Capítulo 31 - Fiesta

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Las siete chicas bajaron para empezar a preparar la cena, hasta que se dieron cuenta de un pequello detalle.

- ¿Cómo vamos a cocinar si la única que sabe es Mina?

Todas le dieron la razón a Jeongyeon y esta envió a las dos japonesas a por Mina y Nayeon. Antes de llamar se acercaron sigilosamente a la puerta, para no interrumpir nada pero no escucharon ningún sonido. Abrieron sigilosamente y se colaron en la habitación, las dueñas de esta se encontraban durmiendo acurrucadas. Las dos intrusas se miraron con una sonrisa cómplice para luego saltar a la vez encima de la cama, una encima de cada chica, consiguiendo así despertarlas bruscamente.

- Ay, Momo quita... -Mina le dio un empujón y la apartó de encima.

- Sana, deja de intentar besarme... -Nayeon no lo tuvo tan fácil.

- Solo es un besito de buenos días.

Apretó los labios, preparada para dar el beso pero Mina se ocupó de apartarla.

- Besa a tu novia.

Sana se apartó por fín de encima de Nayeon y contestó a su amiga.

- Ya lo hago. Todos los días, a solas, con gente delante... -Mina la miró entrecerrando los ojos. -Vamos abajo que tienes que cocinar.

Bajó de la cama y tomó a su novia de la mano para salir de la habitación. Mina quedó pensando unos segundos en silencio mientras la otra se estiraba.

- Están muy raras.

- Como siempre, tiene que ser cosa de japonesas porque... -Mina la miró fijamente. -No te ofendas, es la verdad.

- Creo que ocultan algo.

- La que oculta algo eres tu idiota. Y con algo me refiero a esta preciosidad que tienes por novia.

Le habló mientras la agarraba del cuello para acercarla y besarla, consiguiendo que sus pensamientos se disiparan en menos de un segundo. Al separarse la mayor intentó volver a la conversación.

- ¿Qué te hace pensar eso?

- ¿Eh?

La japonesa ya no sabía de que estaba hablando, solo veía los labios de la mayor. Nayeon rió al notar esto y fue la primera en levantarse de la cama.

- Venga vamos.

Le ofreció su mano que la otra tomó gustosamente y las separaron mientras bajaban por las escaleras.

- Mina, Jeongyeon y yo nos ocuparemos de cocinar. Las otras poned la mesa y preparad todo para la fiesta. -Jihyo dio las instrucciones.

- Yo también quiero cocinar, lo otro es trabajo de pobres. -Nayeon no tardó nada en quejarse.

La líder rodó los ojos, pero ya acostumbrada a su amiga ni siquiera intentó razonar con ella.

- Está bien, una más puede unirse.

Se pusieron manos a la obra bajo las instrucciones precisas de Mina, que lo medía todo al milímetro. Estaba a punto de poner el agua a hervir cuando vio a su novia intentando cortar una patata y vio su mano peligrar.

- Dame, ya lo hago yo. -Le apartó el cuchillo de las manos con delicadeza.

- ¡Yo sé hacerlo!

- Estabas sosteniéndolo al revés.

- Eso explica porque no cortaba, yo pensaba que era porque era de mala calidad.

Mina no pudo evitar reír por sus ocurrencias.

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