Ana
Me desperté cansada por haberme dormido tarde. Me fijo en la hora de mi despertador.
¡Santo Dios!.
Salto de la cama. Mii despertador no había sonado y se me estaba haciendo tarde, odio llegar tarde a la escuela.Me pongo lo primero que encuentro en mi armario. Bajo a buscar de desayunar y caigo en la cuenta de que eso solo me retrasará aún más por lo que decido simplemente desayunar solo un vaso de leche. Me acomodo el cabello con una cola alta, me lavo los dientes y salgo corriendo de la casa a toda velocidad sin descanso alguno. Sé que después de esto tendré un terrible dolor de piernas pero ya no me importa.
Llego la escuela entrando a toda velocidad. Siento preocupación, ya no hay nadie en los pasillos. Me asomo levemente por la puerta del salón y para mí mala suerte ya había llegado el maestro.
Tú puedes Ana, solamente debes tocar y pedir permiso para entrar-pienso para tranquilizarme. No sin antes analizar todo lo que me podía pasar. Tal vez no me deje entrar. Tal vez lo haga y al entrar me tropiece cayéndome frente a toda la clase.
¿Y si no entró?.
No Ana, debes tomar la clase-estoy muy nerviosa. El llegar tarde siempre ha significado que los ojos de todos ahí estarán sobre ti. Y eso es algo desagradable para mi.
Asomo la cabeza de nuevo dudando en tocar. Será la primera vez que los ojos de todos los del salón me notaran.
Mierda pero es matemáticas.
Si la repruebo me irá mal y el perder una clase me pone en desventaja o al menos así lo veo yo.
Si no entras a una clase pierdes conocimientos que no volverán nunca y eso no me gusta. Me armo de valor y toco la puerta siento un cercenar golpeando mi corazón. El profesor abre la puerta viéndome extrañado.
-Pase-me dice serio y haciéndose a un lado para permitirme entrar.
Entro con los ojos en el piso y lo más rápido puedo. Me siento en mi lugar de siempre saco mis libros y libreta para tomar apuntes de la clase. Sorprendentemente estaba más apurada por eso que por lo que hacía Thomas así que no le puse mucha atención a lo que hacía o decía. Ni siquiera me fijé si me observo, que lo más probable es que no lo haya echo.
El examen estaba a solo unas semanas y mirarlo me distraerá y hará que salga con baja calificación. Si había algo que me importaba más que él eran las calificaciones, creo que es lo único por lo que me preocupo más.
Debo aprobar. No debo salir mal.
Por fin sonó el timbre para poder salir al receso. Hoy tenemos pocas clases y más tiempo libre. Eso me gusta. Me hace olvidarme un poco de la presión.
-¿Porqué llegaste tarde?-ya se había tardado en reclamarme.
-Me quedé dormida-bostezo aún cansada. No puedo creer que anoche haya perdido la noción del tiempo.
-Es por eso qué siempre debes dormirte temprano-me regaña-¿Sabes que un momento de dormitación hace que pierdas algo importante de la clase?.
-Lose, pero estuve platicando con Paty y se me fue el tiempo rápido.
-Te entiendo, Paty siempre tiene muy buenos consejos que dar y mucha experiencia que compartir.
Asentí.
-Entonces. Sí irás a estudiar a mi casa?-me repite.
-Sí, en eso estaba pensando-miento, en eso no era exactamente en lo que mi cabeza divagaba en estos momentos.
-Bien, porqué nuestras calificaciones tienen que superar cualquier expectativa-sonríe-Recuerda que seremos ricas, viajaremos por todo el mundo y quizá hasta tengamos nuestras propias empresas.
-Lo recuerdo bastante bien desde que entramos planteaste nuestro futuro y no hay nada que te distraiga de eso.
A Bree desde pequeña o desde que la conozco le ha gustado tener todo en orden. Lleva una agenda con todo lo que tiene planeado hacer y cuándo yo llegue a su vida prácticamente comenzó a planear la mía. No me molesta pero tampoco me agrada. Vaya que sea mi amiga no le da derecho a decidir mi futuro pero prefiero ahorrarme mi comentario.
Compramos hamburguesas y nos sentamos en la mesa del rincón igual que siempre. Comimos en silencio, normalmente no platicamos mucho durante el almuerzo y todo había pasado exactamente igual que todos los días hasta que se acercó Isabel con su grupito de amigas lo cual es extraño ya que nunca nos han hablado, ni siquiera se había acercado tanto antes.
-Hola-dijo con una sonrisa amable y radiante rápidamente la examiné, tengo como costumbre observar mi competencia analizo mis ventajas y desventajas, en este momento solo veo desventajas, ahora entiendo porque a Thomas le agrada tanto ella.
Bree y yo nos miramos confundidas.
-Se que se les hace raro que yo venga aquí pero tranquilas no me las voy a comer-bromea.
-Okey- respondió Bree dudando-¿Y que te trae por acá en el mundo de los feos?-se cruza de brazos sobre la mesa.
Yo contuve una risita. Aunque más bien debería ofenderme.
-Bueno venía a dejarles una invitación a mi fiesta de mañana en la noche-nos entrego a cada una un sobre-Es mi cumpleaños y la temática será de disfraces-sonríe-sólo invite a todos los del salón así que espero que vayan-dice alegre- ya es hora de que convivan más con nosotros.
-Claro- contesta Bree amablemente y sonriéndole. Cosa rara en ella. Nunca les sonríe de buena manera pero creo que ahora la agarraron de buen humor.
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Mi Crush
Romance"Hay veces que el amor más intenso, se oculta detrás del silencio más profundo" Él siempre pasa frente a mi. Él nunca me ha mirado siquiera una vez. Él me vuelve loca. Él tiene novia. Él es mi Crush. ¿Mi error? Disfrazarme de una persona totalmente...