Capítulo 28 - Dímelo claro

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- Pasaré a por tí mañana por la mañana para ir al instituto entonces.

Volvían por la tarde de pasar todo el día con sus amigas y Mina había acompañado a la mayor hasta su casa, como era ya costumbre. La miró sonriendo y dio media vuelta para marcharse pero Nayeon agarró su hombro para volver a ponerla cara a ella y tiró de su corbata hasta entrarla en casa.

- ¿A dónde te crees que vas?

Habló a muy pocos centímetros de los labios de la otra, que la miraba soprendida. Soltó su corbata y fue hasta la puerta principal para cerrarla y volver a acercarse a la japonesa que ahora la miraba fijamente.

- No vuelvas a hacer eso.

- ¿Por qué?

- Porque me ha puesto mucho. -Mina habló sin escrúpulos.

- Puede que eso sea lo que quiero.

Pasó sensualmente por su lado hasta llegar a la mesa, donde había unas revistas que apartó, tirando al suelo, para sentarse ella. La miró con una sonrisa coqueta y le indicó con un dedo que se acercara hacia ella. Mina no dudó dos veces antes de acercarse a ella y ponerse entre sus piernas. Se lanzó a sus labios dispuestos a devorarlos pero la coreana la paró colocándole un dedo encima de la boca, siendo ahora el único obstáculo entre ellas.

- Ha sido muy duro para mí verte con ese traje todo el día y no poder hacer nada.

Mina la miró a los ojos con deseo y después bajo la vista a sus labios mientras apartaba el dedo de en medio.

- Tu tampoco me lo has puesto nada fácil.

Le susurró antes de cerrar por fín el espacio y empezar un apasionado beso. Nayeon abrazó su cuello y la rodeó con las piernas para pegarse todo lo posible a ella y Mina paseó sus manos por los muslos de la otra. Sin embargo, esto duró menos de lo que les hubiera gustado ya que la puerta de la habitación contigua se abrió de repente, saliendo Yeeun de ella y quedándose sorprendida al encontrarse con esta escena. Nayeon que estaba de cara a esta puerta abrió un segundo los ojos porque le había parecido escuchar un ruído y la vio. Rápidamente, empujó a Mina, separándola de ella, que se giró y la vio también.

- S-Señora Park... -Tartamudeó nerviosa.

Vio de reojo las revistas que había tirado la coreana al suelo y se agachó a recogerlas y dejarlas encima de la mesa otra vez, dándose con la cabeza contra la mesa al volver a levantarse. Nayeon soltó una carcajada al ver esto, aunque ella también estaba muy avergonzada le encantaba ver a Mina tan inhabitualmente nerviosa y ruborizada. Yeeun tampoco fue capaz de ocultar una sonrisa, se le hacía demasiado tierna. Terminó colocando las revistas en su sitio e intentó excusarse.

- No es lo que parece. -Yeeun la miró incrédula mientras se cruzaba de brazos. -De acuerdo si lo es, pero no ibámos a hacer nada más incluso si no hubieras interrumpido. Que no has interrumpido ya que esta es tu casa y puedes ir donde quieras, quiero decir si no hubieras entrado porque claro, hasta el matrimonio nada.

Bajó la cabeza avergonzada mientras las otras dos reían por su gran explicación y espectacular conclusión, ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. Incluso se recordó a Momo por la torpeza con las palabras. Nayeon, después de reír hasta incluso tener lágrimas en los ojos se compadeció de la menor y bajó de la mesa para acercarse a ella y rodear sus hombros con el brazo.

- Mejor deja hablar a las mayores cariño. -La miró divertida.

Ahora si que encaró a su madre y no pudo evitar volver a sentirse nerviosa y avergonzada.

- Pensaba que trabajabas hoy...

- Hoy es miércoles, no trabajo por la tarde.

Nayeon estuvo un rato confusa hasta que se dio cuenta de lo que le había pasado.

IronyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora