Sólo ámame. (2 Temporada #ASM)

26.

26. Cerrando etapas.

Su principio con Matt no fue nada fácil como creía y su pasado la estaba perdiendo. Recapacitó cuando vio a ese hombre desde el primer día luchando por el amor que se sentían.

Se quedó mirándolo de perfil, apretó su cuaderno y reabrió la página donde tenía anotado a Sebastián;

—¿Lo amas? — recuerda que le preguntó.

Recuerda que se encontraba limpiando una mesa redonda — Muchísimo— le asegura mirándolo.

Le muestra un papel — Matt vino hablar conmigo y pago por tu libertad, es tu decisión ahora Sam — le dice levantándose del asiento.

Se queda mirando el papel, una cifra enorme estaba anotada y no sabía cómo reaccionar. Lo detiene —¿Qué quieres decirme?— le pregunto.

Agarra el papel —Que empieces de cero, vive Sam y deja toda esta porquería atrás — le dice sonriendo.

Se acerca él —¿Eso te dijo Matt?¿Qué esperan de mi? ¿Acaso soy un objeto para ustedes?— le pregunta enojada

—Te ama, Sam — le dice calmándola.

No deja que la toque —Te aburres de mi y me vendes al primero que te pone una cifra con muchos cero, ya veo tu forma de querer Sebastián — le asegura.

La detiene fuerte —Soy tu amigo no lo olvides Sam — le dice soltándola.

—Si ya lo sé y me vendiste a Matt porque me ama — le termina la frase.

—Lo hice por tu bien, estás mal y necesitas ayuda  — le asegura.

—¿Qué más arreglaron con Matt? — le pregunta queriendo saber todo.

Maldice por lo bajo y vuelve a ella —Será mi socio en este negocio pero me pidió que todo sea entre él y yo, no digas nada por favor Sam — le ruega.

De repente lo abraza fuerte —Volveré a visitarte a este infierno, lo prometo y te veré sufrir — le dice en el oído irónicamente.

Sebastián le agarra la cara y le guiña el ojo — No lo hagas, sé feliz y no lo arruines con tus inseguridades de niña inmadura— le advierte.

Lleva su mirada al suelo, respira hondo y cierra sus ojos. Hacía mucho tiempo que quería escuchar esas palabras, necesitaba ser libre y dejar todo atrás. Había sufrido demasiado, y no quería seguir arruinándose.

Ese mismo día va a su camarín y junta todas sus pertenencias. Sale de ese bar de la misma forma que llegó a la cuidad, no quería seguir estando en un lugar así y necesitaba madurar. Ya se había alejado de su familia para siempre, no tenía nada y sólo eran ella con sus valijas.

Le entrega un sobre —Este dinero te ayudará y espero que nunca más nos veamos — le dice en la puerta de salida.

—Es difícil olvidarme de todo lo que pase aquí — le asegura agarrando el sobre con dinero.

Se acerca a ella — No cuentes nada y olvídate de todo, Sam. Es lo mejor para todos — le pide tomándola de los hombros.

—Me arruinaste pero aprendí demasiado a no confiar — le dice casi llorando con un nudo en la garganta.

—Adiós Samantha— le dice yéndose adentro.

Mueve sus manos con las valijas que llevaba. Había conseguido lo que tanto quería y era su libertad. Respira el aire de ese día de verano, sonríe un poco y cierra sus ojos.