CAPÍTULO 53

1.9K 55 6
                                    

CAPÍTULO LIII.

*narra Aída*
Repetí este procedimiento una segunda vez, y al abrirlos vi... Que nada había sucedido. ¿Qué me pasaba? No entendía nada... De lo impactada que estaba grité tan fuerte que Alba me mostró una cara algo extrañada. Seguramente pensaba que estaba loca, pero a mí me daba igual estar loca o no: lo de verdad importante era estar a su lado... Al lado de Alba. De hecho, la besé.

Aída: Te quiero.
Alba: ¿Pero qué bicho te ha picado ahora?
Aída (con una sonrisa en la cara): Que te quiero.
Alba: Sí, yo también, pero no entiendo nada.

*narra Aída*
La besé unas cuantas veces más, pero finalmente Alba se tenía que ir. Yo la acompañé hasta la puerta de casa y la abracé con muchas ganas. Alba abrió la puerta y se fue. Yo cerré la puerta.
Seguía sin entender que había sucedido... No me lo podía creer. Entonces fue cuando me di cuenta de que Sergi... seguía debajo de la cama. Fui corriendo hasta mi habitación para ver si le había pasado algo.
Al abrir la puerta de la habitación... Me encontré a Sergi en ropa interior sobre mi cama.

Aída: ¿Pero qué haces?
Sergi: Creo que me debes algo...
Aída: ¿El qué?
Sergi: Una noche loca.
Aída: Estás loco.
Sergi: Anda, vente a la cama.
Aída: Sigue soñando.

*narra Aída*
Tras decirle ese último comentario, cogí la chaqueta de la silla de mi escritorio y me marché de la habitación. Sergi no entendía nada, ni por qué iba, pero yo sí que lo sabia: iba a casa de Alba. Notaba que estaba enamorada de ella. Estaba tan emocionada y loca por mi chica que me marché de la casa sin despedirme de mi madre, pero yo lo único que quería er aver a Alba.

Al principio no me acordaba dónde vivía, pero me vino a la mente un mensaje que me envió Alba con su dirección por si sucedía algo, y qu mejor momento que este.

Al llegar a su casa, Alba me abrió con su enamoradiza sonrisa que me volvía loca y la besé como el primer beso que nos dimos en la playa. Seguidamente, Alba me empujó contra la pared sin dejar de perder contacto entre el labio de ella y el mío. Todo se estaba acelerando y el ambiente se ponía caliente...

Un secreto debajo de las sábanas [Dulcealba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora