor. Pasaron los meses hasta que entendió casi todo pero ya no había marcha atrás de la decisión que había tomado hace mucho.
Sin pensarlo se estaba entregando a alguien que no quería, alguien que no amaba realmente y jamás supo cómo hacerlo.Su mirada recorrió todo el lugar decorado, estaba frente al espejo de siempre y su llanto no paraba. Su maquillaje todo corrido por ese llanto al pensar lo que había hecho, se había arruinado de por vida por tomar decisiones apurada sin medir las consecuencias y ahora se veía parada frente a su reflejo más desagradable de ella misma sin poder dar marcha atrás. Su mano recorre su rostro para limpiar las lágrimas negras de sus mejillas, el espejo le reflejó aquel anillo en su dedo y su llanto no paro sólo empeoró todo.
Lentamente toca el anillo, juega con ese metal — Tu nueva cárcel, Samantha— se murmuraba a ella misma mientras lloraba.
Su vestido blanco se lo arrancó poco a poco para no dejar rastro de sus errores, cada pedazo fue a parar al suelo y ella no soportó mantenerse de pie, cayó de rodillas y se golpeó las piernas maldiciendo ese día que se ocurrió salir de su casa para comenzar una vida nueva. Recordó a sus padres, su hermana y toda su infancia sin problemas. Quiso regresar a esa época, ese tiempo donde sólo tenía 7 años sin problemas y sin decisiones que tomar sólo tomada de la mano de su padre quién le sonría cuando caminaban juntos a la par. Ella devolviéndole la sonrisa con tanto amor, aferrándose a esa mano que la sostenía sin dejarla caer y todo fue tan genuino que nunca nadie pudo romper esos sentimientos.
Jamás volvió a sentir esa sensación de estar sostenida por alguien que en verdad amaba, jamás nadie fue capaz de tomar su mano y guiarla. Jamás nadie supo cómo darle un poco de amor, una mano para agarrarse y construir un futuro juntos.
Millones de veces imagino su casamiento rodeada de sus seres más queridos. Llevada al altar por su padre, siendo entregada al hombre de sus sueños y sobretodo sintiendo felicidad.Regresó a bailar sobre el escenario, Sebastián volvió a ser su jefe. Nada había cambiado en eso.
Pasó sus peores días, Brandon parecía no parar y la perseguía a escondidas. En cada pasillo la intercepta para manosearla.La tiene entre sus brazos — Sam, Sam — le dice mientras acariciaba cada parte de su cuerpo.
Ella sólo cerraba sus ojos, su garganta con un nudo y el miedo ganándole como era de costumbre. Hace a un lado su rostro — Vendrá Sebastián — le advierte.
Se ríe y golpea la pared con su puño — ¿Ya no me quieres? — le pregunta enojado.
Ella lo observa con miedo, nadie pasaba por el pasillo para intentar escaparse de ese tipo — Brandon — le alcanza a decir antes que él la tome por el cuello haciendo que su cuerpo choque contra la pared de una manera violenta.
— Serán por las malas, Sam. Vas a quererme así, ya lo verás — le dice riéndose.
Esa risa cínica saliendo de la boca de ese hombre que sólo la intentaban poseer como fuera sin ver las consecuencias. Cierra sus ojos mientras llora, él se bajó su pantalón desesperado y le arrancó su ropa. La besa violentamente, recorre su cuerpo mientras ella intenta escapar de las manos de él pero no lo logra.
La penetra mientras tapa su boca con la mano, ella ya no podía hacer nada ni pedir ayudar. Aquel hombre le estaba arrancando todas sus ilusiones, se estaba apoderando de ella sin más remedio.Lo escucha gemir en su oído dejándole besos en su cuello y ella no soporta — Te sacaré de este lugar y estaremos juntos como siempre lo imaginé — le dice empujándola para atrás una vez que había terminando de tener sexo con ella. Se levanta su pantalón — Mañana vendré a verte, cielo — le dice mientras intenta darle un beso en la mejilla a lo que ella se aleja para esquivarlo.
ESTÁS LEYENDO
Sólo ámame. (2 Temporada #ASM)
RomanceÁmame sin medidas: Primera Temporada. Sólo ámame: Segunda Temporada. Un corazón roto, Mil dudas, Malas decisiones, Amores de turno... Su vida se frenó aquel día que todo inicio, tal vez, eso creía que todo comenzaba pero no era así. El infierno hab...