Secretamente Enamorada♡|Aguslina

Capítulo 19

Me separé de Agustín, luego de unos segundos, cuando me di cuenta de que sus labios estaban calientes; por un momento olvidé por completo que el chico que está a mi lado, tiene fiebre.

-Que linda hada tengo frente a mí.-dice Agustín.

-¿De qué hablas?-le pregunto extrañada.

-Oh, ahora también hay un unicornio y un...ogro.-

-Agustín.-le digo, poniendo mi mano derecha en su frente-Oh, no, estás hecho un horno.

-¿Qué dices?-me pregunta riendo.

-Ven, sigueme.-respondo, jalándolo de un brazo, hacia mi habitación.

Hoy parece ser mi día de suerte, mi papá esta en su trabajo y vuelve mañana, mamá fue de compras con unas amigas y mi hermana, Natalia, se fue a una pijamada, quien sabe donde.

Suspiro, y lo recuesto en mi cama.Dudo de que sea capaz de mantenerse en pie por mucho tiempo más.

-Eres tan linda-.me dice.

Aunque sé que él esta alucinando debido a su elevada temperatura y que su mente está hasta, tal vez, en otra galaxia, no puedo evitar sentirme halagada al oír sus palabras.

Voy corriendo al baño, y después de sacar unas píldora y toallas, vuelvo rápidamente a mi cuarto.

Le doy un pastilla a Agustín, despúes le seco el cabello; y ahí es cuando me doy cuenta de que tendré que secarle también el resto de cuerpo, que aún esta empapado de agua.

Primero la remera, me ordeno a mí misma.

Subó la prenda desdes su cintura hasta sus brazos.

-¿Puedes levantar los brazos?-le pregunto a Agustín, él asiente y me hace caso.

Wuau.

Sabía que este chico estaba bueno, pero nunca pensé que tanto.Trato de concertrarme en lo que estoy haciendo y quito mi mirada de su cuerpo.

-¿Puedes quitarte los pantalones?-le pido.

-Claro, hadita-respondé.

Acto seguido, sus pantalones están en mis manos.

Vuelo al baño y dejo la ropa en la bañera; luego secó el resto de cuerpo de Agustín y lo visto, con ropa de mi padre.

Él se queda dormido de la nada, y sé que es el momento perfecto para llamar a sus padres.

Aunque me encantaría que se quedase conmigo un ratito más.

[...]

-¿Qué paso?-pregunta el morocho de ojos miel-.Me duele la cabeza.

-Te asaltarón-.responde su madre, en un intento de ser sútil-.Después de eso, te inyectaron droga, perdiste la concepción del espacio real, y terminaste acabando en la casa de Carito, además tuviste fiebre.

-¿En la casa de Carolina?-pregunta extrañado.

-¿No lo recuerdas?-le pregunto apenada.

-Mmm... no-.termina respondiendo-.La última imagen que tengo en la mente, es la de un tipo quitandome mi celular.

-Ah-.digo desganada.

-¿Por qué me lo preguntas?-me dice incorporandose en la cama del hospital-.¿Paso algo importante, que deba recordar?

-No, nada-.mientó.

Para mi si fue importante.
Mi primer beso, mi primer beso con Agustín Bernasconi.