Ha pasado una semana desde que termine con Gabriel, y la verdad no me arrepiento. Estoy segura de que ya no podría soportar mucho tiempo más siendo su novia.
Por otro lado, convencí a la madre de Male de acompañar a mi hermana. Al principio no estaba muy segura, pero después de insistirle, terminó accediendo.
Cuando pienso que dentro de poco, podría haber sido tía, se me aprieta el corazón. Pero sé que fue lo mejor, si ese bebé hubiese nacido, habría sido muy infeliz.
Ayer por la tarde, Natalia cumplió con su parte del trato; supongo que ahora no tenemos nada más por lo cual hablar, mucho mejor así.
Hoy es el día, hace tiempo que no estoy allí. La mansión de mi abuela.
Estoy segura de que no podría entrar nuevamente en ese lugar, al menos no sola, por esa razón, les pedí a mis amigos que me acompañarán.
Mike, Anita, Maxi, Cande, Rugge y por supuesto Male, aceptaron encantados. Agustín...Dijo que tenía otras cosas que hacer.-Caro, ya llegaron los chicos.-me avisa mi amiga.
Ambas salimos de la casa y subimos al auto de Rugge que se encuentra estacionado afuera.
Saludo a todos los que están dentro del vehículo y luego Rugge pone en marcha el automóvil.
Después de atravesar toda la ciudad, le doy las indicaciones a mi amigo, para llegar al hogar de mi abuelita.
Cuando llegamos, no puedo evitar estremecerme, este lugar sigue intacto; me trae muchos recuerdos. La imagen de mi último día aquí viaja rápidamente a mi mente.Y ahí estoy yo, paseando distraidamente por el jardín, y luego oscuridad. La habitación de mi abuela, sus palabras, sus gestos, mi promesa.
- Caro ¿Estás bien?-me pregunta una voz conocida.
-¿Eh?-pregunto abriendo los ojos.-Sí, sí, todo bien.-le digo a la pelirroja.
-¿Entramos?-pregunta esta vez el novio de la chica.
Asiento con la cabeza.
A continuación todos bajamos y caminamos hacia la entrada. Saco la llave y abro el portón.
-Gracias chicos.-digo sincera.
- No hay de que.-habla Cande.-Somos tus amigos y sabemos lo importante que es esto para ti.
- Hablando de amigos, ¿Dónde está Agus?-habla esta vez Mike.
-Tuvo un inconveniente.-responde Maxi desordenandose el cabello.
Seguimos nuestro camino en silencio e ingresamos a la mansión. Rugge prende la luces, dejándonos ver, claramente, el hogar.
Aunque todo siga igual, físicamente, este lugar, que antes albergaba alegrías y calidez, hoy está vacío y abandonado.
- ¿Por dónde comenzamos?-me pregunta Mike.
-Creo que podemos formar parejas y repartir la búsqueda.-digo dudosa.
- Buena idea.-me apoya Male.-Yo propongo que Mike sea con Anita, Cande con Rugge y Maxi, Caro y yo formemos un trío.
- Me encanta.-aprueba Cande.-Aunque ¿Qué buscamos específicamente?
- Cualquier pista, que me ayude a descubrir mi pasado.-respondo con seguridad.
Sé lo que se preguntan. Y sí, obviamente antes de pedirle que me acompañarán tuve que contarles todo, desde que soy adoptada hasta las últimas palabra de mi abue.
Luego de conversar un rato, decidimos que lo mejor será que yo junto a Maxi y Male vayamos al cuarto principal y los demás a las habitaciones restantes.
-¿Lista?-me pregunta el morocho de ojos claros.
-Sí.-respondo suspirando.
La puerta se abre y los tres ingresamos en completo silencio.
-¿Sabes si tu abuela dejo algún testamento?-me pregunta Maxi frunciendo sus cejas.
- No.-respondo.-Después de su funeral nadie más hablo de ella. Aunque supongo que sí.
- Háblame un poco más de ella.-me dice el chico.
Observo como Male, susurra algo en el oído de Maxi y éste asiente. ¿Qué le habrá dicho?
-Entiendo que este sea un tema delicado para ti, pero te ruego que respondas los más completamente posible mi interrogatorio.-me pide.
-Lo intentaré.-digo respirando hondo.-Bueno, ella era una aficionada a la repostería, cuando era joven tenía una cafetería en el centro de París. También le encantaba la jardinería.
- ¿Era madre de tu...?-
-Padre.-respondo tajante.
-¿Cómo fue tu relación con ella?-me pregunta cauteloso.
- Siempre fuimos muy unidas. Nos queríamos mucho.-
-¿Nunca se mostró algo distante o falsa?-
- Jamás.-
-¿De quién es está casa?-me pregunta cambiando radicalmente de tema.
- De mí abuelo.-respondo rápidamente.
-Cuéntame de él-me pide.
-Está bien, te diré lo que sé, porque la verdad no lo conocí muy bien. Era una persona bondadosa, llena de energía. Quería mucho a mi abue. Compro esta mansión, con la herencia que le dejó su padre. Ernesto Kopelioff era su nombre. Un gran empresario.-
-¿Tú padre tiene hermanos?-me pregunta Maxi.
-No que yo sepa. Y si tiene no los conozco.-respondo indiferente.
-¡Chicos encontré algo!-exclama Male.
Maxi y yo nos volteamos sorprendidos en dirección de mi mejor amiga. Quién diría que mientras nosotros hablábamos ella trabajaba en silencio.
-¿Qué es eso?-le pregunta Maxi sonriendo.
- Un cofre.-responde Male con tono obvio.
-¿Tienes la llave?-me pregunta Maxi. Niego con la cabeza.
- No sabía de la existencia de esto.-digo apuntando el cofre.
-Emmm...-murmura pensativo Maxi.-Debe haber algo que nos ayude a abrirlo.-dice tomando el objeto y examinándolo detalle a detalle.-¡Bingo!
-¿Qué descubriste?-le pregunta Male.
-Antes quiero que Caro me prometa algo.-dice el chico.
- ¿Qué?-me apresuró en preguntar.
- Quiero que le cuentes a Agustín toda la verdad.-contesta.
- ¿A qué te refieres exactamente? -
- Sé que le mentiste.-trago saliva.-Él me contó que tú le dijiste que tus padres se separaron y eso no es verdad .-asiento.-Caro eres mi amiga, pero Agustín también lo es. No quiero volver a ocultarle nada, ya una vez lo hice y casi pierdo por completo su amistad.
-Entiendo.-digo triste.-Pero tengo miedo de perderlo.
-Caro, eres muy valiente, te lo he dicho miles de veces, sólo tienes que creer en ti.-me anima Male.
-Ella tiene razón.-habla Maxi apuntando a mi amiga.-Además, si bien Agustín en un principio se va a enojar, después te terminará perdonando, no es una persona rencorosa.
- Gracias por animarme chicos, te prometo que cumpliré con lo que me pediste.-le digo a Maxi. Él sonríe satisfecho.
Luego nos quedamos sin decir nada, hasta que mi celular comenzar a vibrar.
Llamada entrante de...Agustín.
- Hola Agus.-lo saludo.
- Hola...Caro.-me saluda con la voz quebrada.-¿Puedes venir al hospital? Por favor...
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Secretamente Enamorada♡|Aguslina
FanfictionA sus ojos soy invisible, insignificante tal vez; quizás sólo una más dentro de su vida, olvidable con el pasar de los años. No sé si le importó, o si, por casualidad, guarda en su corazón cada conversación que tenemos, cada momento que vivimos. Per...