Capítulo 31

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Pov Carolina.

- Yo...-responde Agustín.-Decido creerle a Valentina.

-Lo sabía.-exclama saltando y aplaudiendo Valentina.-Kopelioff, ¿Qué esperas para irte? Él ya eligió.

- Eso ya lo sé, acabo de escuchar lo mismo que tú.-digo molesta.-No te preocupes por mí; ten por seguro que no te daré motivos para que estés celosa. Desde ahora en adelante, me mantendré lo más alejada posible de Agustín. No veo ninguna razón lógica para estar cerca de una persona que no me tiene confianza.

Dicho eso me voy corriendo del lugar. Escucho algunos llamados de Agustín, pero los ignoro y sigo mi camino. Él ya dejo todo claro, ¿Para qué seguir dándole vueltas al tema?

Igual, como siempre, fue mi culpa. Yo le mentí y después ni siquiera tuve el valor de confesarle el engaño. Aunque aún no me queda claro algo...¿Cómo se enteró de la verdad? No creo que Maxi le haya insinuado algo, pero...¿Quién más lo sabía? Además de Male, nadie.

Otra aspecto que no me calza es la forma en que Valentina se hizo pasar por mí. Yo era la persona con quien conversaba casi a diario Agustín. Obviamente no desde mi celular, sino con él de la madre de Male.

Nada tiene sentido. Y a pesar de todo lo anterior, lo que por lejos, más me desconcierta es que Valen haya sido capaz de traicionarme. Pensé que era mi amiga.

Nunca fuimos tan íntimas, pero al menos nos contábamos algunas cosas y hablábamos coloquialmente. Ni en mis peores  sueños ella  hacía algo tan bajo.

Creo que finalmente su verdadera personalidad siempre estuvo bajo una máscara. Ahora sé quién es realmente; a que clase de persona me enfrentó.

[...]

- Muy bien chicos, ya terminamos con las clase propiamente tal.-habla, con vos alta y clara, la profesora de música.-Así que ahora, si gustan, pueden tocar instrumentos, cantar, bailar, etcétera.

-¿Puedo ir a buscar una guitarra?-le pregunta Rugge.

- Y yo un teclado.-dice Maxi, alzando una mano.

-Y yo...-

-Silencio chicos.-nos pide la maestra.-Sí van todos se va a armar un alboroto demasiado grande y como yo no deseo eso, asignare a dos personas para que vayan en busca de los instrumentos que necesitan. Caro y Agus.

Estaba a punto de protestar, cuando observo el rostro y los ojos amables de la profesora. Siempre es tan buena onda, que me da pena causarle algún conflicto. Camino pesadamente fuera del salón y  al momento de hacerlo, notó que Agustín ya me lleva varios pasos de ventaja.

Doy zancadas largas, pero sigilosos; no quiero que me escuche. Llegó justo detrás de él cuando veo que la puerta se cierra. Idiota ¿Cómo se atrevió?

-Abreme.-le grito desde afuera.

-Lo siento, no vi que estabas atrás.-dice "arrepentido", al mismo tiempo que abre la puerta de la bodega.

-Si claro.-digo enojada.-Y yo tengo ojos azules.

-Es la verdad, no fue mi intención cerrar la puerta en tu cara.-habla exaltado.-Ahora si no me crees es asunto tuyo.

-Permiso.-le pido-ordeno.

-La palabras mágicas.-

-Déjame pasar o le acusaré a la profesora.-digo sonriendo falsamente. Inmediatamente Agustín se quita de la entrada y yo aprovecho para ingresar en el lugar. Para ser una bodega no está tan mal. De hecho diría que  aquí dentro esta más ordenado y limpio que en  nuestro salón.

Secretamente Enamorada♡|AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora