17. Te conozco.
Le tocó ir todos los días a trabajar con Matt a la oficina, no había ningún tipo de conversación entre ellos simplemente todo laboral. Algunas miradas a las pérdidas pero nada más.
Sebastián se había creído el verso de ella que iba al gimnasio por varias horas para poder soportar todo el trabajo nocturno que tenía. Se relajo al darse cuenta que ese tema por lo menos lo tenía resuelto y podía trabajar tranquilamente en la empresa.
Mueve los papeles de un lado hacía el otro, a su derecha pasa él caminando seriamente — Necesito los informe de está semana, rápido — le ordena.
Se queda mirándolo — Buenos días para usted también, señor — le dice en forma irónica.
Desesperada busca el informe que le estaba pidiendo, revuelve todas las carpetas que tenía arriba de su escritorio. Transpira de los nervios de no saber dónde estaban esas malditas hojas, nunca fue de las que tenía todo ordenado a la hora de buscar lo que le piden y le sucedían cosas así muy seguido. Marca rápidamente para comunicarse con su jefe que inmediatamente la atiende.
— ¿Qué quieres? — le pregunta enojado.
Cierra sus ojos y se maldice internamente — Señor, tardaré un poco más porque olvide ...— no pudo terminar la frase porque sintió que le había cortado la llamada.
La puerta de aquella oficina se abrió de golpe — A mi oficina— le ordena.
Acomoda su falda y su cabello, se veía muy nerviosa. No sabía cómo explicarle que no recuerda sobre esos papeles que le pide, entra a la oficina y no dice una palabra. Se queda parada mirándolo.
— Dime, ¿para qué te pago? — le pregunta mirándola.
Traga saliva, asustada por la reacción que podría tener aquel sujeto frente a ella — Para ser su asistente, señor — asegura.
Camina hacia ella hasta que quedar frente a sus ojos, la mira buscando una respuesta más larga para que él pueda entenderla mejor — Necesito esos informes ahora — dice furioso.
Empieza a mover las manos para poder ayudarse a explicarle lo que ocurría — No los encuentro puede que se me traspapeló en estos días que tuve muchas carpetas. Si me deja seguiré buscando en los archivos de estos días — le dice nerviosa.
Hace otros dos pasos hacia adelante para acortar la distancia entre los dos — ¿Para qué te pago? — le repite nuevamente la misma pregunta de antes.
Agacha su mirada — Para ser su asistente — le responde mirando todavía el suelo.
Enojado por la situación que tenía que estar pasando con esa mujer, sube su mano para el rostro de ella. La eleva así la puede ver mejor — Mírame cuando me hablas, ¿ok?— le ordena con el gesto serio.
— Lo siento — se disculpa como siempre solía hacerlo.
Notó que la mano de su jefe todavía seguía en su rostro, no podía seguir hablando. Sintió un escalofrío recorriendo por todo su cuerpo, ese contacto físico que estaba teniendo aunque sea mínimo le provocaba algo en su interior y no podía negarlo. Lo mira fijamente a los ojos y él también hace lo mismo.
Frunce el ceño — ¿Nos vimos antes? — le pregunta soltándola y buscando una respuesta en su rostro. Sigue pensando — Te conozco — le dice mirándola.
Sam sintió que su corazón se le detuvo unos segundos cuando escuchó eso viniendo de él y rápidamente se dispuso a explicarle — No lo creo, señor. Necesito seguir con mi trabajo — le dice nerviosa.
No la estaba escuchando para nada, sólo se quedó mirándola mientras ella movía su boca y se ponía nerviosa. Avanzo más, y apoyo sus manos en su cintura. Cerró sus ojos y respiro el perfume — Te conozco — le vuelve a repetir. Abre sus ojos y nota la cercanía — Siento que nos hemos visto antes y ...— no pudo termina porque ella fue quién lo empujó hacía atrás para que tomen distancia.
— Ya le dije que no. Me voy a buscar esos informes, permiso — le dice cortante.
Después de esa conversación tan rara, sentía que su corazón le latía fuerte y el miedo al ser descubierta revivió en su interior nuevamente. Toma el vaso de agua que tenía en su escritorio para calmarse y seguir buscando lo que él pedía.
En tanto Matt enciende un cigarrillo mirando a la nada misma, pensando en los ojos de esa mujer y el aroma inolvidable. Nunca se detuvo a mirar a su asistente hasta ahora que había sentido con sus manos aquel cuerpo y había visto en su mirada algo. Ese perfume lo estaba enloqueciendo y no podía dejar de pensar en ella.
Frustrado apaga el cigarrillo y aprieta el botón de su teléfono —Necesito que vengas — le dice y corta.La puerta se vuelve abrir lentamente — ¿Qué necesita? — le pregunta tímidamente.
Enciende otro cigarrillo mientras la observa caminando hacia adentro de su oficina y niega con la cabeza — ¿Eres la mujer del antifaz? — le pregunta rápidamente acercándose a ella.
Sam sonríe de los nervios no podía más y sintió que su mundo real se derrumbaba.
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Sólo ámame. (2 Temporada #ASM)
Roman d'amourÁmame sin medidas: Primera Temporada. Sólo ámame: Segunda Temporada. Un corazón roto, Mil dudas, Malas decisiones, Amores de turno... Su vida se frenó aquel día que todo inicio, tal vez, eso creía que todo comenzaba pero no era así. El infierno hab...