Leyla se separó de mí y fue a donde estaba mi mamá yo caí de rodillas y comencé a llorar mis amigos se hicieron bolita y me abrazaron para intentar calmarme.
¿Pero como hago para fingir que mi mundo no se está desmoronando?
Siento que atravesaron una espada en mi pecho y me estrujaron el corazón. Un nudo en mi pecho se forma y no puedo lo que acabo de escuchar.
—¡No, él no puede haber muerto!—intente ir a donde estaba Alex pero Gustavo me agarró y me detuvo—¡No, no es cierto, él no está muerto, él está vivo!
—¡Ana!—me gritó Liz—Ana yo sé que duele pero tienes que aceptarlo, él no querría verte así.
—¡No, no, no, él no!—sali corriendo del hospital hacia la primera banca que encontré y ahí lloré desconsoladamente viendo la estrellas, ellas eran mi único consuelo—¡Fue mi culpa, Alex!
Estaba destrozada él estaba muerto, él murio, no volveré a escuchar su voz, su risa, no volveré a ver su rostro, sus ojos, no volveré a besarlo nunca y no podré decirle cuánto lo amaba, se ha ido y me ha dejado aquí sola, me abandono.
Liz llegó y se sentó a mi lado sin decir nada, solo me observaba.
—¿Pau?
—Se fue Liz se fue para siempre, ya no volverá.
—Pau, él ahora estar en un lugar mejor tal vez este momento te esté viendo, no creo que quieras que te vea triste ¿O si?
—Nose, yo lo quiero aquí conmigo, yo quiero que esté aquí.
—Linda, no podemos hacer nada el destino así lo planeo y lo único que nos quedará pedirle fuerza a Dios y que lo cuide donde quiera que esté.
—¡No quiero resignarme, no puedo, fue mi culpa!
—No, no fue tu culpa.
—¡Si la fue, él se fue por mi culpa!
—Cualquier persona te habría ayudado de haberte visto en esa situación mejor agradece que te salvó la vida.
—Yo no quería que lo hiciera de haber sabido que el precio de mi vida sería pagar con la de él nunca hubiera aceptado ese pago.
—Pau, agradece que lo tuviste un tiempo contigo.
—¡No, ya déjame, vete no quiero ver a nadie!
—Al menos déjame llevarte a tu casa.
—¡No, vete!
Suspiró y me dejó sola yo sé que me desquitó con gente que no tiene la culpa y que intenta ayudarme pero en estos momentos tengo el alma destrozada no pienso bien lo que digo ni lo que hago, no quiero escuchar a nadie que venga a decirme que fue por la voluntad de Dios porque eso no es verdad fue por mi negligencia, por estar ahí a altas horas de la noche y por haber dejado que me defendiera, mi celular sonó era Thomas seguro Liz ya le contó lo sucedido.
—Bueno.
—Oye sabes una cosa estoy en el bar de siempre y ya que estoy solito y somos amigos porque no vienes a hacerme compañía.
Al parecer no sabía absolutamente nada, se oía feliz y tranquilo.
—No, está vez pasó, no tengo ganas de hacer nada.
—¿Estás segura?No será que sigues molesta conmigo por lo de la noche anterior, dijiste que seríamos amigos.
—No, no estoy enojada pero esta noche no es la más indicada para beber aunque si me gustaría estoy muy lejos y además no tengo ganas de beber en un bar.
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Mi Crush
Romance"Hay veces que el amor más intenso, se oculta detrás del silencio más profundo" Él siempre pasa frente a mi. Él nunca me ha mirado siquiera una vez. Él me vuelve loca. Él tiene novia. Él es mi Crush. ¿Mi error? Disfrazarme de una persona totalmente...