DAYDREAMS

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Espero que disfruten la lectura.

El viento azotaba fuerte el rostro del omega, quien intentaba llevar el vaso de café a sus labios pero le era imposible debido a que si abría la boca tragaba las pequeñas gotas de lluvia que comenzaban a caer. Sus mejillas dolían, su nariz estaba roja y no sabía si la humedad era por la lluvia u otra cosa.

— ¡Luke, llegaste!

A lo lejos vio a su mejor amigo, quien se congelaba en la entrada de su escuela. Iban a todos lados juntos, era su segundo año en aquella escuela y al ser unos de los menores entre tanta gente, les daba algo de miedo aventurarse solos en esos pasillos llenos de omegas, alfas y betas, aunque estos últimos evitaban relacionarse con los nombrados anteriormente.

—Tengo los ojos congelados, Calum. Apenas puedo pestañear.

—Tienes café —sonrió el moreno.

—Síp, pero ya está congelado.

Miró con tristeza el vaso blanco en su mano enfundada en un guante celeste.

—Tenemos tiempo para la cafetería.

En realidad, a Luke no le gustaba el café. Luego de comprarlo pensó en porqué lo compró si no tolera ese sabor amargo o muy dulce, al pensarlo miró nuevamente el vaso y lo lanzó al cesto de basura más cercano que encontró en el pasillo.

La condición de Calum también era de omega, pero este detestaba serlo. Odiaba su naturaleza y por eso, desde que se presentó su condición, comenzó a tomar supresores para evitar que los alfas u otros puedan olerlo. También odia a los alfas, por ser tan estúpidos y gruñones a cada momento. Si hubiese podido elegir, sería beta.

— ¿Cómo llegaste antes que yo hoy?

—Michael me trajo.

El rubio, al escuchar aquel nombre soltó su vaso con té amargo sobre la mesa y escuchó con atención.

—No tiene clases hoy y quiso ser un buen hermanastro.

—Tan lindo, como siempre —murmuró Luke sonriendo.

Calum rodó los ojos sonriendo. Desde que su madre conoció al padre de Michael y Luke fue a una fiesta familiar donde anunciaron su noviazgo, el omega no le quitó los ojos a aquel alfa apuesto sentado en la mesa de los adultos mientras él y Calum estaban en la mesa de los niños.

Ambos estaban por cumplir 16 en ese momento, ya no tenían por qué estar en la mesa con niños pequeños. Aunque para el alfa fue divertido y cuando armaron la pista de baile se burló de ambos omegas mientras veían a los adultos bailar.

Y ahí fue cuando comenzó la tortura de Calum: escuchar a Luke hablar sobre lo perfecto que es Michael, llorar cuando lo veía con alguna omega, chillar cuando hablaban y sonrojarse por todo lo que el alfa le decía.

—Mamá quiere que vayas a casa hoy —soltó Calum camino a clases—. Es el cumpleaños de mi abuelo.

—Por supuesto que iré.

—Michael nos viene a recoger.

Los ojos de Luke se abrieron de par en par y comenzó a divagar sobre, por fin, subir al auto del alfa.

¿Qué tiene de especial? Nada, pero dejemos a Luke tranquilo.

Estar en clases con frío es una tortura, Luke temblaba en su asiento mientras intentaba calentar sus manos, decidió no tomar apuntes porque sus dedos estaban demasiado congelados para escribir. Además la profesora les puso un documental. Estaba perfecto para dormir, pero temía morir congelado.

Daydreams |Muke| Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora