Capítulo 12

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más de 2000 palabras.

La lluvia era su compañía aquella mañana, sentado en la barra del desayuno con un vaso de agua, comenzó a pensar en lo ocurrido la noche anterior con el omega. No había actuado bien, se supone que cosas así no pasarían, su relación sería de amigos como siempre. Sin confundir nada.

Le prometió a Calum no revivir las esperanzas de Luke, quien gustaba de él hace casi dos años, pero Michael siempre estuvo con otro tipo de omegas, nunca pensó en sentir algo más de amistad por Luke.

Y estaba mal.

Sabe que no es el tipo de alfa que hará feliz al omega. No puede darle todo lo que Luke necesita para ser feliz y salir de esa horrible depresión. No puede darle la contención que necesitará cuando su padre decida volver con su omega, porque en algún momento eso va a pasar y Luke quedará destrozado.

En realidad, tiene miedo. Miedo de entregarse a alguien y que esa persona no te encuentre suficiente. Dirán que es un alfa, que puede tener al omega que quiera, pero la realidad no es así para Michael.

Bebió el último sorbo de agua y miró la mesa, dos tazas de café esperando el agua humeante y pan tostado, que lamentablemente se estaba enfriando.

Pensó en todo lo que estaba haciendo y se asustó. Pero ver esos ojos azules brillar cuando baje y vea lo que había preparado no le asustaba mucho. Lo ponía nervioso y quizás le gustaba esa sensación.

Tenía llamadas perdidas de Calum, pero decidió evadir y enviarle un mensaje diciendo que estaban bien. Supuso que Luke tampoco le había contestado y por eso estaba bombardeando su teléfono. De todas formas llamó a Joy antes de ir a dormir.

—Calum, eres odioso —murmuró mirando su celular.

Apoyó su frente en la mesa y enseguida sintió unos pies descalzos correr por las escaleras, gritando que el piso estaba muy frío.

—Buenos días.

El omega se detuvo en el marco de la puerta de la cocina al sentir la voz del alfa, sus mejillas tomaron color y sus ojos se ampliaron.

—No pensé que estuvieses despierto a esta hora —murmuró el omega.

—Preparé el desayuno.

—Yo creo que debería ir a casa.

Silencio. Fue todo lo que sucedió. Michael no quería, necesitaba averiguar cosas y sin Luke cerca no podía.

—No —responde después de unos segundos—. No vuelvas. Digo, come el desayuno y puedo llevarte, si quieres.

El omega asintió y caminó hasta la pequeña mesa ubicada en un rincón de la cocina. Michael fue por el agua caliente y pastillas para el dolor de cabeza.

—¿Lo hiciste todo tu? —pregunta Luke cuando el alfa se sienta frente a él.

—Síp. Papá se fue temprano a la oficina y le pedí trucos para tostar el pan.

Luke rió. Fue una risa leve, pero eso fue suficiente para el alfa.

—Hay jamón —dice moviendo el plato más cerca de Luke—. Y mantequilla y queso.

—Gracias.

Luke piensa que después de la noche anterior todo sería más incómodo. Que Michael lo iba a evitar y tendría que volver a su casa caminando porque el dinero lo perdió cuando fue al baño, solo el dolor de cabeza lo estaba molestando, pero la casa estaba tranquila y eso ayudaba.

Aunque la lluvia parecía estar demasiado fuerte. No parecía que solo iba a llover, las nubes demasiado esponjosas y oscuras. Apenas eran las nueve de la mañana.

Daydreams |Muke| Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora