Mi Crush

Que hubiera pasado si....

Abrí los ojos con dificultad aún cansada y un poco afolorida por la noche anterior. Alex no había quitado su mano de mi cintura en ningún momento y aún dormía, su respiración era lenta y tranquila yo apreté su mano y me acerque aún más. Él comenzó a moverse quitó su mano de mi cintura y se estiró yo lo observé hacerlo tenía los ojos medio abiertos y se acomodó boca arriba,  me acerque y me acosté en su pecho, el pozo una sus manos en mi espalda acariciándola.

—Buenos días—le dije sonriendo.

—Buenos días nena—dijo con dificultad—Que rápido se hizo de día.

—Lo mismo digo.

Cerró sus ojos sonriendo había sido la mejor noche de mi vida, tal vez no había sido el sexo más ardiente del mundo pero para mí había sido único ese momento había sido mi primera vez y fue espectacular.

—Tenemos que levantarnos—le dije, él solo hizo un ruidito quejándose.

Me reí y me levanté dirigiendome al baño, abrí la regadera para esperar a que el agua saliera adecuadamente para meterme a bañar, cuando así sucedió me metí lentamente y moje todo mi cuerpo me enjabone y me limpie el cabello, me eche jabón en la cara para lavarla y la enjuague con agua. Aún tenía jabon en los ojos cuando sentí unas ligeras caricias en mi espalda y me giré para observar aquel rostro perfecto mientras el jabón se quitaba completamente de mis ojos los abrí para contemplar al Dios que tenía delante de mí.

—Te amo nena—me beso apasionadamente y acarició mi espalda. Yo lo tomé del cuello e hice lo mismo estábamos muy resbalosos por el agua, nos separamos muy agitados, su erección estaba presente y la sentía en mi abdomen.

Era impresionante. Sus manos recorrieron mi cuerpo jugando con mis senos, su boca bajo por mi mandíbula hasta que quedó de rodillas frente a mi besando mi abdomen. Era la mejor sensación que había tenido en mi vida. Sentí que sus labios comenzaron a rosar poco a poco mi zona haciéndome estallar de placer.

—Nos tenemos que ir temprano sino mi mamá se va a angustiar—le dije antes de que algo pasará alejándome .

Ha sido lo más difícil del mundo aparyarme, él asintió y me dejó terminar de bañarme, enrede una toalla en mi cuerpo y salí a cambiarme al cuarto para dejar que él se bañará me puse unos jeans y una blusa de manga larga que me quedaba algo floja, él salió del baño con una toalla amarrada en su cintura.

—Odio tener que irme—dijo sentándose a mi lado.

—Lose, pero tenemos cosas que hacer en el mundo real.

—Un día nos viviremos a vivir aquí o a un lugar así para criar a nuestros cuates—me abrazo y me dió un beso en la mejilla.

—Mmm claro que sí nos vendremos a envejecer aquí.

Sonrió y se fue a cambiar, salió y recogimos todo y limpiamos un poco el desastre que hicimos tendimos la cama y subimos las pocas pertenencias que traíamos al auto.

Condujo hasta mi casa nos bajamos, su mamá ya estaba subiendo sus maletas a su camioneta, nos quitamos los cinturones y nos bajamos del auto se me había olvidado que Alex ya se iba a ir que aquella noche fue la última juntos.

—Hijo ven y ayúdame y ve a la habitación para verificar que no se te quede nada—asintio, yo me le acerque.

—Necesita que le ayude en algo señora.

—No nena ya suficiente hicieron tú y tu mamá en recibirnos como para que todavía yo te ponga a hacer cosas.

—Usted sabe que fue un honor la conozco desde que era una niña y me dió mucho gusto tenerla en casa hace mucho que no estaba acompañada.